Voz de mi hija.

lunes, 9 de junio de 2025

GAVIOTA.


Poco falta ya para unos días de asueto. El mar como siempre me estará esperando. Mis ojos se tornarán más azules aún recordándome a mi padre y después de un largo invierno luchando contra la fatiga y el cansancio mis pies se fijarán en la arena dejando unas huellas imborrables.

Volveré a mirarte embelesada, a dejarme mecer por tus aguas una vez más, entre susurros de viento y azotes de rompeolas. Volveré de nuevo a mi Cantábrico cuando aún la brisa siga siendo fría y la arena se esconda con la subida de la marea. Me gusta saborear tu soledad, oír el rugido del oleaje y los gritos de las gaviotas, mientras lentamente se alejan los pocos rayos de sol que la débil lluvia siempre nos deja.

Ven gaviota
pósate en mi mano
luego levanta el vuelo
sube libre hacia el cielo
teniendo un ala rota.

Llévate mi alma
hastía de penas 
de puros anhelos
de fiebre de amores
en noches eternas. 

Ven, toma mi aliento
fuerte resoplo de viento
suave aleteo de brisa
ven y volemos juntas
a mares de cantos y risas.

Entre llantos y quiebros
contemplo gaviota
como brillan tus alas
como se borran en mi alma
un sinfín de recuerdos.


Un abrazo a todos.