Voz de mi hija. "Without you. Sin ti"

Voz de mi hija.

miércoles, 27 de enero de 2021

SI SABRÁ LA PRIMAVERA



 

Si sabrá la Primavera
que la estamos esperando...

Cuando llegue y no nos vea
ni en las calles ni en los barrios,
cuando no escuche en el parque
el paso de los ancianos,
o el bullicio siempre alegre
de los chiquillos jugando.

Si creerá que equivocó
la fecha del calendario,
la cita que desde siempre
la convoca el mes de Marzo.

Si sabrá la Primavera
que la estamos esperando...

Cuando estalle jubilosa
llenando de puntos blancos
los almendros, los ciruelos,
los jazmines, los naranjos,
y no vea que a la Virgen
la preparan para el Paso.

Que se ha guardado el incienso,
el trono, la cruz y el palio.
Y que Cristo, igual que todos,
está en su casa encerrado,
y no lo dejan salir
ni el Jueves ni el Viernes Santo...

¿Pensará la Primavera
que tal vez se ha equivocado?

¿Escuchará los lamentos
de quien se quedó en el paro,
de quien trabaja a deshoras
por ayudar a su hermano,

de aquél que expone su vida
en silencio y olvidado?
¿Escuchará cada noche
los vítores, los aplausos
que regalamos con gozo
al personal sanitario?

¿Pensará la Primavera
que tal vez se ha equivocado
y colgará sus colores
hasta la vuelta de un año?

Si sabrá la Primavera
que la estamos esperando...

Que se nos prohíbe el beso,
que está prohibido el abrazo;
el corazón, sangre y fuego,
el corazón desangrado.

Si sabrá la Primavera
que ya la estamos soñando...

Asomados al balcón
de la Esperanza, esperamos
como nunca, que ella vuelva
y nos regale el milagro
de ver florecer la vida
que hoy se nos va de las manos...

¡Bienvenida, Primavera!
Hueles a incienso y a ramos,
con tu traje de colores
y los cantos de tus pájaros.
Ven a pintar de azul-cielo
esta tierra que habitamos.

¿No sentís que en este mundo
algo nuevo está brotando?
Si será la Primavera
que está apresurando el paso...

Hna. LUCÍA (Carmelita Descalza)

Lo comparto, me parece precioso.

miércoles, 20 de enero de 2021

Cencellada en Burgos 2021



Tierra dura de Burgos
que en invierno casi se vuelve roca,
y en verano abrasa el pie desnudo.

Por el aire aún resuenan
los ecos de los cascos al cabalgar El Cid
con sus mesnadas camino del desierto.

Tú y yo vamos juntos por el camino,
pero Doña Jimena en mudo llanto
ve alejarse la nube polvorienta
ocultando jinetes y caballos.

Mis recuerdos se amontonan,
en las albardas de Babieca
en las riendas y bridas las manos
con los pies en las espuelas
por mi tierra castellana voy galopando.


lunes, 18 de enero de 2021

Gélida noche


Fría noche de enero, solitarias calles en las que el brillo de la escarcha anuncia un amanecer helado. Veo el techo de los coches cubierto con una boina blanca y aún queda alguna luz tenue en las casas. Tengo derecho a quedarme despierta hasta altas horas de la madrugada, nadie va a marcarme las horas de sueño, a nadie le importa si duermo o vigilo, entre otras cosas porque el silencio del momento me hace sentir bien, teniendo en cuenta la necesidad de un buen empujón de ánimo y nunca mejor que dando un paseo de la mano del recuerdo.

Sigue el invierno y a estas horas siento escalofríos y destemplanza.

Hace frío y me arropo en las sombras de la noche doblando su manto de estrellas y temblando coloco mi corazón al lado de la luna. Una luna velada por la niebla que mi propia mirada produce. Mis pensamientos
 me hacen dudar que haya un brillo especial en ellas, dudar que el sol vuelva a salir, dudar que la verdad sea una mentira disfrazada, sin embargo intuyo que mis sueños azules nunca desaparecerán.
Recuerdo ahora a mi padre que se fue una mañana de enero a un estudio llamado Eternidad, allí estará pintando un cielo nuevo para mi,  igual que el color de sus ojos.

Decía Baudelaire, “La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente apropiado para distraer la mirada sin cansarla jamás.”


Fría noche de enero, demasiado fría.

lunes, 4 de enero de 2021

Adios a un año muy difícil



La vida no es un continuo retorno de nuestros pasos, como si quisiéramos vivirla de nuevo. Sin embargo es una historia que se va escribiendo poco a poco cada día, y nada ni nadie puede volver a redactarla. Podemos emborronar parte de ella, cerrar la puerta de nuestros recuerdos, pero siempre aparecerán en el fondo de nuestro inconsciente. Es posible recorrer varias veces el mismo camino, realizar el mismo viaje, pero aunque así fuera siempre sería distinto, ni siquiera parecido. Todo puede encontrarse igual: el paisaje, la gente, nuestra predisposición... pero nosotros vamos cambiando porque como en la historia las etapas están en constante evolución, somos vasijas que se van llenando y rellenando. Nos equivocamos cuando buscamos repetir las sensaciones que acompañaron nuestras vivencias.

No es posible recrear tiempos pasados, no es posible hacer copias exactas de dos instantes que se conjugan en diferente plano, tiempo o situación, no es posible detener el agua con nuestras manos, no es posible vivir eternamente en primavera, ni es posible llorar con las mismas lágrimas.
 
Todos tenemos que volver a empezar a lo largo de la vida, no una, sino varias veces y no es fácil, sobre todo cuando ya sabes el terreno de juego que pisas y debemos sortear los obstáculos que aparecen en un nuevo y desconocido panorama. 
No existe un "para siempre" en ninguna faceta de nuestra existencia y hay que pisar fuerte en los escenarios de incertidumbre donde existen muchas incógnitas, sin saber de antemano el resultado final.
Dejamos atrás una pesadilla, un año difícil que pienso hemos perdido todos. Nunca he añorado más el pasado, incluso los momentos duros que siempre he tratado de olvidar. 
Nunca he añorado más los abrazos, la alegría, la familia, los amigos y sobre todo el apoyo de mi madre.
Comienza una nueva etapa que espero sea mejor, más lógica, con más sentido y libertad.
Para mi desde luego forzosamente lo va a ser.