Voz de mi hija. "Dedicado a quien amo "

Voz de mi hija - "Dedicado a quien amo".

lunes, 30 de junio de 2014

ALCANZANDO UN SUEÑO


El Ejército del Aire español ha cumplido 75 años y de alguna manera me siento obligada a escribir unas letras dedicadas a esos hombres cuya misión es la vigilancia y el control del espacio aéreo de soberanía nacional.
Cuando alguna vez he preguntado por qué volar, la respuesta siempre es la misma: No me siento feliz a menos que haya un poco de aire entre el suelo y yo.

  Más que nada en el mundo,
Juan Salvador Gaviota amaba volar.
Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia,
podremos descubrirnos como criaturas de perfección...
A medida que se hundía,
una voz hueca y extraña resonó en su interior.
             No hay forma de evitarlo. Soy Gaviota.
   Soy limitada por naturaleza.
 
Son palabras de Richard Bach de su libro "Juan Salvador Gaviota"
 
Si estuviese preparada para volar ¿cómo sería mi carta de navegación?, creo que sería un mapa con las grandes metas de mi vida, la trayectoria de mis aspiraciones, la experiencia y una larga lista de proyectos e ilusiones. Si de verdad pudiera volar lo haría primero al lugar más recóndito de mi corazón.  ¿Por qué?, pues para llegar a ese rincón donde se queda dormida una parte de la vida. Esa parte donde todos solemos tener nuestros secretos más íntimos y nuestros deseos inalcanzables . Volaría muy alto para recuperar un sueño, incluso voces, colores, olores y sabores guardados en la memoria.
 

 
Pero no estamos preparados para volar, lo único que podemos hacer es levantar el vuelo con la imaginación y elevar nuestras inquietudes por encima de nuestra más anhelada felicidad.



Aprendí a volar sin necesitar alas.

Con los años me he convertido

en pájaro de los sueños.

Altos, como el cielo.

grandes como el aire, y bellos.

 
 Tú también eras capaz

el aire, el sueño, mis sentimientos...

Y yo, pájaro volando alto,

creí hallar el infinito.

 
A veces sentimos que volar es difícil... lo intentamos con fuerza (aplicamos potencia) pero no nos movemos del sitio.
Quizás sea sólo cuestión de... ¡acordarnos de quitar los calzos!.
Volar es posible. Muchos lastres nos acompañan, muchas ataduras. Muchas fundas olvidadas en nuestros tubos pitot hacen que nos ofrezcan lecturas incorrectas, que intentemos levantar el vuelo a ciegas, que no lleguemos a vislumbrar nuestras posibilidades, que no sepamos que ya hemos alcanzado la velocidad de rotación. Quizás sí estemos preparados y no lo distingamos, no lo veamos.
Entonces haría falta pasar por un simulador y unas clases de pre-vuelo.

Pero ¿y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?.

FELIZ 75 ANIVERSARIO.

 
 
 


 

viernes, 6 de junio de 2014

MUSICOTERAPIA

 
 
 
 
Junio llega con una larga lista de buenos recuerdos, la alegría del buen tiempo, el olor de los rosales, el dulce sabor de las cerezas y el curso que por fin terminaba. Aquel junio fue especial, una guitarra como regalo me esperaba en la tienda, elegí la que me gustaba, de madera de palosanto y las cuerdas bien brillantes. La verdad es que la música me ha acompañado siempre, mi familia lo sabía y a falta de un piano, mi instrumento preferido, aquella guitarra desde entonces vino conmigo a todas las partes.
Y es que ya lo decía Platón, "La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo".

 La música es vida y la vida es música. La música está hecha de vida y la vida de música, una combinación perfecta de sonidos y ritmos que se complementan para completar nuestra felicidad. Si nos fijamos todo está basado en el ritmo, se suceden rítmicamente las estaciones del año, los días, las noches y por supuesto los latidos del corazón. El concepto de ritmo nos sugiere música, golpe, pulsación, latido y de esa manera se comporta la existencia cada día.  La vida tiene su ritmo, sólo observemos el entorno cotidiano. Cuando amanece, tal parece que un director de orquesta mueve su batuta y alerta al conjunto: comienza el día con los primeros rayos del sol, trinan los pájaros, cantan los gallos, ladran los perros, los seres humanos se suman al despertar con sus primeros quehaceres, incorporándose poco a poco a los mil sonidos de la sinfonía diaria, acoplados al mismo ritmo de la vida.

El ser humano tiene ritmos que marcan la vida, como son la inspiración y la espiración, vigilia y sueño, etc. Estos son los mas evidentes, pero hay otros que no saltan tanto a la vista, como son los llamados Biorritmos; éstos últimos hacen que nuestras glándulas endocrinas tengan un funcionamiento fluctuante con altibajos regulares, de modo que determinadas funciones de nuestro organismo "a veces están bien y a veces están mal". 
La música nos sumerge en un mundo fascinante, nos hace vibrar y despierta en nosotros sensaciones emocionantes, tanto para quien la escucha como para quien la interpreta y provoca en nosotros cambios en el estado de ánimo. Está comprobado científicamente y ya lo dice el refrán que "la música amansa a las fieras". Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre o nos parece triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud. La idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de los que reproducen la enfermedad, a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes. Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 de nuestro siglo se utiliza como rama de medicina recuperativa, con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo a un equilibrio psicofísico de las personas.

 


Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios, aunque todavía es necesario profundizar mucho más en el tema. El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de elementos controlados . La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal. Los armónicos son los que generan el timbre característico de una fuente de sonido (ya sea una voz humana, un instrumento musical, etc.). Son los que permiten diferenciar un tipo de instrumento de otro, o reconocer el timbre de la voz de una persona.
La mayor parte de los estudiantes de música y de los músicos aprenden la teoría de los armónicos, y algunos son incluso capaces de producir armónicos con sus instrumentos. La guitarra producirá armónicos cuando se rasgan sus cuerdas mientras que el dedo de la otra mano regula las cuerdas a lo largo de uno de los trastes. Una flauta, un saxofón u otro instrumento de viento a menudo pueden producir un armónico cuando se sobre-sopla, es decir, cuando se aplica demasiada presión de aire, el sonido saltará a una octava más alta completa, o más. El bajo es tal vez el más conocido productor de armónicos en la música moderna amplificada.

Aquí os dejo una lista de obras clásicas y su virtud por si os interesa.

INSOMNIO: Nocturnos de Chopin. Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy. Canon en Re de Pachelbel .

HIPERTENSIÓN: Las cuatro estaciones de Vivaldi. Serenata nº13 en Sol  Mayor de Mozart.  
DEPRESIÓN : Concierto para piano nº5 de Rachmaninov. Música acuática de Haendel. Concierto para violín de Beethoven. Sinfonía nº8 de Dvorak.

ANSIEDAD: Concierto de Aranjuez de Rodrigo. Las cuatro estaciones de Vivaldi. La sinfonía Linz, k425 de Mozart.

DOLOR de CABEZA : Sueño de Amor de Listz. Serenata de Schubert. Himno al Sol de Rimsky-Korsakov.

PROBLEMAS GÁSTRICOS : Música para la Mesa de Telemann. Concierto de Arpa de Haendel. Concierto de oboe de Vivaldi.

ENERGÉTICAS : La suite Karalia de Sibelius. Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky. Obertura de Guillermo Tell de Rossin.

Feliz junio