Voz de mi hija. "Dedicado a quien amo "

Voz de mi hija - "Dedicado a quien amo".

viernes, 30 de diciembre de 2011

MIGUEL




En Navidad, amigos, los protagonistas principales son los niños. Cuando era estudiante recorría los hospitales infantiles acompañada de mi guitarra y junto con otras compañeras formábamos un grupo pequeño que  intentaba llevar un poco de música y alegría, a criaturas que no entendían por qué su Navidad era diferente. Con poco dinero confeccionamos unas capas negras y colgamos unas cuantas cintas de colores y así formamos nuestra peculiar "Tuna". El hospital de San Rafael y el llamado Niño Jesús de Madrid eran nuestros principales objetivos.

Ya hace tiempo de aquellas hazañas juveniles, pero cuando paso por ellos no puedo olvidar sus caritas de satisfacción en las salas, a pesar de tener las manitas vendadas y los bracitos inmovilizados con pequeñas férulas para sujetar las botellas de suero.  El regalo precioso de su sonrisa cuando colgabas una estrella o te colocabas una barba de Rey Mago, era el mejor premio para nosotras. Si la vida en los centros hospitalarios es dura, mucho, muchísimo más es la de un infantil. Los niños no deberían enfermar nunca, es la mayor injusticia que conozco. Sé que en las fiestas que estamos no es muy apropiado hacer una entrada como ésta, pero la cruda realidad es que la enfermedad no respeta edades ni fechas y el haber pasado hace muy poco por un trance de salud, me ha hecho recordar algunas experiencias que he intentado olvidar muchas veces y otras en cambio me han llenado de satisfacción y de orgullo.



 Voy a poner un nombre ficticio al protagonista de esta historia, hermosa historia que marcó los pocos años que tenía entonces. Miguel era un joven de diecisiete años que un día haciendo deporte en el colegio, cayó fulminado al suelo. Ingresó en el hospital aquejado de un accidente cerebrovascular grave y fue llevado directamente a la U.C.I. entrando sin remisión en un coma profundo. No sé cuánto tiempo llevaba en ese estado, porque cuando yo comencé mis prácticas en Cuidados Intensivos era el veterano más joven de la también llamada Unidad de Vigilancia Intensiva. Intubado y conectado a varias máquinas que mantenían sus constantes vitales, Miguel pasaba los días sin dar ninguna señal de mejoría.  Ausente, con los ojos cerrados, pero vivo, su corazón y su cerebro seguían marcando el ritmo en los monitores. Todos los días me tocaba ocuparme de él, solía pronunciar su nombre varias veces y a ratos le hablaba, estaba segura de que me oía, aunque no recibiese ninguna respuesta yo sabía que me escuchaba. Está experimentado que en estado de coma el único sentido que prevalece es el del oído, y también el último que se pierde.
  Una mañana como de costumbre y después de tomarle las constantes (temperatura, pulso y tensión arterial) me fijé que el suero se estaba terminando y fuí al cuarto para buscar uno nuevo. Volví con la botella tarareando  bajito una  canción propia de las fechas, ( la Navidad estaba a la vuelta de la esquina ), mientras colgaba el suero, volví a mirar con tristeza como tantas veces el rostro de aquel joven. De repente una lágrima resbaló por su mejilla, fue una señal, la única forma que tenía Miguel de hacerme entender que escuchaba mi canción,  intentaba así darme el primer indicio de esperanza.
Después de las vacaciones navideñas no volví a la U.C.I, me trasladaron a otro servicio, lo mismo que a Miguel. Me dijeron que había salido del coma y había entrado en la planta de Neurología y aunque amenazaban inevitables secuelas, estaba consciente y mejoraba día a día.

No sé si  los milagros existen, pero Miguel fue uno de ellos. ¿Habrá recordado alguna vez aquel villancico?. ¡qué más da!, es algo que ocurrió hace tiempo y que fue importante y muy gratificante para mi.



"Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones." Juramento de Hipócrates.

martes, 20 de diciembre de 2011

White Christmas




Ya estamos casi a finales de Diciembre. Vuelan los meses, vuelan los días y llega de nuevo la Navidad. ¡Cuántas han pasado! ... demasiadas, y tú deseas seguir teniendo aquel espíritu navideño de antes, lleno de estrellas y luces de colores, de ángeles y renos, de flores y serpentinas.




¿Dónde ponemos el árbol este año?, sí, ya sé que soy muy pesada, que siempre te hago la misma pregunta, pero luego te enfadas si lo coloco al pie de la escalera y tienes razón porque todo el que pasa se engancha con las ramas, termina siempre cayéndose algún adorno y cuesta volver a colocarlo de nuevo. A fuimos al mercadillo y compramos alguna cosa más para el Belén. Las figuras que tenemos están ya un poco despintadas y eso que las guardamos una a una envueltas en papel de periódico, pero son de barro cocido y tienen ya demasiados años. Míra que me gusta sacar este cajón de madera todas las Navidades... Hay una palmera rota y un pastor sin su cayado, no importa, procuraré repararlo con miga de pan y pintura como me has enseñado.



Un viejo belén y un arbolito con las puntas salpicadas de harina, imitando la nieve, no creas que se me ha olvidado. Lo pondré como siempre junto al quicio de la puerta, y será diferente porque ya no tiene estrla, te la lleváste para colocarla entre esas nubes que no son de algodóomo las mías, son mucho mejores, sonbes preciosas que te elevan más allá de los sueños
Me he asomado a la ventana del tiempo y he visto el blanco en mis sienes. Se oyen cánticos lejanos y el sonido de una pandereta que repica en el cielo, me hace sonreir una Navidad más.



Desde tiempos que se pierden en la neblina del recuerdo, cada año arrastramos una tradición poco menos que ancestral, que hace teñir de blanco y de luces de colores nuestras ciudades y pueblos. Cada rincón que dejamos a un lado en nuestro transcurrir cotidiano, en esos días se convierte en la principal estancia de nuestro corazón. La blanca Navidad vuelve a asomarse a la ventana de nuestra vida, nos avisa que es tiempo de hacer una pausa, de preparar una gran mesa rodeada del cariño de nuestra gente, de mirar con ternura al solitario, de ayudar al necesitado, de acompañar al enfermo y por encima de todo la blanca Navidad siempre nos hará recordar nuestra infancia, nuestra maravillosa inocencia, aquella que el fantasma del tiempo nos fue robando poco a poco.

Desde este humilde blog que hace cinco años estrené, mis mejores deseos de FELICIDAD y PAZ para todos vosotros y para vuestras familias.

Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor. (Hamilton Wright Mabi) .

Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año (Charles Dickens).

Mejor que todos los regalos debajo del árbol de navidad es la presencia de una familia feliz . Aunque se pierdan otras cosas a lo largo de los años, mantengamos la Navidad como algo brillante.…. Regresemos a nuestra fe infantil. (Grace Noll Crowell).
La Navidad, la propia palabra llena nuestros corazones de alegría. No importa cuánto temamos las prisas, las listas de regalos navideños y las felicitaciones que nos queden por hacer. Cuando llega el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar (Joan Winmill Brown).

Ojala pudiésemos meter el espiritu de la Navidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año (Harlan Miller).

La Navidad  no es un acontecimiento, sino una parte de su hogar que uno lleva siempre en su corazón (Freya Stark).

Un beso y felices fiestas a todos.

sábado, 10 de diciembre de 2011

MIRANDO LA VIDA


Veo la vida como una gran sala
dentro de un espacio imaginario de luz.
Una gran sala decorada 
con los sentimientos del mundo.
La puerta principal el Amor
las paredes los sentidos.
En las ventanas pájaros y sueños.
En los sueños el alma del poeta.
Veo la vida como una gran sala.
Dentro, amor con tiempo para amar
amigos, familia, compañeros,
canto y poesía pura. 



Ahora veo la vida asi, amigos y a pesar de todas las visicitudes que presenta no se me ha olvidado sonreir, lo hago con ganas y si no me apetece, entonces estiro con las manos la comisura de mis labios hasta conseguir al menos un gesto agradable.
Una mirada a la vida  en un momento difícil puede cambiar temores y dudas, dicen que los ojos son el espejo del alma y la forma de mirar es su modo de expresión.

Hay que mirar a la vida para extraer la belleza de todo lo que hay en ella. La bondad de un corazón, la sensualidad de una piel, la verdad de una flor, la sabiduría de un alma, y filtrar como un rayo de luz la belleza de los sentimientos para penetrar como un escanner en las emociones positivas.
La belleza  de la vida tiene forma y además contamos con la mirada para contemplarla. Si tuviera que elegir la manera de ver la vida, escogería los ojos del corazón, con ellos no es difícil imaginarla.

Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro. - Albert Einstein -


viernes, 2 de diciembre de 2011

HOLA




Es curioso, he recorrido infinidad de veces los largos pasillos que conducen a esas puertas abatibles que dan paso a la zona quirúrgica, donde un cartel prohibe atravesarlas con la frase "Zona Aséptica", sin imaginar lo que siente un paciente que está a punto de sufrir una intervención, sin meterme en su piel aunque solo fuera unos segundos, hasta que te toca pasar por el mismo trance. Una mezcla de miedo y de incertidumbre te invaden. Se pasa mal, para qué vamos a decir lo contrario, una anestesia general tiene muchos riesgos, demasiados, muchos más de los que normalmente conocemos, pero cuando no hay otro remedio que aceptar el destino piensas:" Nunca te dejes arrastrar débilmente hacia una derrota posiblemente combatible". Y afortunadamente así fue. La fuerza interior que todos llevamos dentro ayuda mucho. Son palabras de mi amiga Mar que he querido traerlas a mi blog porque me parecen muy acertadas. Aunque sigo en moderado reposo y en espera de un resultado positivo de los análisis, sí positivo, porque esta fuerza interior me hace tener esperanza,  vuelvo a escribir en este blog que ya ha cumplido cinco años.






Quiero dar las gracias a todos los que os habeis interesado por mí y me habeis dado ánimos en vuestros comentarios. Nuestro cuerpo es la máquina más perfecta que existe, mientras funciona no le prestamos demasiada atención, pero cuando falla, por pequeño que sea el desajuste, llega el momento de apreciar la importancia que tiene lo más hermoso que el ser humano posee, la salud y por tanto la vida.


Déjame que te recuerde que en tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente en perfecta armonía y coordinación. En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente, que si las quisieras reemplazar por la computadora más perfecta del mundo, ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto. Tienes un corazón, que es una maravilla de la naturaleza. Bombea hora tras hora, 36 millones de latidos, año tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan más de 2 millones de litros de sangre al año. Te puedes mover, pasear, correr, bailar o hacer deporte. Para ello, tienes 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras.
En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, el reír de los niños, la suave música, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que aprecias. En tus ojos, hay100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, la luz, la simpatía de las personas y la majestad de la naturaleza. Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos, purifican el aire que reciben y liberan a tu cuerpo de desperdicios dañinos. Eres un ser humano único, capaz de crear, descubrir, inventar, pensar, soñar, imaginar, comunicarte, hablar, tranquilizar, animar, estimular, inspirar, perdonar... capaz de sentir, disfrutar, recibir amor y decir... te amo.
Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros pero allí hay 22 millones de células sanguíneas. En cada célula hay muchas moléculas y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo. Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste. En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura. ¿No crees que vale la pena cuidarlo?.

Dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer a la vida lo que nos regala día a día.

Muchas gracias por leerme.






martes, 8 de noviembre de 2011

RECUERDALO SIEMPRE


 Amigos: A veces la vida te hace pasar por situaciones inesperadas que llegan a poner a prueba el valor y la resignación de lo que humanamente somos capaces.  Estaré unos días ausente por motivos de salud. Tengo una amiga que les llama "los hombres de verde"cuando tiene que someterse a una intervención. Ahora me toca a mi ponerme en sus manos con la esperanza de salir airosa de esta visita inesperada. En principio no parece importante , sin embargo en estos momentos  tengo que confesar mi debilidad y entiendo cuanto se aprecia lo que tienes a tu alrededor, el valor tan grande de la salud y la importancia de cuidarla. De momento cuento con la suerte de estar aquí y la confianza de que todo va a salir bien. En estos momentos la fe me acompaña, deseo, necesito que no me deje. Se dice que si se desea mejorar la salud y vivir más años, hay que acostumbrarse a pensar en positivo, pero cuando llega un problema, por pequeño que sea, cuesta, ¡ya lo creo que cuesta!.

Estoy segura que podré seguir construyendo, aunque otros destruyan, sembrando aunque otros pisen la cosecha, dibujaré sonrisas en rostros con lágrimas, transmitiré alivio cuando vea dolor, regalaré motivos de alegría donde solo haya tristeza y levantaré los brazos a los que se han rendido. Porque después de una tormenta, el sol busca siempre la forma de salir y en medio del desierto puede brotar una planta.

Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría
y mariposas que nos brinden su belleza. 

Pero si algún día, amigo, ves que ya no sigo, no sonrío, o callo, acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa; con eso será suficiente.

 RECUERDALO SIEMPRE.

Mientras, seguirá sonando la música de Elvis.

lunes, 31 de octubre de 2011

CRISANTEMOS




 Noviembre nace entre un cielo de piedra y un suelo cubierto de hojas secas. Seguimos asomados a la ventana del otoño, estación generosa en nieblas, donde todavía quedan algunas flores silvestres, que cada mañana recogen el pálido fulgor de la última estrella. Árboles desnudos y campos lacios en los que apenas aparece la yerba recibiendo apacible el beso de la luna.
Dicen que es un mes melancólico, que ya no hay magia en la naturaleza, la música de los ríos amaina, los pájaros pliegan sus plumas y en los valles solo queda la amarillez de los arbustos. Las noches van cayendo en un profundo sueño, tiñiendo las sombras con un leve vapor de ceniza.

A pesar de todo algo especial tienen los días de Noviembre. El placer de respirar su ambiente húmedo y  la sensación de paz caminando por los parques y las alamedas solitarias. La vista se recrea mirando las hojas caídas amontonadas en el suelo, caducas, doradas, pardas, antes vivas y ahora ... dormidas.

Noviembre, un mes con fama de triste que comienza recordando a los que ya no están con nosotros, el mes que huele a crisantemos amarillos, los cipreses se alzan al cielo y se oye a lo lejos la voz potente de D. Juan Tenorio.

La lluvia hace sus primeras apariciones y favorece al recogimiento compartiendo una taza de café caliente.




Me pregunto por qué decimos que la lluvia entristece, será porque el cielo cambia de color para vestirse con un tenue velo grisáceo, o será porque el sol se esconde entre las nubes y deja un ambiente melancólico...

Hay días de lluvia que nos marcan un ritmo diferente de vida y nos hacen revivir momentos que casi teníamos olvidados. La niñez, por ejemplo. Quién no ha metido los pies en los charcos mojándose los zapatos nuevos, o quién no ha pegado su nariz en los cristales de una ventana, dejando sus huellas en ed vaho, mientras jugaba con las gotitas que van resbalando
por ellos.




En los días de lluvia voy dejando que lleguen esos pensamientos, esa nostalgia, que siempre es bien recibida con los brazos abiertos. Pienso en todas esas cosas que quedaron atrás, ancladas en el recuerdo, y que sé que nunca volverán. Se quedaron grabadas en el fondo de mi corazón, permaneciendo allí inalterables para siempre. Esa nostalgia, la añoranza del recuerdo que nos acompaña siempre, bien sea una imagen, bien un sentimiento, la evocación de ese momento que nos marcó, que nos hizo avanzar o bien nos cambió. La emoción que regresa a nuestra mente, la emoción que simplemente regresa siempre con una dosis de tristeza, la suficiente para que evoquemos aquellos tiempos ya pasados. Las gotas de lluvia traen magia, llevan consigo ese atisbo de pasión, de una melancolía siempre sana.
En las noches de noviembre cuando se despeja la niebla, me gusta mirar las estrellas - porque el fresco cielo de Madrid se cubre de estrellas- y están todas, algunas vestidas de bruma y otras tan encendidas que casi pueden velarte los ojos.
 



Me las imagino muy suaves al tacto, eso sí que sería triste, un cielo sin estrellas. Creo que desde arriba nos miran constantemente y hasta tienen su propia música. La noche abre el piano y comienza la sinfonía del otoño, al fin y al cabo cuentan con la ayuda de grandes como Frédéric Chopin o Ludwig Van Beethoven. Y en cuanto a colores, en noviembre el cielo también se llena de amarillos, naranjas y rojos embriagadores. Velázquez, Murillo y otros genios de la pintura se encargan de ello, los mejores y más grandes artistas. Otros en cambio más humildes y casi desconocidos, como mi padre por ejemplo, él también estará colaborando con su paleta porque era fantástico combinando colores.

Y un amigo mío tiene razón, me estoy" reinventando "en  Noviembre.





viernes, 21 de octubre de 2011

¿ERES SENSIBLE?



La sensibilidad es la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar correctamente en beneficio de los demás. Y ante todo debemos distinguir sensibilidad de sensiblería, esta última siempre es sinónimo de superficialidad, cursilería o debilidad.

Ser sensible implica permanecer en estado de alerta de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, va más allá de un estado de ánimo como reír o llorar, sintiendo pena o alegría por todo.

Ser sensible no es signo de debilidad, no obstante, las personas prefieren aparentar ser duras o insensibles, para no comprometerse e involucrarse en problemas que suponen ajenos a su responsabilidad y competencia. De esta manera, las aflicciones ajenas resultan incómodas y los padecimientos de los demás molestos, pensando que cada quien tiene ya suficiente con sus propios problemas como para preocuparse de los ajenos. Pero n
o hay duda de que la indiferencia es el peor enemigo de la sensibilidad.

La sensibilidad nos hace despertar hacia la realidad, descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo personal, familiar y social.
La sensibilidad viene de los sentidos y radica solo en los individuos que confían en sus sentidos, porque los conocen, los entienden y dominan a voluntad, todos o alguno de ellos.
Se dice tanbién que la sensibilidad reside principalmente en el arte: poetas, pintores y cualquiera que lleve consigo esta maravillosa cualidad innata. Yo creo que hay mucha sensibilidad en ellos y en la vida misma, porque solo los humanos se sienten vivos y sienten la vida, y el arte es producto de estos humanos.


Y ahora toca hablar de mí. Dicen que soy demasiado sensible, que magnifico y dramatizo demasiado las cosas y los problemas, por ello sufro las consecuencias, pero cada uno tenemos una forma de ser, un carácter que se va formando según se desarrolla nuestra vida y por supuesto la genética tiene un papel muy importante. Mi madre tenía una sensibilidad a flor de piel, se emocionaba ante una melodía, un recuerdo, o cualquier momento que le hacía feliz. Mi padre demostraba su sensibilidad en el arte de la pintura. El artista no es solamente el que sueña, como cualquier individuo, sino el que construye sueños. Él imaginaba y transformaba lo imaginario en realidad, desde niño sabía plasmar sus emociones en un lienzo.





Soy sensible, sí, porque exprimo todos los sentidos en cada momento, amo la belleza del espíritu, la fragilidad del sentimiento, la mirada transparente y la bondad del pensamiento.

Mi alimento es la debilidad y la fuerza, la soledad y la ternura, la comprensión y el esfuerzo.

Amo la vida, me lleno de paz mirando una flor, o recibiendo una sonrisa. Soy débil ante las penas, a veces demasiado, pero compadecerse del dolor y el sufrimiento es aprender a valorar y a sentir emoción por las cosas más livianas de la existencia.




De nuevo hago alusión a las lágrimas porque van ligadas a la sensibilidad. Dicen que son espejos del alma y que se puede navegar entre ellas hasta tocar el fondo del corazón más frío. Dicen también que si un día escucháramos la armonía de una melodía, la auténtica melodía del alma, la que llevamos guardada en el interior, encontraríamos fácilmente la senda del buen camino, el camino de la felicidad, de la auténtica y verdadera felicidad.
Siendo así, no me importa ser sensible.
Os dejo un poema de Manuel Altolaguirre:

El alma es igual que el aire.
Con la luz se hace invisible,
perdiendo su honda negrura.
Sólo en las profundas noches
son visibles alma y aire.
Sólo en las noches profundas

Oscurece tu alma pura.
 
Déjame que sea tu noche,
que enturbie tu transparencia.
¡Déjame ver tu hermosura!




lunes, 10 de octubre de 2011

EXTRAÑAS SENSACIONES




Hoy he llorado, sí, a veces necesito llorar, el llanto es algo natural, lo mismo que la risa. Lloramos para desahogarnos y al contrario de lo que mucha gente piensa, llorar no es de personas débiles, se puede llorar por infinidad de motivos, rabia, amor, tristeza, alegría ... expresar lo que sientes y mostrar los sentimientos no es de débiles, si no de fuertes, débil es el que esconde lo que siente por miedo o por vergüenza. Hay veces que se llora porque la emoción es tan intensa que no la puedes controlar, eso es llorar de felicidad, cuántas veces lo he experimentado ... las lágrimas de alegría, de emoción, nos aportan la calidez
de un momento o época vividos tan sublimes, que todavía nos hacen vibrar a flor de piel.
Es bueno llorar de felicidad porque:

•Nos acerca a nuestra dimensión más humana y nos hace sentir vivos.
•Nos ancla en el ahora, aunque nos recuerde el pasado pues el llanto sucede aquí y ahora.
•Nos enseña que vale la pena vivir.
•Es una forma peculiar de sonreír.



La risa y el llanto tienen muchas cosas en común, entre ellas, y la más obvia, es que son contagiosos. La risa genera endorfinas, pequeñas proteínas popularmente llamadas de “la felicidad”. Las endorfinas actúan como neurotransmisores aumentando los niveles de células T, (linfocitos T o células T pertenecen al grupo de leucocitos que son conocidos como linfocitos) son los responsables de coordinar la respuesta inmune celular.
Algo similar ocurre con el llanto. Llorar nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina. Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad, además de eliminar toxinas.



Pues bien, hoy he llorado . Igual que la rosa despojada de sus pétalos, igual que el árbol que soporta en silencio la carga de sus hojas.

Extrañas sensaciones.

No encuentro el lugar perfecto donde guardar los sentimientos. Camino por calles, subo peldaños, voy soportando los días, las horas y los años, vivo primaveras, otoños e inviernos ... y sigo buscando.

Extrañas mutaciones.

Me gusta escuchar el sonido de la lluvia- viajera de un pasado- mirando embelesada la huella de su paso y las ondas perfectas que el agua va dejando, mientras crea pequeños espejos en forma de charcos.


Busco una manera de cobijar esos sentimientos, un lugar donde pueda llorar sin tapujos. Es difícil convertir un río en mar y es difícil plasmar el aroma de un jardín en mi cuaderno. Por eso prefiero escribir en el corazón que tiene páginas en blanco; es el papel perfecto donde copiar lo que siento, el lugar ideal para alojar las lágrimas, el ardor de los deseos o el color de los sueños.

Extrañas sensaciones.


martes, 27 de septiembre de 2011

EL TREN DE LA VIDA




Me gusta el aire, lo llevo en mi nick, me gusta volar, al fin y al cabo es parte de mi vida, la mitad, para ser exactos, pero desde que era niña me gustan también los trenes. Mis abuelos vivían cerca de una estación y tenía la oportunidad de verlos con frecuencia. La verdad es que me gustaba solo eso, verlos pasar, porque cuando tocaba viajar siempre me mareaba el olor y el traqueteo de las vías, el trasiego de maletas, billetes y la gente corriendo por los andenes me ponía muy nerviosa.



Me gustan los trenes antíguos, aquellas viejas locomotoras de vapor tenían su encanto, el sonido de la campana y del silbato, como en las clásicas películas de la
genial Agatha Christie.







Cuando viajamos en tren qué molestos son esos postes que van pasando rápidamente y que no te dejan ver con claridad el paisaje o al menos la lejana línea del horizonte. Muchas veces se ha comparado la vida con un viaje en tren, hay concretamente un escrito que habla de ello y que seguro conocéis. Para mí esos postes que van pasando tan deprisa son los contratiempos y trabas de la vida, porque llegar al final de nuestro destino sin pasar por barreras, baches y obstáculos es imposible. Hay una canción que dice "gracias a la vida que me ha dado tanto ... ", si, nos da y a la vez nos quita y cómo cuesta aceptar los percances, las pérdidas y cualquier tipo de padecimiento.

Creo que saber encajar los golpes de la vida no significa ser insensible. Se necesita resignación y sobre todo paciencia para poder enfrentarse a ellos.
Tener paciencia, que es decisiva para la propia maduración, con nosotros mismos y tener paciencia con todos (sobre todo con los tenemos más cerca).
Necesitamos armarnos de esta virtud, prepararnos para soportar contratiempos sin caer en la amargura. La paciencia otorga paz y serenidad interior. Hace al hombre capaz de ver la realidad con visión de futuro, sin quedarse enredado en lo inmediato. Le hace mirar por sobreelevación los acontecimientos, que toman así una nueva perspectiva. Son valores que cobran fuerza en nuestro paso por la vida para saber encajar los golpes y para mantener la esperanza y la alegría en medio de las dificultades.

Una vez oí: si tienes un problema y tiene solución ¿de qué te preocupas?

No hay que pensar tanto las cosas y vivir de tus impulsos, arrepentirte solo de las cosas que no haces, ya que si te arrepientes de algo que has hecho es porque has olvidado el motivo por el que lo hiciste, seguro que después de eso has madurado o por lo menos has aprendido algo.

Hay frases que se repiten constantemente:” La vida puede ser muy corta no la malgastes en pensar lo que debes o puedes hacer, simplemente hazlo”.
Es verdad, este viaje puede ser demasiado corto, la vida puede ser corta y qué pocas veces pensamos en ello. Los problemas nos agobian, las preocupaciones ocupan gran parte de nuestro tiempo, pero es que no resulta nada fácil dejar las cosas a un lado. Siempre pienso que TODO es solucionable, reparable, todo, queridos amigos, mientras la salud no falle y aún así, hay que seguir tratando de salir adelante hasta que lleguemos al final del camino, a ese final del trayecto que cada uno tenemos marcado.


Esta entrada está dedicada a todos los que de alguna manera necesitan un apoyo o un estímulo para sobrellevar problemas que afectan al cuerpo y a la mente.




La vida es muy corta para perder el tiempo con gente que no nos quiere.