Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

lunes, 28 de julio de 2014

VOLVER


Vuelvo a casa, como la canción I´m caming home de Tom Jones que suena de fondo. Si se pudiera congelar el tiempo lo haría siempre en los momentos más felices, solución mágica cuando estás deprimido, tienes problemas y recuerdos dolorosos. Lo descongelaría en esas fatídicas ocasiones y sería una terapia maravillosa para el cuerpo y la serenidad que necesita el alma. Empiezo bien la temporada... siempre imaginando sueños imposibles, pero así soy yo y no me importa reconocerlo.
El mes de junio no ha sido fácil y era necesario desconectar.

Después de unos días de descanso por tierras del Norte y lejos del mundanal ruido, en un lugar lleno de encanto, con un paisaje distinto cubierto de un verdor casi divino, un silencio roto tan solo por el sonido de los pájaros y las aguas del río Deva, un sitio privilegiado donde las montañas recogen los problemas y las preocupaciones y las suben al pico más alto para esconderlos en algún lugar del cielo que casi están tocando. Después de unos días en Asturias y en los Picos de Europa donde el mar y la montaña se dan la mano entre nubes, lluvia y un sol radiante, estoy de vuelta dispuesta a la rutina, pero eso sí, mucho más relajada. Y no voy a nombrar par nada el síndrome postvacacional, ese que aparece todos los veranos a la vuelta de las vacaciones y que no entenderé nunca, porque es dichoso aquel que disfruta de un trabajo en los tiempos que corren.




Es curioso como cambia la vida en lugares como el que he visitado. Quizá tanto silencio puede llegar a cansarte, en cambio la tranquilidad que se gana no tiene precio. El ritmo desenfrenado de las grandes urbes estresa al más pausado y sin embargo hasta aqui también puede llegar la rutina. Cuando ya llevas unos días rodeado de naturaleza, hay quien osa echar de menos el ajetreo de las grandes superficies, el trasiego de la gente y hasta el tintineo de los vasos de los bares y terrazas.

La vida rural es tan diferente...  La valoración por lo natural, el retorno a la tierra, revivir costumbres, placeres, colores... es como pintar un cuadro con un pincel que huele a campo, a miel, centeno, trigo, árboles, hojas y cortezas que dan lugar a una amplia gama de verdes, naranja herrumbre, tostados y tierras. Colores con recuerdos, placeres y momentos únicos que te proporcionan el sosiego que muchos necesitamos.



Observando las cimas de aquel lugar tan poco frecuente para mi, sentí la caricia de la libertad, una libertad sin adjetivos que habría que escribir con mayúsculas, al igual que las gentes que la cobijan, allá, muy lejos, en la paz de la montaña.

Lo cierto es que para aquellos que valoran la calidad de vida, estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad propia de las zonas rurales, de vez en cuando es un regalo que se acepta con gusto.


 


Porque la vida es como un largo río que nace en las montañas: torrentoso y fuerte cuando comienza, nada lo detiene; rápido y caudaloso cuando desciende; tranquilo en la llanura de la seguridad, casi sin vida en las pendientes de las dificultades, pero cargado de esperanza en su interior hasta que se funde en el mar que lo vio nacer y morir.


 
"Allá donde las casas, y después los árboles y , a continuación, la hierba desaparecen, nace un reino estéril, salvaje y mineral; sin embargo, en su pobreza extrema, en su desnudez total, ofrece una riqueza que no tiene precio: la felicidad que se descubre en los ojos de los que lo frecuentan."

Gaston Rebuffat. Alpinista

 
 




Vuelvo a casa

14 comentarios:

  1. Claro, un sitio perfecto para cargar baterías, me alegro que lo lograras.
    Besos y salud

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  2. Reponer fuerzas y acumular energía eso es genial, y se consigue en lugares donde la paz y la pausa conviven, donde no hay prisa y los horarios son biológicos y los paisajes relajantes.
    Has conseguido disfrutar de unas vacaciones reparadoras eso es estupendo, “bienregresada” Un abrazo con cariño.

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  3. Genin:

    Lo logré y eso que me fui con la moral por los suelos. Quizá para ti no tenga tanta importancia puesto que estás acostumbrado a ese tipo de vida.

    Abrazos siempre.

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  4. Ester:

    El mes de junio ha sido para olvidar y tirar a la papelera, he vuelto más animada pero para rematar me volveré a marchar algún día más en agosto. Te copio.

    Gracias Ester.

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  5. Adora la naturaleza, el campo, pero por un día a la semana, o a lo sumo dos. Me encanta lo bucíco y el silencio la tranquilidad de las cuatro paredes y el ruido de la calle si me apetece. Aquí siempre tengo la libertad de elegir.
    Si me pierdo para siempre no me busques en un paraíso verde de montaña, búscame en una gran urbe junto al mar. aunque a veces haya contaminación y huela a asfalto Por cierto el domingo voy a Peñalara:-)
    Bienvenida al ruido y las prisas. Bss

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  6. El silencio también llega a cansar, estoy de acuerdo contigo, pasar demasiado tiempo alejados cuando somos de asfalto se puede hacer monótono, pero de vez en cuando y en un buen hotel de montaña, se respira de otra manera. Al menos yo.

    Un abrazo.

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  7. Entre los árboles con el rielar de sus hojas , esas bellas y agrestes montañas , nos trasmites las esencias más humanas que anidan en tu corazón tan romántico .
    Gracias por volver ¡Nos haces falta!
    Besos
    André

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  8. Andrés:

    Me ha gustado tu comentario, me anima a seguir escribiendo cuando he sentido la tentación de dejarlo por un tiempo. La verdad Andrés, es que escribir es una buena terapia cuando has pasado por momentos tristes.

    Gracias.

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  9. Fotos muy buenas. Lugares maravillosos.
    Terapia asegurada disfrutando de esos paisajes.
    Este último párrafo del alpinista Gaston, me ha gustado.
    Pero con tu escrito donde das suelta a tus Pensamientos vividos, si que he disfrutado leyéndote.
    Mas aun, se te nota que vienes con esas "pilas totalmente recargadas".

    manolo

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  10. Manolo:

    Ojalá mis pilas no se desgasten y duren hasta la próxima estación, no soporto el calor y agosto se hace pesado.
    Gracias como siempre por leerme.

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  11. Que mejor descripción haz hecho en tu publicación querida amiga y me alegra de alguna forma que lo hayas sentido y es lo que trataba de explicarte en otras oportunidades. Ya estas en casa y trata de mantener esa energía mágica hasta la próxima vez que vuelvas a esos parajes hermosos y apacibles que te entregan paz y libertad.
    Yo preparando un fin de semana para salir fuera de la urbe. Todo bien Airblue salvo una lumbociática y una extracción molar uff, pero ya operativo para continuar pedaleando. Un gran abrazo a la distancia.

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  12. Supongo que estás "vacacionando" me voy rn un rato de vacaciones. Abrazos

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  13. Antonio:

    Si ya estoy de vuelta y me vuelvo a marchar de nuevo. Esta vez has tardado en dar señales de vida Martín, empezaba a preocuparme a pesar de que sé que no te olvidas de mi nunca.

    Cuida esa ciática y no deberías coger peso, amigo, se supone que el pedaleo de la cleta fortalece los músculos de las piernas pero son los llamados gemelos, la lumbalgia como dice su nombre, es de la espalda, de la zona lumbar que además te ha presionado el nervio ciático. Y duele, ya lo creo que duele... el calor local es bueno.
    Cuídate por favor, eres mi amigo más lejano pero a la vez muy cercano.

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  14. Ester:

    Unos días, solo unos pocos días más.
    Abrazos con sabor a mar.

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