Es difícil, creo que para mí es casi imposible de aceptar, sin embargo volví a caminar entre las tumbas llenas de flores, otras en cambio olvidadas y cubiertas por la hierba, que no sabe ni pide permiso para crecer sobre suelo santo. Soleada y fresca mañana la de un Burgos lleno de cipreses y crisantemos y de una ofrenda en la entrada como homenaje a todas las víctimas del covid.
Esta vez atravesé las puertas del cementerio temblando, casi no me sujetaban las piernas y haciendo un esfuerzo por contenerme llegué a la tercera zona con tres ramos de flores para ellos.
Ya sé que no importa la fecha, que da lo mismo abril que julio, pero desde la pandemia y luego mi enfermedad no he podido resistirme, lo que queda allí ya no es nada y aunque sé que mi madre conoce muy bien lo que me ha ocurrido, un día me pidió que no faltara una flor en su lecho, fue una manera de asegurarse mi recuerdo. No se la ocurrió pensar que siempre la llevaría en mi corazón.
Volviendo a Madrid llegué a la conclusión de que nuestra relación con la muerte está siempre en fase de negación: se oculta, no se habla de ella, nos incomoda y preferimos no pensar en el tema... Sin embargo ¡ qué importante es ser conscientes de nuestra propia muerte! Aceptarla, normalizarla, vivirla sin angustia: porque NO SE TRATA DE TEMER A LA MUERTE, SINO DE DISFRUTAR DE LA VIDA.
A mí amigo Alberto fallecido el 30 de octubre.
Mi niña, impacta y emociona tu entrada. Me quedo por todo lo positivo y real del último párrafo. Con todo mi corazón deseo que tu enfermedad vaya superándola, no se consigue de un día para otro, pero se logra, mi hija lo está logrando, está estupenda y contenta de su evolución.
ResponderEliminarSiento la pérdida de tu amigo, duele, imagino que sería joven...
Te dejo mis mejores deseos y un fuerte abrazo y beso, a seguir adelante, siempre adelante, preciosa.
Vivamos intensamente cada instante.
ResponderEliminarRecibe un abrazo muy grande.
Aprender a aceptar la muerte es parte de la vida. Un beso
ResponderEliminarSiento la perdida de tu amigo. La vida es solo un camino hacia la muerte, cada uno lo caminamos de una manera y cada cual se acerca al final de distinto modo, a mis muertos los tengo en el alma, hablo de ellos en presente y hablo muy a menudo. Hace años que no voy al cementerio. Un abrazo grande
ResponderEliminarHay que aprender que forma parte de nuestro transcurrir por la vida, nos acompaña siempre, hasta que decide llevársenos con ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo paso casi todos los días. Y para ir a donde me dirijo tengo inevitablemente que pasar ante la de mi amiga Manoli a la que le doy los buenos días cada mañana y la veo como era antes del final, le tiro dos besos y al volver otros dos. Su familia mas cercana vive lejos y suelen dejarle las flores en noviembre. luego yo suelo dejarle unas rosas que recojo por el camino sin fecha ni día. Me imagino que cuando le dejaron las de este año retiraron la rosa y los capullos que la acompañaban ya algo ajados y también me imagino que anduvieran intrigados por quien será quien le deja las flores.
ResponderEliminarTambién le han dejado una de esas velas que se apagan continuamente, así es que me he provisto de un encendedor.
Llevo ya casi tres años, pero como en mi paseo me pilla de camino cada mañana entro.
Tenia 38, ya no recuerdo a su marido y a su hija ni la conocería ya si la viera. Pero a ella la veo cada mañana.
ResponderEliminarEl creyente sabe que la muerte de aquí es pasajera, porque se vivirá en la vida verdadera después de la muerte ...
ResponderEliminarfe y esperanza nunca soltar.
Anhelo que estés bien.
Tu amigo estará feliz por este texto, donde quiera que esté. Muy sentido, y sí, hay que temer a no vivir estando en vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Es verdad que vivimos en una sociedad que niega mucho la muerte y eso nos hace especialmente inmaduros para aceptarla cuando nos toca de cerca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón la vida hay que vivirla.
ResponderEliminarDisfrutemos de cada momento.
ResponderEliminarLo has dicho muy bien... vivir la vida.
Te mando un abrazo muy grande .
¡Hola, Airblue!
ResponderEliminarBuena reflexión; lo único que tenemos seguro en la vida es que en algún momento vamos a fallecer.
Así que vamos a vivir a consciencia aprovechando cada segundo.
Lamento que hayas estado con la salud envolatada; deseo que ya estés gozando de buena salud.
Un enorme abrazo.
Dicen que la Vida de los que murieron está en el Recuerdo y Memoria de los Vivos,y yo pienso que es así. Mientras estén en nuestros pensamientos,en los diálogos, incluso creyendo que nos pueden seguir ayudando. Dicen que el Tiempo cura su ausencia,yo pienso
ResponderEliminarque no, esta ausencia nos persigue. El tiempo solo hace que nos adaptemos a la nueva situación - con dificultades- los recuerdos y momentos vividos siempre estarán ahí. Es cierto Air, es un Tema del que no se habla por lo menos en nuestra Cultura, si lo normalizáramos igual disfrutaríamos más de la Vida. Un Abrazo
Muy cierto lo que dices hay de vivir la vida, lamentablemente hay quienes se adelantan al viaje sin retorno, pero viven en nuestro corazón, un saludo cordial desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarAsí es amiga, se trata de disfrutar de la vida y cuando llegue la maldita hora sobre todo que sea rápida y sin sufrimiento que es lo peor.
ResponderEliminarUn abrazo y buen resto de semana.
La muerte es parte de la vida, pero se teme por desconocimiento hacia ella, solo tenemos especulaciones. Un tema muy interesante.
ResponderEliminarSAludos.