Llevo despierta un buen rato, el calor, ¡ este maldito calor ! , tengo la camiseta húmeda, pegada a la espalda, miro el reloj, las 5,50, madre mía qué pronto, está aún oscuro, ya va alargando la noche.
Decido levantarme y salgo a la terraza, parece que corre un poco de brisa, a lo lejos, una tenue raya de luz divide el horizonte, separando el cielo del mar. Me pongo a hacer un rato de yoga, sentada en el suelo, empiezo a recitar los mantras, mi perro, un precioso Lhasa Apso de suave pelo color champagne, me da un lametazo en la espalda que me desconcentra, ¡ vaya susto!, vuelvo a recitar los mantras, pienso en el calor que debe estar pasando el pobre con su abrigo de lana , me río, nada, no me concentro.
Poco a poco el horizonte se tiñe de rojo que en unos minutos se irá anaranjando. Como un espejo, el mar, refleja los colores en la cresta de las olas, las nubes, antes invisibles, ahora moldean su volumen con los tonos del arcoíris. Como un punto dorado de luz va apareciendo el sol, lentamente, majestuoso, dueño y señor del firmamento y poco a poco su luz lo va inundando todo, lo transforma todo, lo que antes no era, ahora es, la oscuridad huye, la vida está aquí de nuevo.
Un nuevo amanecer de verano en el Mediterráneo y después de todo un mes donde solo a estas horas puedes liberarte un poco de la muchedumbre, del gentío, del bullicio de los descapotables y las motos, después de la lucha mañanera para encontrar un trocito de arena en la playa,¿ quién vuelve a la rutina de la gran ciudad dejando lo que tanto me gusta, el mar?. Pero no, estoy equivocada, este mar no es el que me gusta, este no es el mar que me trae los mejores recuerdos de mi infancia. Este es el mar abotargado de agosto y sus aguas templadas me recuerdan a una bañera y la espuma de sus olas convertida en pompas de jabón.
Bendito mar el de entonces, el Cantábrico, lleno de conchas y caracolas, de castillos de arena fina y de preciosas cabriolas donde tantas veces me he mojado los pies.
Recuerdo aquellos versos de Tagore:
Vengo a ti para que me acaricies
antes de comenzar el día.
Que tus ojos se posen un momento
sobre mis ojos.
Que acuda a mi trabajo sabiendo
que me acompañas, amigo mío.
¡ Pon música en mí mientras atravieso
el desierto de ruido !
Que el destello de tu amor bese las
cumbres de mis pensamientos y se
detenga en el valle de mi vida,
donde madura la cosecha.
¿ No has oído sus pasos callados ?
Él viene, viene.........siempre viene.
antes de comenzar el día.
Que tus ojos se posen un momento
sobre mis ojos.
Que acuda a mi trabajo sabiendo
que me acompañas, amigo mío.
¡ Pon música en mí mientras atravieso
el desierto de ruido !
Que el destello de tu amor bese las
cumbres de mis pensamientos y se
detenga en el valle de mi vida,
donde madura la cosecha.
¿ No has oído sus pasos callados ?
Él viene, viene.........siempre viene.
El mar refleja los colores en la cresta de la olas ¡pero que bonito!tu perrito es una belleza, igual que tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Isabel
El Mediterráneo no me trae recuerdos, casi, tampoco el Atlántico, los que mas recuerdos me traen, el primero como a ti, el Cantábrico, y el segundo, el Caribe, lo curioso es que ambos vieron mi transformación de la niñez a la adolescencia,y a la adultez...
ResponderEliminarEs curioso, viviendo en el sur del sur, y es raro el día que pueda pasar unos minutos de calor por mucha temperatura que tengamos... y sin gastar un duro de luz, tu ya sabes por donde van los tiros solares, es lo que tiene ser viejos amigos, conocemos nuestras cosas...jajaja
¡Pásalo genial que es lo que queda!
Besitos y salud
Qué bonita entrada Airblue. Me recuerda que el 15 estaré ya en una playa malagueña y aunque pase calor me apetece la verdad, después de este verano tan atípico por estas tierras norteñas.
ResponderEliminarDe recuerdos tengo para los 2, del Cantábrico como no, de los juegos en mi infancia y luego ya jovencita del Mediterráneo, mis primeras vacaciones solitaaaaa con amigas, amores de verano, juerga y ganas de comerte la vida.
Ainsss precisamente en mi última entrada despidiéndome hasta la vuelta, recuerdo esos veranos mediterráneos y esa playa malagueña, a la que vuelvo después de taitantos años. UFFFF
Un beso muy fuerte Airblue
Hola querida amiga lejana, muy buena tu entrada, con mucha nostalgia también recuerdo muchos pasajes en las distintas etapas de mi vida en la costa y esos momentos tan especiales que se producen, el aroma, el aire, las personas todo lo que conlleva con las vacaciones.
ResponderEliminarBonito tu perro nunca me hablaste de él, claro está que me gustan los más grandes jajaja.
Me alegro que estés disfrutando de esos ricos aires marinos y de su serena vida en la playa.
Un gran abrazo Airblue.
Besana Isabel;
ResponderEliminarVerás, el comienzo de mi entrada es mitad verdad, mitad ficticio. Mi perrito murió hace años pero le recuerdo sobre todo en los veranos, en el mar, mientras contemplaba aquella tranquilidad, él me acompañaba. Son vivencias que llevo en el corazón y que de vez en cuando me gusta recordar.
Gracias por visitarme Isabel¡cómo me gusta tu nombre! hay muchas razones por lo que me gusta.
Genin:
ResponderEliminarSuerte que tienes de conocer el mar del Caribe.... Yo me he pasado veranos en el Cantábrico desde que era muy pequeña. Las playas de laredo, Santoña, Sardinero y la Concha eran las que frecuentaba. Había días que íbamos a la playa con chaqueta y todo nublado.Bbuscábamos una duna para refugiarnos del fresco, aún asi era una delicia.
Un beso Genio, cuídate.
Luna Azul:
ResponderEliminarYa te lo dije en tu sitio. que pases felices vacaciones en esa playa mediterránea y sobre todo que vuelvas, amiga.
Un beso.
Antonio:
ResponderEliminarMi buen amigo lejano, el otro día me acordé de ti, fuí al aeropuerto a recoger a mi hija que venía de Londres y había montones de grupos de jóvenes y no tan jóvenes que venían de Chile, Filipinas, México, etc,etc, con motivo de la visita del Papa. Pensé en que si hubieras venido, ya tenías alojamiento en mi casa. Algún día volaré a tu pais, lo intentaré al menos. En el aire no hay distancias.
Besos con sabor a mar.
Bonito post, como siempr, Airblue.
ResponderEliminarLos mares todos son hermosos y al fin y al cabo es el mismo mar con diferentes orillas.Puede que sea por costumbre, pero yo amo la bravura del Cantábrico y el Atlántico, pero aquí casi siempre tiene color gris o azul-verdoso oscuro por la falta de un sol radiante la mayoría de las veces.Cuando hace buen día entonces el paisaje es espectacular.
Yo estoy en mi calita de Mera(a tan solo 18 km de la ciudad) viendo salir los barcos de Coruña y los veleros que pasean por la bahía y los aviones que llegan al aeropuerto, que casi siempre sobrvuelan Mera y las playas adyacentes antes de aterrizar.
Me gustaría contactar contigo si vienes por aquí para darte un abrazo. Pero ni tú ni yo tenemos nuestros correos personales en el
blog y no puedo enviarte mi móvil, por si tuvieses tiempo para vernos.
¡Una lástima!
Un fuertisimo abrazo y espero que pases unos días estupendos en mi ciudad.
Me olvidaba, Genin tine mi correo. Si tienes tú el de él, pídele el mio de mi parte, por favor, y ponme un correo para que yo pueda darte mi teléfono.Ahora se lo digo también a Genin. un abrazo.
ResponderEliminarjajajaja Haber si desfacemos el entuerto, yo tengo el correo de Chela, si, pero no el tuyo por tanto no te lo puedo dar sin hacerlo publico, no recuerdo si tienes el mio tu, así que por si acaso y visto el interés de Chela te doy el mio del blog que se puede ver en el perfil, para que me escribas y darte el correo de Chela, me dais envidia me encantaria estar en Coruña tomando una cervecita con vosotras, pero todo se andará:
ResponderEliminarmiherencia@hotmail.com
Besitos y salud