Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

domingo, 22 de julio de 2012

SENSACIÓN DE VIVIR



Cuando uno llega a cierta edad parece que los años vuelan, que el tiempo pasa mucho más deprisa que cuando se es joven. Recuerdo las ganas que tenía de cumplir los dieciocho, no llegaba nunca la fecha y cuando por fín llegó, el resultado no fue el que esperaba porque como nunca representaba la edad a pesar de mi estatura, en todos los espectáculos que antes estaban clasificados me siguieron pidiendo el DNI, me daba una rabia tremenda, era la única a quien siempre preguntaban la edad. De los veinte a los treinta la vida cambió radicalmente, al menos en la época que me tocó vivir, pero también se me hizo largo, eran años en los que la sensación de vivir formaba parte de tu ego y hasta pasaba desapercibida. Demasiados estudios, trabajo y luego formar una familia.

Hace unos meses tuve un problema de salud que me hizo pensar que la vida hay que saborearla cada instante, no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Mientras se es joven no se piensa en la vejez hasta que llega el momento de pasar por la situación, que debido a la edad y la dependencia te ves obligado a afrontar: en mi caso, la experiencia de llevar a un familiar allegado a una residencia de ancianos. A ese lugar mal llamado asilo y que ahora muchos lo han bautizado como "aparca-abuelos". Dura prueba, bastante dura, porque implica tener que salir de una casa, su casa, a la que sabe que es muy difícil volver.
Hace poco en un programa de televisión, un conocido psiquíatra comentaba este tema, decía que donde mejor está un anciano es en su domicilio y rodeado de su familia, es más, que es una obligación impuesta. Por supuesto y no cabe duda, Dr.X, que es lo ideal y lo que todos queremos, pero Dr.X, muchas veces no es tan fácil. Cuando se tienen noventa años y una invalidez que implica una dependencia total, aún conservando las facultades mentales en buen estado, no todas las familias pueden convertir su casa en un hospital, el anciano necesita amplitud para mover la silla de ruedas, un baño geriátrico apropiado, colchones antiescaras y en definitiva una serie de comodidades que una casa de dimensiones normales no puede tener.

Los años no perdonan y si encima existe deterioro neuronal, la situación se complica. A veces el calor y el cariño de la familia no es suficiente. Cada paciente, cada ser humano, es un caso y las necesidades no son las mismas. Tuve a mi madre con Alzheimer hasta que una enfermedad irreversible se la llevó cuando estaba llegando a la fase final, pese a nuestro dolor hubiera terminado en un centro especializado, pero por desgracia o suerte no hizo falta.
Hay algo que se llama resignación por ambas partes, sobre todo cuando a pesar de la edad la persona conserva la lucidez. Es entonces cuando la situación se vuelve todavía más dura, durísima. Se sienten perdidos y no acaban de adaptarse, están más atendidos y solo  piensan en su casa, en sus pertenencias y en todo lo que acaban de dejar.


Tremendas me resultan las visitas a este tipo de centros, con amplios y bonitos jardines, salas de terapia ocupacional, gimnasio, biblioteca e incluso piscina y sala de cine. Aunque la mayoría de ellos carecen de todo ésto, son todo lo contrario, salas con poca luz y espacios muy justos, en definitiva tristes. Las otras, las que llaman de lujo, son jaulas de oro que carecen de lo más importante, humanidad, que brilla por su ausencia y por ahí sí que no paso, con dinero o sin él, el maltrato al anciano y la falta de respeto siguen siendo incontrolables para los familiares, el personal de estos" hogares"deja mucho que desear, ya sé que no se puede generalizar, que hay gente encantadora, pero aunque solo sea uno quien cometa el fallo  de una palabra hiriente o de un mal gesto, es suficiente, aprovecharse de una deficiencia o de cualquier dependencia , es una de las mayores injusticias y debería estar penalizado. Cuánta falta de profesionalidad existe y cuánta gente con vocación está esperando una oportunidad para demostrar lo que valen. A cuántos diría yo ¡a la calle!, porque no sirve usted, señora o señor, si no tiene un mínimo de paciencia o mejor todavía, un  poquito de caridad y deje el puesto de trabajo a quien verdaderamente lo merece.


No, no me gusta lo que veo y me he llevado más de una sorpresa.

Siempre que atravieso la puerta, mi corazón se encoge viendo sus miradas perdidas, sus manos extendidas pidiendo unas palabras o un pequeño saludo. Muchas personas comparten su soledad entre recuerdos y nostalgia. Sin embargo esas mentes ausentes y esos cuerpos ajados, a pesar de todo os prometo que siguen sonriendo.
Después, salgo al exterior y siento la verdadera sensación de vivir.
P.D. Hay muchas personas que líbremente prefieren retirarse a una residencia. Su elección es voluntaria y se adaptan perfectamente.

12 comentarios:

  1. Buen tema nos dejas hoy.
    Te diré que mi madre, fundó una Residencia en el barrio para los ancianos sólo de ese barrio, para que todo estuviese relacionado con su vida. Los mismos edificios, los comercios y la familia los llevaba de paseo o los que mejor estaban, se llevaban a otros a dar una vuelta por el barrio y saludar a sus vecinos de toda la vida. pero lamentablemente, los años y la enfermedad, limitan el saber quienes son y qué hacen allí.

    Es un tema muy delicado y hoy en día nuestra sociedad acomodada, no desean responsabilidades o no hay las condiciones adecuadas en las viviendas , cosa que hace más fácil, sacarlos de casa a pesar suyo.
    Te dejo mi ternura.
    Sor.Cecilia

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  2. Bueno corazón, sabes como pienso sobre este tema, pero tienes mucha razón en lo que comentas, llega un momento que un anciano no puede vivir solo porque no puede valerse por si mismo, ese es mi temor mas inmediato, a las familias no se les puede lastrar con ese cuidado, muchas aunque quisieran no pueden hacerlo, tampoco está muy claro que algunos ancianos se puedan permitir económicamente costearse una residencia decente.
    En fin, conozco gente que trabajan en esos centros y ni siquiera ellos está de acuerdo con el trato que reciben los ancianos, yo me quedo asombrado con lo que comentan, no me extraña que se refieran a estos lugares como "parking de ancianos o "antesalas de la muerte" y ahora con los recortes que se están haciendo los problemas pueden llegar a ser insufribles, en fin, yo para mi ya sabes que tengo las ideas claras y cada día que pasa me reafirmo mas en ellas.
    Besos y salud

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  3. Buen tema querida amiga y muy triste demasiado triste el trato que se les dá a las personas de edad, un total abandono y ningún respeto. La verdad es que me atemoriza el quedar dependiente de la familia o en uno de estos äsilos¨. Me reservaré lo que pienso al respecto.
    Un abrazo Airblue...:(

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  4. Es muy duro lo que escribes. PERO ES LA CRUEL REALIDAD.

    Todos deseamos que nos dejen en nuestra casa el mayor tiempo posible.
    Pero hay que ser realista, no todo el mundo `puede. Un0s por no estar capasitados para valerse, como bien escribes, otros, por la parte económica.
    Y con sinceridad, sin falsos prejuicios, la vida de un anciano, en casa de un familiar, destruye la armonía, por su dependencia, que no se le puede dar continuamente, viviendo para ellos.
    Yo cuando me llegue el momento ( que pido irme antes de que me llegue y en eso no se manda) al menos que tenga la suficiente lucidez, de saber encajar ese momento y no ser un trasto, que divida familia y cause dolor a los seres que quiero.

    Eres maravillosa Air-blue, has sacado un tema, que en su mayoría, prefieren solayar y evitar pensar en ello.

    Son sentimientos, que son muy duros y se sufren con ellos y sin embargo, hay que tomar esas decisiones.

    Te admiro por ello, manolo

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  5. Sor Cecilia:

    Tema peliagudo, diría yo, pero real como la vida misma. Me ha gustado lo que cuenta, hermana,la labor de su madre fue maravillosa y muy gratificante.Tendría que ser así, ya es bastante doloroso salir de tu entorno y acostumbrarse a otro ambiente en el que ves toda clase de problemas. No lo estoy pasando muy bien, cuesta mucho dar el paso que hemos dado.

    Un abrazo desde el otro lado del mundo.

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  6. Genín:
    Ya sé como piensas, claro que lo sé y quizá te haya tocado la fibra más sensible, precísamente a tí que siempre estás dando vueltas a lo mismo. No lo pienses, deja que la vida siga su curso y cuando llegue el momento siempre habrá una mano a tu lado y si no la hay, cojo la avioneta y me planto en tu ranchito. ¿Que no?, no te apostarás mil euracos....

    Besos azules.

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  7. Antonio:

    Mientras la salud nos acompañe, no hay problema. Claro que nadie sabe cómo llegaremos, te aseguro que después de lo que estoy viendo, preferiría no llegar y te lo digo de verdad. Nadie quiere ser una carga para los suyos.

    Veo que se solucionó el problema de mi blog.

    Un abrazo amigo lejano.

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  8. Manolo:

    Me alegra tu vuelta a la blogosfera.
    Es un tema duro que como bien dices, no lo pensamos hasta que lo tenemos encima. Cuesta sacarlos, cuesta ir a verlos, porque vuelves con una tristeza inmensa, cuesta creer lo que te cuentan, cuesta todo, querido amigo. Ojalá la vida se compadezca y tengamos un final feliz, sin cargas ni molestias.

    Un abrazo y recuerda: no estás solo.

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  9. Mar1923/7/12

    Se como te sientes Air, yo lo llamaría un (Tema Valiente)hablas de ello con realismo y una dura sinceridad. Eres especial, pones toda tu ternura en temas que otros pasan de "puntillas"
    Los años pasan,y tarde o temprano van dejando su huella. Fisicamente las personas acusamos deterioros que siempre dejan su"marca"psiquicamente nos podemos mantener mas tiempo, pero, todas las emociones nos afectan con mayor intensidad, y....un día son olvidos otro ausencias y nuestra mente fragil y confusa acaba sucumbiendo.
    Cuando tenemos a alguien cercano es cuando mas pensamos en ello, en el mañana, y en un futuro incierto.

    Un Abrazo Air desde la Isla.

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  10. Gracias Mar, estás en tu isla ¡qué suerte!, Laura irá a Palma en octubre a un congreso, ahora acaba de llegar de Estados Unidos y yo... esperando tomarme unos dias tranquilos a final de mes, que¡vaya año llevamos!!!!. Pero hay que aceptar las cosas segun vienen. Ahora toca la abuela que lleva tres meses en Las Rozas y no acaba de adaptarse, ha sido casi una tragedia.

    Un abrazo y felices vacaciones.

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  11. Sabes que yo tengo solicitada plaza en una residencia privada, en plena ciudad. Personalmente no teniendo familia directa(hijos o hermanos) personalmente prefiero ser atendida por profesionales que mal vivir en casa y atendida por personal no cualificado. Cada día me cuesta más hacer las cosas de la casa y no quiero tener apego a nada. Deseo vivir mis últimos años libre de ataduras domésticas.

    Otro tema es que no hay suficientes residencias para personas váiidas en las propia ciudad o lugar donde vives y que tengan un ambiente agradable. Para mi lo ideal vivir en una residencia pero saliendo y entrando para verte con las personas conocidas y familiares, y poder asistir a los lugares de costumbre, conciertos, cafés, paseos, etc. Lo más triste es ser muy mayor y dependiente, estar sola en una casa sin relacionarse con nadie ni recibir visitas...

    El mayor lo que requiere es cariño y lo importante es que lo reciba. allí donde esté, en su casa o en una residencia. Hay que elegir el lugar donde este mejor atendido pero también donde él quiera estar

    Un fuerte abrazo.

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  12. De como una denuncia por malos tratos se convierte en una venganza.

    http://maltratoalanciano.blogspot.com.es/

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