Contemplemos el ocaso, o mejor la incipiente luna. La noche se acerca y para muchos será sinónimo de descanso y para otros la puerta más directa a la soledad.
Pero cómo podría describir esta palabra tan buscada muchas veces, tan impuesta otras.... El caso es que tiene nombre de mujer y es tan necesaria para nosotras como para ellos y tan temida por todos cuando nos vemos sometidos a ella.
Y qué entendemos por soledad, ¿se puede decir que a pesar de vivir en una sociedad tan amplia, cada día más unida al progreso, en la que las distancias están superadas por las nuevas tecnologías, que estamos realmente solos?.
Si el hombre es social por naturaleza, por qué nos cuesta tanto sentirnos parte de un todo. Estamos rodeados de compañía y seguimos sintiéndonos solos. Sin embargo necesitamos de ella como válvula de escape de nuestros estados ansiosos y aunque sea muy importante sentirse queridos y encontrar de vez en cuando un punto de apoyo en los demás, es bueno que el hombre esté solo, que temple su estado de ánimo y relaje su espíritu.
La soledad se adueña de todo lo que fue, lo que existe, lo que no vendrá, lo que está roto. Y nos duele el dolor sordo de la ausencia. La soledad es amarga y dulce a veces, se bebe en vaso largo y hasta se saborea. Cuántas veces en esa ausencia acunamos sueños imposibles que nunca llegan.....
La noche tiene el encanto de la soledad más pacífica y relajante. Mientras el sueño intenta adormecer mis pensamientos, yo trato de sumergirme en las sombras más profundas. El día tiene demasiadas horas estresantes, demasiados minutos agobiantes y por ello necesito vivir la noche con el único fin de dejar que mi mente se libere de tensiones, preocupaciones y ajetreos. Intento sobre todo apartar mis obsesiones, fantasmas que me tienen presa desde hace ya mucho tiempo y que mi exterior nunca muestra, jamás lo ha mostrado. Procuro rechazar esos pensamientos que me agobian y no transmitirlos a los que me rodean, ellos no lo entenderían y dudo mucho que lo aceptaran. En estos momentos la soledad, mi soledad, es beneficiosa y me aferro a ella pensando que no hay soledad triste si de verdad lo deseas.Y me pregunto cuánto tiempo tiene que pasar aún para que mi mente llegue a recuperar la estabilidad que necesita, antes al oír aquella voz mi alma se llenaba de energía, ahora ya la voz, su voz, quedó anclada entre sonidos sordos, vagando en el aire. En las noches suelo recordar sus palabras de aliento. Aquellas palabras llenas del calor de una madre.
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El silencio tiene rostro,
la soledad lo dibuja en el recuerdo.
El silencio tiene múltiples colores,
la soledad sus grises y sus sombras.
El silencio no tiene pentagramas,
la soledad es toda una sinfonía.
El silencio tiene cuerpo delicado,
la soledad lo acaricia noche a noche.
El silencio tiene labios de esperanza,
la soledad lo besa en la penumbra.
El silencio camina entre los bosques,
la soledad es la huella que lo sigue.
El silencio habla en un santuario,
la soledad son las voces que nos llaman.
El silencio canta en verano y primavera,
la soledad llora en otoño y en invierno.
Nuestras voces, nuestros besos y caricias
son los silencios,
reviviendo día a día en la distancia.
ClaJor.
Without you. Sin ti, si no estás. La agonía de un corazón solitario. Otra forma de soledad que duele mucho. Dos amigas me han dicho que les gusta esta canción y me uno a su elección. La versión de Harry Nilsson, (1972), es la original y para mí la mejor.
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Soledad y silencio. Dos situaciones que me agradan y que en la noche, vivo con especial enfasis. Soledad física que no soledad del alma. Silencio y quietud en mi entorno, que no silencio en mi interior.
ResponderEliminarEn esa situación es cuando alimento el espiritu, cuando mi mente es capaz de crear, cuando me encuentro conmigo misma y proyecto acciones futuras, cuando repaso mi quehacer trazo correcciones a mis desaciertos...
El silencio y la soledad para mi son productivos. ¿Y la música?...Es la magia que hace fértil esos espacios...
Me gusta visitarte. Deberia estar durmiendo pero estoy recreándome en lo que escribes, en las fotos, en la música.
Gracias por ser como eres, y por permitirnos acceder a tus pensamientos. ¡Eres un regalo!
Pos, si, Chela tiene razón, por eso eres mi doctora preferida...jajaja
ResponderEliminarHe esado disfrutando de todo lo que escribes, tambien de la canción, que fué de mis preferidas y que tantas veces he cantado...Mira por donde, a lo mejor la canto luego...
Pero queria comentarte, que muchas veces achacamos a la soledad responsabilidades que no tiene ni en lo positivo ni en lo negativo...
Pienso, que el relax que nos produce la soledad, la serenidad, nos impulsa al recuerdo...y se produce la cadena inevitable, del recuerdo a la añoranza del ser querido, de momentos que ya no pueden volver, y a veces equivocadamente yo se lo atribuyo a la soledad, craso error...
Pero en fin, ya se sabe, en mi Parking particular, tengo tiempo para reflexionar y seguir metiendo la pata...Que es una forma de sentirse vivo...Será por tiempo...
Un beso, y que los recuerdos sean balsámicos, salud, Genín
Escucharla en cualquier momento hubiera sido igual de maravilloso, pero escucharla en una tarde de domingo ha sido enviarme de vuelta a un guateque de juventud....
ResponderEliminarCuantas tardes de domingo pasadas en aquel local de un antiguo amigo....2 bolsas de patatas, unas coca-colas y un montón de discos...
Esta tarde os envió una sonrisa y una lagrima que se escapa de mis ojos...
Gracias por hacerme recordar.
Hola señora guapa, cuando usted pueda, se pasa ud, por mi blog que hay un encarguito para usted...jejejeje
ResponderEliminarSalud,Genín