AIRES SALUDABLES

Muchos de vosotros estaréis disfrutando de unos días de descanso. Otros por diversas circunstancias aún no, pero seguro que a todos os apetece salir a dar un respiro estéis en meses calurosos o invernales. Os propongo de nuevo una salida. ¿Me acompañáis al sitio que acabo de visitar?

Pues ¡¡¡¡¡¡ Vámonos de viaje !!!!! a los....

PICOS DE EUROPA

Increíble paisaje, donde se mezclan colores como el verde de sus praderas, el gris de las montañas rocosas y el azul intenso de un cielo entrevelado a ratos por las espesas nubes.

EL VALLE DE LIÉBANA

El valle de Liébana está situado en Cantabria delimitado por la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa, con parte de su territorio en la Reserva Nacional del Saja y en el Parque Nacional de los Picos de Europa. En la articulación de estos dos altísimos macizos se ubica este bello valle de Liébana, que en el fondo se mueve entre los 100 metros de altura sobre el nivel del mar de la Hermida y los 300 de Potes, su capital.

La comarca de Liébana, parte importante del Parque De los Picos de Europa, es un territorio perfectamente definido de montaña -incluso de alta montaña en algunas zonas-, que es atravesado por el río Deva y sus dos principales afluentes: el Quiviesa y el Buyón. Es un territorio cerrado al que desde el norte sólo se puede acceder por el Desfiladero de La Hermida, carretera que discurre paralela al río Deva y entre escarpadas murallas de roca caliza, casi verticales, algunas con más de 600 metros de altura.

Liébana se caracteriza por tener una variedad climática sorprendente, donde se alterna un microclima propiamente mediterráneo con los rigores de la meteorología alpina en las zonas más elevadas. Es una reserva natural donde aún perviven especies arbóreas autóctonas: encinas, alcornoques, robles y hayas, en bellos bosques, y en el que sobreviven especies protegidas como el oso, el corzo o el urogallo.

Su condición de gran valle cerrado, con grandes diferencias altitudinales y de fuertes pendientes proporciona una gran variedad de condiciones ambientales . Su relieve cerrado hace que tenga este microclima diferente al del resto de la región, afectado por un clima atlántico.

El Valle de Liébana es un lugar que merece la pena visitar. Arte románico, preciosas montañas, paseos increíbles y una gran gastronomía.



Liébana cuenta con una importante producción artesanal de alimentos elaborados a partir de materias primas locales. En los últimos años, se han recuperado para la venta productos fuertemente enraizados en la tradición local, que antiguamente se elaboraban casi exclusivamente para el consumo en el seno de los hogares. La producción de quesos, orujos, embutidos, miel y mermeladas suma más de 40 empresas, cuyas producciones crecen cada año.

La calidad de los quesos de Liébana está reconocida por dos de las Denominaciones de Origen de Cantabria: D. O. Quesucos de Liébana y D. O. Picón Bejes-Tresviso. Los Quesucos comprenden una amplia gama de quesos de pequeño tamaño, en torno a los 400 grs., elaborados a partir de leche pasteurizada de vaca, cabra, oveja y/o mezcla de estas leches. Se trata de quesos sin prensar (por autoescurrido), y alcanzan su maduración óptima a partir del mes. Este queso se elabora principalmente en el Valle de Camaleño, y a pesar de la denominación común, cada quesero consigue un producto único y diferente. De pasta firme, compacta y color ligeramente amarillento, los Quesucos tienen en general un sabor suave y una textura mantecosa.

La comarca de Liébana cuenta además con una importante y creciente producción de orujos. El orujo lebaniego es un fuerte aguardiente destilado en alquitaras gota a gota, y se caracteriza por su peculiar aroma a pepita de uva. En los últimos años se está abriendo a nuevos mercados fuera de la comarca, e innovando con productos diferentes al orujo tradicional, como los licores con sabores muy variados (té del puerto, frutas, crema, etc.) que, gracias a su conseguida elaboración, cuentan con gran aceptación

entre los consumidores.

El cocido lebaniego el plato cumbre y más representativo de la gastronomía lebaniega. La conjunción de carne, chorizo, cecina, tocino, repollo, patatas y otros condimentos, sobre la base de pequeños y finos garbanzos, cocinados a fuego lento, logran una sustanciosa preparación difícil de igualar. Primero se sirve un caldo con fideos obtenido de la cocción de los ingredientes, y se continúa con los garbanzos, el relleno y el compango.

No hay que olvidar el tostadillo (vino dulce y licoroso), el té del puerto (infusión de agradable aroma y suave gusto obtenida de una planta silvestre de las tierras altas lebaniegas) o los deliciosos postres caseros.

Liébana tiene en el Parque Nacional de los Picos de Europa, la culminación de su accidentada y bellísima orografía, con cimas superiores a los 2.600 metros.
La vida tradicional de Liébana se ha caracterizado hasta hace poco tiempo por el aislamiento y la autosuficiencia, lo que explica que la comarca haya conservado un interesante y variado patrimonio etnográfico.

POTES

Potes es la capital de la comarca de Liébana, pertenece a la comunidad autónoma de Cantabria y se encuentra situada en el lado sur de Picos de Europa, cuyo impresionante Macizo Oriental sirve de encuadre a los bellos paisajes de sus valles llenos de bosques y praderas.

POTES. Río DEVA

Centro neurálgico de la zona. Con los Picos de Europa como fondo. Su acceso a través del desfiladero de la Hermida, entre montañas, es algo impresionante.
Zona de mucho movimiento, por su mercado de los lunes sobre todo. En este famoso mercado se encuentran todo tipo de productos lebaniegos , sus deliciosos quesos con denominación de origen: “Picón-Bejes Tresviso” y los “Quesucos”. Frutas, como las manzanas, cerezas , peras y uvas. Frutos secos como nueces y castañas. El orujo (famoso aguardiente) con sus variedades. Incluso su artesanía está presente en este mercado. Numerosos lugareños ofertan sus productos en varios puestos situados en una céntrica plaza de la villa, haciendo las delicias del gourmet más exigente.






Potes tiene todos los servicios que pueda desear un viajero: hoteles, casas rurales, restaurantes, empresas de aventura que ofrecen un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de unos días de vacaciones. El la fotografía vemos un templete rodeado de flores, que a veces sirve de lugar de exposiciones y venta de obras de arte.

FUENTE DÉ

Los numerosos pueblos y aldeas de la comarca sirven de base a numerosas excursiones y paseos, posiblemente el más popular sea Fuente Dé punto de partida de un teleférico que salva cerca de 800 metros de desnivel y nos coloca en una plataforma con una espectacular vista. La estación superior del Teleférico, llamada popularmente por los montañeros como el Cable, esta dotada de restaurante, cafeteria y tiendas.

MOGROVEJO

Situada en un alto, con fantásticas vistas al valle y los Picos de Europa se encuentra Mogrovejo, una de las aldeas lebaniegas más típicas, apenas alterada por el paso del tiempo. Mogrovejo es uno de los pueblos más bellos y mejor conservados de Liébana, motivos por lo que ha sido decla- rado conjunto histórico rural. Sobre el caserío sobresale ya en ruinas la torre almenada de Pedro Ruiz de Mogrovejo, de finales del siglo XIII.

Por último visitaremos el monasterio de Santo Toribio, situado tan solo a 3 km al suroeste de Potes.
Es un importante centro religioso y lugar de peregrinación de gran significación histórica. En el inicio de la “Reconquista” muchos cristianos huyeron de la invasión musulmana y buscaron refugio en los montes de Liébana. El monasterio jugó un papel importante en aquella época.






El monasterio también es conocido por albergar el “Lignum Crucis”, admitido por la iglesia como el mayor fragmento que se conserva en la actualidad de la cruz de Jesucristo, que fue traído de tierra santa por en el siglo V por el obispo de Astorga, y posteriormente fue trasladada a estas tierras lebaniegas con motivo de protegerla de la invasión musulmana.


Bien , ahora me gustaría invitaros a tomar un café y un tostadillo en el lugar donde me alojé. Un sitio tranquilo, en plena montaña, rodeado de jardines, árboles frutales y acompañados por "Yebra", una de las dos hembras de San Bernardo que guardan siempre el hotel.




Gracias por acompañarme por estas tierras cántabras a las que tengo tanto cariño.