Estoy mirando el cielo del verano, a veces azul y a veces gris por la calima. No sé cuántos veranos han pasado desde entonces, pero me sigue gustando mirarlo, quizá busco en él un aire todavía más azul y limpio cuando siento que los recuerdos me ahogan o cuando quiero revivir escenas únicas de mi vida. Hay veranos inolvidables, llenos de sorpresas, de experiencias y hasta de líneas que llegan a marcar el destino. En verano se ganan amores y también se pierden. Los que ganamos debemos conservarlos en paños de oro tratando de cuidarlos y mimarlos lo mejor posible, es la única manera de que sigan brillando y que el calor del estío no los marchite.
Los que perdemos, algunos hasta pueden recuperarse casi sin esfuerzo, solo con la voluntad. Otros en cambio dejan en nosotros cicatrices en el alma, mientras brillan en la oscuridad del firmamento y quedan escondidos entre miles de estrellas.
Por eso me gusta mirar el cielo de verano, de todos los veranos.
Cuando era niña y llegaban las noches calurosas, me pasaba largos ratos antes de la cena balanceándome en el columpio que teníamos en el jardín de la casa. Mi padre había hecho casi una obra maestra partiendo de un cajón de madera y unas gruesas cuerdas. Estaba colgado de un fuerte árbol frutal bastante fuerte pero añejo, por eso crujía tanto su ramaje cada vez que soplaba el viento o rezumaban las gotas de humedad después de un día de lluvia.
Aquellas noches de verano tenían la magia de mis pocos años. Aún recuerdo la bella silueta de mi madre cuando se acercaba para llamarme. La oscuridad del jardín se iluminaba con su rostro . Si alguien me preguntara ahora el significado de la palabra felicidad, mi respuesta sería algo tan simple como el revivir aquella escena de la candidez de mi infancia, bailando con el vaivén de un viejo columpio e intentando en cada impulso subir cada vez más alto y robar una estrella..
Ahora sigo mirando el cielo del verano que apenas sujetan los clavos de plata de aquellas estrellas. No sé ya cuánto tiempo ha pasado, cuántos veranos mirando al cielo, no importa ya la oscuridad de la noche, siempre quedará la luz y la mirada del recuerdo.
Claro amiga, no importa los años que pasen, los veranos que han pasado, o los venideros, esos, los de nuestra niñez, los de nuestro amor, de nuestros hijos, nuestros amigos, aquellos, los felices, los de la mirada limpia y esperanzada, los veranos sin temor, sin angustias, los de nuestras creencias, nuestros principios limpios, nuestra ternura, todos ellos los llevamos en el corazón para siempre.
ResponderEliminarCuídate mucho, por favor.
Besos y salud
Hermosos recuerdos. Te he imaginado perfectamente en el columpio del jardin de tu casa subiendo cada vez mas alto para poder alcanzar esa estrella azul que brilla mas que las otras, pero no podias, porque eran tus ojos reflejados en el cielo del anochecer.
ResponderEliminarBesitos Air
"Si alguien me preguntara ahora el significado de la palabra felicidad, mi respuesta sería algo tan simple como el revivir aquella escena de la candidez de mi infancia"
ResponderEliminarAcabás de revivirlo y para nostros también...imaginaba el momento y sonreía.
Me gusta contemplar las noches, es un momento mágico y que reúne muchos momentos similares, a veces buscando la complicidad y otras un poco de sosiego.
Claro que prefiero tu verano para eso, en este momento no me atrevo a mirar el cielo en las noches, sino a través de la ventana, con 3° C...no estoy ni tan romántica, ni tan loca,(sólo un poco).
Preciosa tu entrada!! y me encanta la cabecera del blog.
Un beso gigante y sincero, aunque nos "prohiban" los besos por la gripe; los virtuales no contagian y son igualmente de afecto real.
Con mi cariño de siempre, querida Air.
Genin:
ResponderEliminarQué verdad es querido amigo lo que comentas. Hay mucha gente que prefiere olvidar el pasado, por nostalgia o por malos recuerdos, yo no puedo ni quiero. Tuve una infancia feliz, lo reconozco, sin falta de nada pero sin excesos. Por eso hay escenas que llevo guardadas y que necesito a veces compartir.
Al fin y al cabo es historia personal. Todos somos historia.
Cuídate tú también y sigue con tu contagioso buen humor.
Un beso mi Genio.
Gata:
ResponderEliminar¡Menudo piropo!.... muchas gracias por lo que dices.
Pero te estaba echando en falta ¿estás bien?
Besos.
Safiro:
ResponderEliminarRecojo tu beso antes de que los virus del ciberespacio me lo roben....je,je.
No te preocupes, la gripe pasará de largo, no se areverá a traspasar la puerta de tu casa. Fumigué con estrellas azules desde mi avioneta.
Cuidaros todos. Sé que no es tan virulenta como dicen. Mi hija tuvo alumnos el mes pasado enfermos y ella se libró. Aqui al menos es una gripe común, a pesar de lo que alarma la prensa.
Besos princesa. Te invito a sentarte conmigo en mi columpio, compartiremos también una barrita de chocolate.
Cuantos recuerdos divagan en la mente cuando con una simple melodía te lleva hasta ese profundo y atesorado sentimiento nostálgico de cuando eras joven donde tenías todo el poder y brios de juventud para querer, amar, jugar, correr y sentir esa libertad de antaño y que guardamos para ahora sentarnos tranquilamente a recordar toda esa felicidad que teníamos a mano y que el tiempo y nuestra mente se encargó de ocultarlo como un gran tesoro.
ResponderEliminarUn abrazo Airblue.