Voz de mi hija.
Voz de mi hija.
domingo, 8 de mayo de 2011
LA VIDA SE VE MEJOR DESDE ARRIBA
Después de unos días de descanso por tierras del Norte y lejos del mundanal ruido, en un lugar lleno de encanto, con un paisaje distinto cubierto de un verdor casi divino, un silencio roto tan solo por el sonido de los pájaros, un sitio privilegiado donde las montañas recogen los problemas y las preocupaciones para subirlos al pico más alto y lanzarlos al cielo que casi están rozando. Después de unos días en los Picos de Europa donde el mar y la montaña se dan la mano entre nubes, lluvia y un sol radiante, estoy de vuelta dispuesta a la rutina, pero eso sí, mucho más relajada.
Es curioso como cambia la vida en lugares como el que he visitado. Quizá tanto silencio puede llegar a cansarte, en cambio la tranquilidad que se gana no tiene precio. El ritmo desenfrenado de las grandes urbes estresa al más pausado y sin embargo hasta aqui también llega la rutina. Cuando ya llevas unos días rodeado de naturaleza, incluso se llega a echar de menos el ajetreo de las grandes superficies, el trasiego de la gente y hasta el tintineo de los vasos de los bares y terrazas.
La vida rural es tan diferente ... La valoración por lo natural, el retorno a la tierra, revivir costumbres, placeres, colores ... es como pintar un cuadro con un pincel que huele a campo, miel, centeno, trigo, árboles, hojas, cortezas que dan lugar a una amplia gama de verdes, naranja herrumbre, tostados y tierras…Colores con recuerdos, placeres y momentos únicos que te proporcionan el sosiego que muchos necesitamos.
Observando las cimas de aquel lugar tan poco frecuente para mi, sentí la caricia de la libertad, una libertad sin adjetivos que habría que escribir con mayúsculas, al igual que las gentes que la cobijan, allá, muy lejos, en la paz de la montaña.
Lo cierto es que para aquellos que valoran la calidad de vida, estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad propia de las zonas rurales de vez en cuando, es un regalo para el cuerpo y para el alma.
La vida es como un largo río que nace en las montañas: torrentoso y fuerte cuando comienza, nada lo detiene; rápido y caudaloso cuando desciende; tranquilo en la llanura de la seguridad, casi sin vida en las pendientes de las dificultades… pero cargado de esperanza en su interior hasta que se funde en el mar que lo vio nacer y morir.
"Allá donde las casas, y después los árboles y , a continuación, la hierba desaparecen, nace un reino estéril, salvaje y mineral; sin embargo, en su pobreza extrema, en su desnudez total, ofrece una riqueza que no tiene precio: la felicidad que se descubre en los ojos de los que lo frecuentan."
Gaston Rebuffat. Alpinista
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Muy bonitas las fotos.
ResponderEliminarSe nota que te sentó bien ese viaje y estar mas en contacto con la naturaleza.
Cuando salgo del campo, en donde como sabes hago mi vida habitual, y por lo que sea tengo que viajar a la ciudad, al principio estoy muy agusto, porque los contrastes me gustan, pero muy pronto empiezo a añorar el silencio y los sonidos de la naturaleza y deseo volver a mi ranchito...
Besitos y salud
Me alegra mucho al leer tu entrada y que digas que estas mejor para continuar sobreviviendo en la urbe. Demás estaría decir algo de lo narrado, porque es lo que siento cuando me escapo a esas grandes montañas que por suerte tengo muy cerca. Un abrazo querida amiga.
ResponderEliminarQue bonito viaje Air,ami me encanta la montaña y siembre que tengo ocasión,disbruto mucho de las alturas de los paisages y como dices se esta mas cerca del cielo, besos y que seas muy feliz Cispas
ResponderEliminar¡¡Que preciosidad de escrito y de fotos.
ResponderEliminarA mi tambien me gusta mucho el norte y la tranquilidad del campo y por eso solemos ir en vacaciones.
Besitos air.
PD Espero que estes bien
Genin:
ResponderEliminarYa veo que nunca llueve a gusto de todos.... tú estás acostumbrado al campo, al silencio, yo todo lo contrario, sin embargo lo he buscado porque lo necesitaba, además aquello es un sitio precioso. Lindando con Asturias, estuve en Llanes y me gustó mucho.
Un beso querido amigo.
Antonio:
ResponderEliminar¿Qué te voy a contar a ti que ya no sepas?, te dedico esta entrada, está hecha a tu medida y cuando veo montañas siempre me acuerdo de mi amigo lejano.... y a la vez tan cercano....
Un beso.
Cuca:
ResponderEliminar¡Anda que tú no viajas! y haces bien. A mi me cuesta un poco salir, preparar maletas y la vuelta siempre es un caos, pero es verdad que merece la pena desconectarse un poco y cambiar de aires.
Besos azules.
Gata:
ResponderEliminarGracias por tus elogios. El Norte es precioso, Cantabria me trae muy buenos recuerdos y voy bastante por allí, mi hermana tiene una casa muy bonita en Santander, en el Sardinero y por ella conocemos todos los alrededores.
BESOS AZULES.
Helloooo from Greece and ΣτάΛες στο ΓαΛάΖιο
ResponderEliminarblog team...
fantastic place so peaceful and calm ... I do not understand the text of your posting the photos but I think I say it all...
Kaημερα απο την Ελλαδα...
BlackRose:
ResponderEliminarThanks a lot for visiting my blog. The text speaks about the quietness of the mountains faced against the noise and stress of big cities. When you see the peaks of that site not so usual for me, I feel the caress of freedom, a freedom without adjectives that should be written with capitals, like the people living there, very far, in the peace of the mountain.
With my best wishes.
Welcome to my blog. The text refers to the tranquility of the mountain.
ResponderEliminarNoting the tops of the place so rare for me, I felt the touch of freedom, a freedom without adjectives that would be written in capital letters, like the people that the shelter, there, far away in the peace of the mountain .
Σας ευχαριστούμε για την επίσκεψή μου blog.
Ah, el campo, la montaña... creo que conoces todas mis pasiones, je, je.
ResponderEliminarEs en esos lugares donde experimento el verdadero significado de la palabra "comunión".
Me encanta que hayas podido disfrutarlo. Los cielos siempre son preciosos, pero a veces necesitamos una referencia para distinguirlos en plenitud. Esos campos y montañas, esos sonidos y olores, nos aportan la escala necesaria. Y todo lo que queda es... disfrutar.
No dejas de sorprenderme, agradablemente. Mira que podías haber citado autores de montaña, pero has elegido a uno de los menos conocidos por los "ajenos" al mundo de la montaña; y a la vez más conocidos por los alpinistas (sí, alpinistas "de verdad", de Los Alpes). Ahora que mi condición física no está ya para deportes extremos, subo imaginariamente a todas sus cumbres gracias al libro de rutas alpinas de Rebuffat y recorro las vías de escalada que el describe a la vez con detalle técnico y con belleza. Uno de los libros de cabecera de los jóvenes alpinistas, que permite descubrir y amar los Alpes, antes de adentrarse en Himalayas y otras montañas quizás más épicas, pero seguro que no tan bellas. Me estás inpirando... volveré a echarles un vistazo esta noche.
:-)
Tengo que andar por Asturias. Aún lo tengo pendiente. Pero no acabo de llegar porque siempre me queda tanto por ver mientras voy de camino... Así, me acabo deteniendo en mi querido (y tuyo también) Burgos más de lo previsto, o descubro montañas casi ignoradas en las rutas turísticas y montañeras clásicas, como las de Palencia (mi descubrimiento del verano pasado: un paraíso casi desierto).
Vecina, tienes facilidad para inspirar.
Besos
Bowman querido amigo, no solo el aire nos llama a los dos, hay otras alturas que también nos llenan de satisfacción. Vecinos y residentes en Madrid, ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.