Me gustaría que me acompañáseis a visitar una ciudad muy apreciada
Venid conmigo por favor a mi querido BURGOS, la ciudad que me vio crecer, a la que sigo ligada y de la que guardo los mejores recuerdos.
El avión de Airblue está a punto de salir. Un A320. Burgos tiene ahora un pequeño aeropuerto, el de Villafría, en él no aterrizan aviones de tanta envergadura, pero en el mundo virtual todo es posible así que subamos al avión que tomará tierra en el centro de la ciudad sin problemas. ¿Embarcamos?...
Y bien, ya hemos llegado a Burgos. Vamos a comenzar si queréis con un recorrido corto por los lugares más frecuentados por los visitantes y los propios burgaleses. Calzado cómodo y una buena ropa de abrigo es lo que necesitamos, porque el viento del norte suele soplar con fuerza y por lo general siempre al atardecer. Un clima continental extremado, con inviernos largos y veranos demasiados cortos, sin primaveras y con otoños deliciosos.
Entramos primero en el Paseo del Espolón, la zona arbolada y ajardinada más céntrica y popular de todos los parques de Burgos. Entre los puentes de San Pablo y de Santa María. Se fue formando desde finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX con sucesivas intervenciones urbanísticas siempre con criterios de lugar de esparcimiento ciudadano y según el gusto histórico de la época. Es un lugar de especial encanto muy frecuentado por los burgaleses.
¡Qué recuerdos! ... parece que estoy viendo a esa niña con trenzas que paseaba de la mano de su padre los domingos por la mañana. El puesto de barquillos, el que todos conocemos como el barquillero redondo y rojo, siempre estaba en la misma esquina del paseo. Unos de forma alargada tostaditos y otros unas obleas grandes, tan grandes que casi te tapaban la cara y a mí se me iban los ojos ... y el kiosko de Avelino con el último número del TEBEO o el almanaque, que era todavía más grueso y más caro. La señora con la cesta llena de chucherías, las barritas de regaliz y los chupetes de fresa ... mmmmm ¡qué ricos!. Había unas manzanas bañadas con caramelo que no me gustaban mucho, pero tenían un color rojo brillante que alegraba la vista y daba gusto verlas allí pinchadas.
Sigamos con nuestra visita: Justo al final del Espolón se encuentra el Arco de Santa María, antesala del gótico.Es la puerta más señorial de las que existían en Burgos. Su aspecto actual data del siglo XVI y la remodelación fue llevada a cabo por Juan de Vallejo y Francisco de Colonia.Simula un castillo con dos robustos cubos y un arco de triunfo en honor a Carlos V todo ello presidido por Santa María la Mayor.
En las hornacinas se ubican las figuras de los jueces Nuño de Rasura, Laín Calvo y de los condes Diego Porcelos, Fernán González y el Cid. Destaca la Sala de Poridad, lugar de reunión del Concejo de Burgos hasta el siglo XVIII con motivos nos y artesonado mudéjar.
A continuación atravesaremos este Arco para ver a la estrella de la ciudad: Su majestad la Catedral, conocida también como el “bosque petrificado”. La grandiosidad y belleza de esta catedral gótica ha sido reconocida internacionalmente y desde 1984 es Patrimonio de la Humanidad. Es la única catedral de España poseedora de esta distinción por la UNESCO de forma independiente, sin necesidad de incluirse en el centro histórico de una ciudad o en compañía de otros edificios.
Para muchos, además de ser el templo gótico español por excelencia, es uno de los grandes monumentos del Camino de Santiago.
Ligada a la historia de nuestro país, en su interior descansan los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, y su esposa doña Jimena y aunque sea la armonía y majestuosidad de su arquitectura lo que más impresione, es ante todo un templo vivo, construido para el culto y la oración, dedicado a la Virgen María.
En el siglo XIII, la creciente prosperidad de la ciudad de Burgos, hito destacado en el Camino de Santiago demandaba una catedral más amplia que la existente (una catedral románica dedicada a Santa María impulsada por Alfonso VI). Tras su demolición se comenzaron las obras de la nueva catedral bajo el patrocinio de Fernando III el Santo.
Su construcción se prolongó desde 1221 hasta 1765 y, aunque predomina en ella el estilo gótico, también hallamos muestras de otras tendencias artísticas, reflejo de sus diferentes etapas constructivas. Las obras se prolongaron durante 5 siglos sufriendo los vaivenes de los factores económicos, sociales y del mecenazgo.
En resumen, la Catedral de Burgos reune una rica variedad de estilos pertenecientes a los siglos XIII, XIV, XV y XVI. Lo que más destaca, es la armonía final de este conjunto.
Hoy es solo un lugar de paso y descanso.
El Paseo de la Quinta está situado en el margen izquierdo del río Arlanzón en el camino de la Cartuja de Miraflores. Se encuentra entre el área natural de Las Veguillas, los Viveros Municipales y el Parque de Fuentes Blancas, una de las zonas arboladas más importantes y próxima a los extensos pinares de la Cartuja de Miraflores. Es una superficie boscosa muy frecuentada por sus valores naturales.
Y siguiendo hacia el norte por este camino llegamos al Monasterio de San Pedro de Cardeña.
El Monasterio de San Pedro de Cardeña evoca la memoria del Cid y su esposa Doña Jimena que aquí quedó con sus hijas al amparo de los monjes al partir el Cid hacia el destierro. La abadía fue renovada en los siglos XVII-XVIII aunque conserva vestigios románicos como la torre y el claustro de los Mártires del siglo XII. La iglesia conventual es de tres naves, del siglo XVI, y aneja a ella se abre la capilla del Cid donde estuvo enterrado el héroe castellano y varios de sus familiares. En la sala Capitular encontramos una preciosa sillería y tablas de seguidores de Ribera y Juan de Juanes.
La orden de los monjes de este Monasterio es de clausura y ellos mismos cultivan sus tierras y elaboran los productos que luego venden al público. Legumbres, embutidos , vinos y el famoso licor de hierbas "Tizona", muy digestivo y dulce.
Podríamos seguir más tiempo por esta tierra castellana sin dejar de mencionar sus alrededores, arte, cultura y buena gastronomía, pero no quiero cansaros. Además estoy segura de que volveréis, siempre ocurre lo mismo, la gente se sorprende al ver esta ciudad tan limpia y cuidada y no tarda en volver a visitarla.
Muchas gracias por haberme acompañado. Espero que haya sido de vuestro agrado la excursión.
Hace frío .... ¿os apetece un buen asado de cordero regado con vino de la Ribera del Duero?
Mi homenaje a BURGOS por todo lo que ha significado y significa para mi.
Fotografías realizadas el 2 -11-2007 por J.A.M.C