Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren este camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, pero a otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todos los llamamos amigos.
Porque en la amistad, los pensamientos, los deseos, las expectativas, nacen sin palabras, y son compartidas con callado gozo.
Llevo más de tres meses tratando de localizar a un amigo, gran persona conocida por muchos seguidores de su blog por su sencillez y por las anécdotas que tanto nos han hecho sonreír. Nos felicitó la Navidad en su última entrada y desde entonces nadie ha vuelto a saber nada de él. Me refiero a Manolo, http://marinosinbarco.blogspot.com.es/ , por el que muchos de vosotros os habéis preocupado y preguntado.
Afortunadamente su hijo se ha puesto en contacto conmigo. Su salud no es buena y ha decidido retirarse a una residencia muy cerca de Sevilla donde su calidad de vida ha mejorado favorablemente.
Estoy segura de que os alegrará saber que está bien. Intentaré animarle todo lo que pueda y que algún día se acerque al ordenador para dejarnos unas palabras.
Solía decir: "Son las cosas de Manolo".... y también eran nuestras porque las compartía con humor y cariño.
Desde aquí, amigo Manolo, mi más sincero abrazo.