Voz de mi hija. Los sonidos del silencio

Voz de mi hija. Los sonidos del silencio.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

CANTA CONMIGO




En un desayuno con amigos escuché algo que muchas veces me ha hecho pensar. Alguien dijo que todos somos capaces de tocar un instrumento o de pintar un cuadro si nos lo proponemos y somos constantes. Puso de ejemplo al niño que empieza a dibujar. El primer día copiará el jarrón o las flores a su modo, con cuatro garabatos unos mejor hechos que otros, el segundo día lo pintará un poco mejor, el tercero ya se parecerá más al dibujo que tiene delante y así sucesivamente hasta dejarlo perfecto. Dijo lo mismo en cuanto a cantar, bailar o hacer cualquier manualidad por difícil que sea.

Pues no estoy de acuerdo, con el arte se nace, existe una predisposición, una facilidad innata que no todo el mundo posee. Según esos argumentos todos podríamos llegar a ser como Velázquez, Chopin, Pavarotti o el mismo Miguel Ángel. No, no pienso igual y que me perdonen los que opinan lo contrario. Es verdad que cualquier aptitud podemos mejorarla y para ello existen los Conservatorios de música y las escuelas de pintura y bellas artes, pero hace falta algo más, si falla lo principal como tener oído, ser capaz de componer una pieza musical, tener lo que se conoce por perspectiva, saber determinar la profundidad y situación de los objetos a distintas distancias o que tus manos puedan expresar la belleza de un paisaje en un trozo de tela o en un papel, por mucho que se intente,  el resultado nunca es el esperado.  Llegar a ser un maestro en cualquier rama artística es muy difícil aunque no imposible.
 El arte implica perfección y se necesita tener una habilidad innata. Es cierto que podemos esforzarnos en aprender, pero reitero la predisposición para ello. Amadeus Mozart con tan solo cinco años ya componía obras musicales y en cuanto a cantar cuántos ya desde niños tienen una voz privilegiada.



Cantar es diferente, mal o bien todos sabemos y podemos aunque no tengamos educada la voz. Poner letra a la música es un placer. El canto es necesario y ahí va la pregunta: cantamos porque estamos felices o somos felices porque cantamos?. Recientes estudios indican que se trata de lo segundo. Cuando cantamos el organismo produce endorfinas, lo que conlleva a una sensación prácticamente inmediata de bienestar y alegría. Actualmente y como consecuencia de estos beneficios se esta utilizando el canto para el tratamiento de enfermedades como la depresión o la ansiedad. Además si esta actividad se realiza en grupo mejoramos la autoestima.

Cantar frente a otros puede ser difícil para las personas tímidas al principio, pero cuando finalmente se logra, la sensación de haber conseguido un reto suele ser muy beneficiosa.
Cantar disminuye el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Es una actividad aeróbica que mejora la eficiencia del sistema cardiovascular, se relaciona con la reducción del estrés y la longevidad. Cuando cantamos aumenta la oxigenación en la sangre y en el cerebro, manteniéndonos más alerta.
El canto ejercita los músculos abdominales e intercostales. Estimula la circulación. Mejora la postura corporal. Es una actividad adecuada para cualquier edad y se está estudiando y probando su eficacia para prevenir y erradicar la apnea nocturna y los ronquidos. El canto mejora los problemas de memoria, demencia o incluso el Alzheimer. Mi madre cantaba conmigo, era capaz de seguirme y pronunciar la última palabra de la canción, estando en una fase ya muy avanzada.

Cantemos entonces, cantemos en solitario, en un karaoke, con los amigos, durmiendo al bebé o en la ducha, cantemos donde sea. El canto es el beneficio de la voz y muchas veces se canta para no sentirse solo.


Si nuestros bravos quedan sin abrazo,
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos.

 
Cantamos porque el río está sonando…
cantamos porque el niño y porque todo…
cantamos porque el grito no es bastante…
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera.

 
 Porque en este tallo en aquel fruto,
cada pregunta tiene su respuesta,
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos 
dejar que la canción se haga cenizas.
 
 
Mario Benedetti (fragmento)

martes, 18 de noviembre de 2014

EL HUMO DEL TREN



El 19 de noviembre de 2006 este blog cumple ocho años. Decidí crearlo en un momento crucial de mi vida, necesitaba una distracción que me ayudara a salir un poco del entorno triste por el que estaba pasando.
He tenido la oportunidad de conocer virtualmente a muchas personas, algunas hasta he llegado a darles un abrazo. Durante este tiempo, he podido comprobar que tengo amigos en la distancia que los siento más cercanos que los reales, amigos que han compartido conmigo fotografías, éxitos, alegrías y desde luego también tristezas. A todos ellos he intentado entretener y he dedicado mis escritos con todo el afecto posible.
Gracias a todos, a los que se fueron, (que han sido bastantes), a los que siguen en la brecha durante estos años y a los que me visitan asiduamente, que por pocos que sean, para mi es más que suficiente, sin vuestros comentarios el blog no tendría sentido.


"El humo del tren" fue una de mis primeras entradas.







Mientras escribía en un foro de amistad que fue desapareciendo poco a poco, se me ocurió la idea de volver a resucitar uno que en su día y coincidiendo con ese momento crucial de mi vida, me ayudó bastante. Las conversaciones eran amenas y la persona que lo ideó alegre y jovial.

Me refiero al TREN de la AMISTAD

Un tren ficticio que Marina creó y que poco a poco se quedó aparcado en la estación del olvido. Un tren que a mí me sirvió de compañía y donde entraba la mayoría de las veces a refugiarme, en aquellas noches largas llenas de tristeza y lucha contra la incipiente depresión que me estaba amenazando.

Decidí poco después ponerlo en marcha y convertirlo en un lugar especial donde fuera posible cambiar impresiones, divertirse y con magia elevar la imaginación como el humo de su virtual locomotora.
Un rincón de sueños y destellos del alma, lleno de vagones azules donde compartir emociones y mostrar lo que siente cualquier corazón solitario y no hacía falta billete. Intenté crear un lugar donde la mente descansara, donde la fantasía se hiciera realidad a través de palabras cargadas de buen ánimo. Pero sobre todo un lugar donde reinase la amistad y el respeto mutuo, donde la solidaridad y el afecto serían las premisas más importantes. En definitiva un ambiente fresco que permitiera un poco de distracción.
 
No sé si lo llegué a conseguir, pero creo que al menos sí hubo más de una sonrisa mientras caminábamos por las vías de la VIDA.


A todos los que alguna vez viajaron en él, gracias.




AMIGO, CÓMO TE IMAGINO

 
¿Tu edad? la de los increíbles pinos altos,
erguidos, majestuosos, musicales, indefinida,
indistinta, indiferente tal el esplendor de su contextura.
 
Tu voz, como las olas que se entrechocan,
serena como la luna bañándose en un lago,
o como el viento que arrasa y acaricia.
 
Tu mirada, un pasaje sin final hacia el infinito
tonalidades de arco iris
eternos dulzura, amor, pasión sin barreras.

Y tus manos, caricias que dejan huellas en las colinas de mi cuerpo
que amasan arena para ser una sola playa 
 fuerza que emana del centro de la existencia.

 
 
VALERIA AZUL


 
 
 

lunes, 10 de noviembre de 2014

CIPRESES

 
 
Sé que cualquier día del año es válido, no hay por qué adaptarse a una fecha concreta y además nunca me gustaron las imposiciones, ni los recordatorios, pero ella me lo pidió: "una flor, aunque solo sea una" y la tendrá siempre mientras sea posible.
Burgos y su cielo encapotado con una fina llovizna me recibió una vez más. Aunque parezca mentira su cementerio no me parece triste, quizá sea porque en estos momentos me da más pena el mundo de los vivos y allí en cambio me encuentro rodeada de silencio, de un sordo silencio que me llena de paz, lejos de ideologías políticas, de ambiciones, de falsas promesas.
 Decía Ramón Gómez De La Serna que "un cementerio es una gran botica fracasada", una frase que puede parecer polémica pero que no le falta razón.
 

 
Entre cipreses danzando al compás del viento con un movimiento encadenado, desfilan en silencio las escenas del pasado, las palabras se congelan y entonces una lágrima se escapa. Es bueno llorar. Sin que nadie se de cuenta apreté mis manos, cerré los ojos y sepulté el suspiro. Detuve el tiempo cerrando todas las compuertas, y en esa breve paz encerré con siete llaves todo el infinito.  



Lágrimas furtivas
 
Cuando el alma se rebela
emerge cristalino el llanto
y las lagrimas consuelan
de aquello que duele tanto.
 
Pero algunas enjugadas
que no pueden ser vertidas
por furtivas por calladas
ellas son las mas sentidas.
 
Y es que en silencio se expresan
tan solo buscando calma
y luego a su cauce regresan
por los caminos del alma.
 
Barceló de Castro