Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

jueves, 31 de octubre de 2013

BENDITA SENSIBILIDAD



La indiferencia es el peor enemigo de la sensibilidad, sin embargo tener un carácter demasiado sensible tiene tanto ventajas como inconvenientes, aunque a veces pesen más los segundos. Ser hipersensible implica tener que aprender a equilibrar y no dejar que la ternura emocional domine tu vida. En el mundo materialista lo espiritual no tiene cabida, no se entiende ni convence y además es triste que a uno le tilden de egocéntrico, incluso de egoísta por tener unas debilidades que son emocionalmente normales pero que a veces necesitan un mínimo de atención.. Mis problemas son solo míos, estoy de acuerdo hasta cierto punto, aunque nuestras preocupaciones no deben repercutir en nuestro entorno, es humano buscar un oído que escuche y unas palabras que alienten,  Las personas importan y mucho, preocupa en excesivo la enfermedad, la miseria y el sufrimiento, que muchas veces nos lo llevamos cargado a la espalda y en mi caso por ejemplo, resulta raro que a pesar de los años no logre acostumbrarme, el tiempo no ha endurecido mi alma, las cosas me siguen afectando como el primer día que conocí de cerca el dolor.

Un Blog no es un diario, al menos no debería serlo. Es un oasis en el espacio virtual donde unos leen y otros escriben lo que quieren o les apetece, quizá porque sienten una libertad extraña que en determinados momentos concuerda con su estado de ánimo, donde como dice bien una amiga, se pueden escapar los sentimientos, pero también donde es más fácil  que aflore tu sensibilidad, demostrar que el cerebro rige perfectamente, que asimila y controla, porque a veces uno teme estar perdiendo el juicio.
Y si fuera así no me importaría nada, hay locos maravillosos que dejan corta la cordura.

 

Bendita sensibilidad
Que me permite conectar con mi propia realidad; disfrutar de las simples cosas cotidianas, descubrir que el sol, la luna, el amanecer, el ocaso y todo el firmamento es bello y en parte me pertenece.
Hermosa sensibilidad
Que me hace sentir feliz, valorar y amar los regalos que me brinda la naturaleza, la lluvia, la brisa, el rocío, las flores, las aves y en ese entorno amarme y amar a los que me rodean. Mansa emoción que no me permite odiar ni maldecir, que me deja jugar, asombrarme y reír como una niña traviesa, inocente y feliz, que me introduce en un mundo sin rencores, sin discriminaciones, ni envidias y por encima de todo ser menos insensible al dolor. Dulce locura mía que me hace robar las amapolas de una primavera imaginaria para llevarlas a un otoño real. Que me permite querer y recibir cariño de un modo muy peculiar.

Ser sensible es un rasgo. Ser "altamente sensible" es algo que eres, no es algo que tienes.​ No es un trastorno, ni es una patología.

Siendo así, no me importa ser sensible. Me gusta recordar tiempos felices, llorar por la gente desaparecida, por unos ojos que me preguntan ¿me voy a curar?, emocionarme con la música y me duele ver ese piano mudo desde hace tiempo.


martes, 22 de octubre de 2013

SU NOMBRE: GOL

 
 



Amo a los animales y por lo tanto les debo respeto, son seres maravillosos que nos dan ejemplo; no entiendo la crueldad del ser humano ante estos seres, pues ellos nunca vulneran nuestros espacios, a diferencia del hombre que siempre esta buscando la manera de hacerles daño; quisiera tener poderes para poderlos salvar del peor DEPREDADOR, el hombre.
La cacería de animales por el puro placer “deportivo” es antinatural, debido a que en la naturaleza no se sabe de ninguna criatura que mate a otro ser vivo sólo por “diversión”. Los animales salvajes casi siempre matan dentro de la llamada cadena alimenticia. En ese sentido, el instinto de cacería del “cazador-deportivo” es poco natural e inhumano. Si en nuestro país se produjera una reducción en la cacería, sería posible que, eventualmente, más animales se atreverían a mostrarse– desde una distancia- ante las personas. Habría que convencer al cazador que “dispare” con una cámara: Es igualmente deportivo, excitante y una verdadera manera de honrar y respetar la libertad.

  GOL era nuestro perro de caza. Nunca entendí esta afición de mi padre. Cada vez que llegaba a casa con alguna presa, que casi siempre eran perdices y algún que otro conejo, no sabría definir el dolor y la rabia que sentía. Nunca comprendí este mal llamado deporte cuando era el primero que defendía, quería y cuidaba a los animales. Con su precioso caballo llamado Mambla, mi padre practicaba otra afición, la Hípica. Durante años participó en numerosos concursos, ganó muchos trofeos, entre ellos más de treinta copas de diferentes tamaños que conservamos con orgullo.

GOL se perdió una vez que salió a cazar, estuvo tres días deambulando sin comer ni beber,
 
pero siguiendo la pista llegó a casa cansado y famélico después de haber recorrido unos cinco kilómetros. Mi padre lo inmortalizó en este óleo. El marco es de madera trabajada por él.




“La grandeza de una nación se mide por el trato que da a sus animales”. (Mahatma Ghandi)


jueves, 10 de octubre de 2013

FRÍAS de BURGOS

 


 
Burgos es una ciudad donde la temperatura es bastante fresca, los inviernos son duros, sin embargo ahora en otoño puedes encontrar mañanas soleadas en las que apetece dar una vuelta por el medievo, visitando lugares  con calles estrechas y empinadas y por encima de todo llenas de historia.
FRÍAS es la ciudad más bonita y pequeña de España y por tanto con la menor población. Antigua capital del Valle de Tobalina, cuánta historia oculta, más que Troya, cruce de caminos incluso del Camino de Santiago, de aspecto medieval, con castillo y puente romano.
FRÍAS marco de cuento, de ensoñación, que tiene mucho de milagro en piedra, con su fisonomía de buque varado en mitad de un valle, de pecio encallado entre trigales a orillitas del Ebro.

 Nadie escapa al embrujo de una de las localidades más hermosas de España. Con el pincel, la paleta y el objetivo, decenas de artistas de diferentes puntos del país, seducidos por el atractivo de la villa, acuden cada año puntuales al reclamo de Frías. Tanto pintores como aficionados a la fotografía se han dejado atrapar por su imán, y aunque parezca mentira, han proyectado una imagen diferente, descubierto un rincón, un punto de vista, una nueva mirada que revela su inmensa riqueza. Merece la pena pasear por sus calles, entre casas colgadas y de paso degustar sus productos típicos.

Visita Frías y harás unas preciosas fotografías.

Mi padre pintó este cuadro de Frías en memoria de mi hermano. Un detalle importante son las sombras de las tejas en la balconada.