MAR
de azules reflejos, de salados sabores, de conchas y caracolas.
MAR
de aguas danzantes, de barcos, faros y rompeolas.
MAR
donde se mira la luna y el viento amaina con su dulce brisa.
MAR
de bravas aguas que rompe en olas blancas acariciando la arena.
El mar es el espejo de nuestros sentimientos. Los más melancólicos nos los devuelve con una imagen menos triste, llena de esperanza, y además nos ofrece el mejor espectáculo de vida detrás de un horizonte infinito e inalcanzable, amenizado con la música de las olas y la magia del color.
Se quedó allí, como siempre. Esta vez me despidió sereno y mucho más azul que de costumbre. Me llenó de energía positiva - que buena falta me hace - Vuelvo de nuevo a Madrid y ahora tengo que mirar al cielo si quiero ver ... un mar de estrellas.