Voz de mi hija. "Without you. Sin ti"

Voz de mi hija.

domingo, 30 de diciembre de 2018

FELIZ AÑO NUEVO.





El año nos dice adiós lentamente, como siempre se marcha arrastrando toda una estela de acontecimientos que ha durado doce meses. Para algunos habrá sido difícil, para otros pasará sin pena ni gloria y para los más afortunados habrá estado cargado de buenaventuras. Lo cierto es que hemos llegado hasta aquí, disfrutando o padeciendo, pero hemos tenido la fortuna de vivirlo.

 Recuerdo finales de año muy divertidos, la mayoría con mucho frío, jugando a alcanzar los carámbanos que colgaban de los árboles, pisando la nieve que había caído el día treintaiuno mientras la luna correteaba entre las nubes, la lluvia jugaba a la comba en el camino, mi silueta se columpiaba entre arbustos y matorrales, el jadeo inflaba mis sienes al correr entre los charcos, el viento agrietaba mis párpados y mis rodillas se amoldaban en la escarcha. Una forma un tanto poética de despedir el año pero hermosa. 

 No creo en los milagros, creo en la fuerza de la mente y en la lucha por la supervivencia. Voy a contaros una historia que algunos ya conocen porque la publiqué en una ocasión y que de nuevo voy a sacar del baúl de los recuerdos en estas fechas.  Una historia verdadera y hermosa que marcó los pocos años que tenía entonces. El nombre de su protagonista es ficticio como es lógico. 

Miguel era un joven de diecisiete años que un día haciendo deporte en el colegio, cayó fulminado al suelo. Ingresó en el hospital aquejado de un accidente cerebrovascular grave y fue llevado directamente a la UCI entrando sin remisión en un coma profundo. No sé el tiempo exacto que llevaba en ese estado, cuando yo comencé mis prácticas en Cuidados Intensivos me dijeron que era el veterano más joven de allí y que ya sobrepasaba el año. Intubado y conectado a varias máquinas que mantenían sus constantes vitales, Miguel pasaba los días sin dar ninguna señal de mejoría.  Ausente, con los ojos cerrados, pero vivo, su corazón y su cerebro seguían marcando el ritmo en los monitores. Todos los días me tocaba ocuparme de él, solía pronunciar su nombre varias veces y a ratos le hablaba, estaba segura de que me oía, aunque no obtenía ninguna señal yo sabía que me escuchaba. Está experimentado que en estado de coma el único sentido que prevalece es el del oído, y también el último que se pierde.  Una mañana de finales de diciembre y después de tomarle las constantes vitales, me fijé que el suero se estaba terminando y fui al almacén para buscar uno nuevo. Volví con la botella tarareando  bajito una  canción propia de las fechas. Mientras colgaba el suero, miré con tristeza como tantas veces el rostro de aquel joven. De repente una lágrima resbaló por su mejilla, fue una señal que me impactó, quizá la única forma que tuvo Miguel de hacerme entender que escuchaba mi canción y a la vez el primer indicio de esperanza. Después de las vacaciones navideñas no volví a la UCI, me trasladaron a otro servicio, lo mismo que a Miguel. Me dijeron que había salido del coma y estaba ya en la planta de Neurología y aunque amenazaban inevitables secuelas, estaba consciente mejorando poco a poco. Nunca dije nada ni comenté el caso, pero si  los milagros existen, Miguel desde luego fue uno de ellos. Me pregunto si habrá recordado alguna vez más aquel villancico, no importa, es algo que ocurrió hace tiempo y que fue importante y muy gratificante para mi en unas Navidades inolvidables. 

 FELIZ AÑO A TODOS .

 "Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones." Juramento de Hipócrates.      

viernes, 28 de diciembre de 2018

Viernes en sintonía



Burgos, 24 /12/2018

La niebla es misteriosa, atrayente... enigmática...
Su humedad fría hace que te encojas ante ella, que disfrutes tan solo de lo cercano, como si tuviese la facultad de anular el resto de los sentidos, es silencio, soledad y desasosiego.

La niebla es comparable a nuestra mente, llena de pensamientos confusos, a veces demasiado ciega, pero tremendamente iluminada cuando se retira el velo opaco que la cubre. 

Mi deseo es que nuestro ánimo no decaiga, que sigamos caminando por la vida si es posible con la nitidez de un amanecer, que en la niebla de los días un rayo de luz penetre hasta el fondo de los sentimientos y que a pesar de la espesura, podamos ver con claridad el camino que aún nos queda por recorrer.


La foto está hecha el día de Nochebuena.



lunes, 24 de diciembre de 2018

Es Navidad


Respiro el cielo

hasta mí viene el perfume de la nieve
y me encuentro con el aire en mis cabellos
con el frío en mis mejillas
y un aroma a melodía de navidad.


Respiro el cielo

y en mis ojos la ilusión de tu sonrisa
la primera, la sencilla, la que vuelve el alma
siempre a su lugar,
es navidad.

Y es el coro celestial el que te anuncia,
las ovejas, los pastores y la estrella
anhelando siempre darte adoración,
es navidad.

Respiro el cielo

respiro y siento que tu Espíritu
me trae nuevos alientos
con el canto de pureza y libertad
es navidad.

Voy a darte esa gloria angelical,
voy a honrarte con el fruto de mis labios
con mis actos, con mis sueños
voy a darte el corazón.

Respiro el cielo
es navidad.










FELIZ NAVIDAD

viernes, 21 de diciembre de 2018

Viernes en sintonía.

Invierno en Burgos. Paseo de la Isla.
Foto echa un 31 de diciembre


El frío suele traer recogimiento. Las ciudades y los pueblos se arropan en silencio, las casas y las estancias se vuelven acogedoras por el calor de ese silencio y en las calles, solo se escucha la melodía que silba el viento. Pero existe otro frío peor que el que podemos experimentar físicamente. El frío literal se puede apaciguar con un abrigo, una sopa, té caliente, un buen sistema de calefacción o la acogedora llama de una chimenea. Pero, ¿cómo se puede abrigar un corazón solitario, qué se puede hacer cuando ese corazón sufre una gran pérdida o ausencia, cuando no hay nadie alrededor que pueda brindarle apoyo, ni siquiera un abrazo para calentar un espíritu que está temblando?, éste sí que es el verdadero  y triste frío.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Viernes en sintonía



Villagarcía de Arousa- Pontevedra

El gran éxito de la vida que todos nosotros anhelamos solo existe y se alberga en nuestro corazón soñador y él es el que nos da el poder de cambiar tormentas por rayos de sol y heridas por pétalos. Solo hay tres acontecimientos importantes en la vida: nacer, vivir y morir. Del primero no somos conscientes, sufrimos al morir, pero a veces nos olvidamos de vivir.
 Caminamos por piedras muchas veces, pero siempre acompañados por  hermosas flores.


viernes, 7 de diciembre de 2018

Viernes en sintonía.



Aprender a apreciar la vida en su esencia sutil es aprender a amarla. La naturaleza nos muestra a menudo el mundo que nos depara. Solo depende de cada uno de nosotros el querer descubrirla.



Combarro, el centro histórico más diminuto de Galicia.