Nada mejor para el cuerpo y la mente que la música. La música es vida y la vida es música. La música está hecha de vida y la vida de música, una combinación perfecta de sonidos y ritmos que se complementan para completar nuestra felicidad. Si nos fijamos todo está basado en el ritmo, se suceden ritmicamente las estaciones del año, los dias, las noches y por supuesto los latidos del corazón.
El concepto de ritmo nos sugiere música, golpe, pulsación, latido y de esa manera se comporta la existencia cada día. El Universo repercute en el organismo humano, en todo ser vivo, y viceversa, por eso tenemos momentos para comer, trabajar, y descansar, que son los óptimos para mantener el equilibrio y la salud.
La vida tiene su ritmo, sólo observemos el entorno cotidiano. Cuando amanece, tal parece que un director de orquesta mueve su batuta y alerta al conjunto: comienza el día con los primeros rayos del sol, trinan los pájaros, cantan los gallos, ladran los perros, los seres humanos se suman al despertar con sus primeros quehaceres, incorporándose poco a poco a los mil sonidos de la sinfonía diaria, acoplados a un mismo ritmo de la vida.
El ser humano tiene ritmos que marcan la vida, como son la inspiración y la
espiración, vigília y sueño, etc. Estos son los mas evidentes, pero hay otros
que no saltan tanto a la vista, como son los llamados Biorritmos; éstos ultimos
hacen que nuestras glandulas endocrinas tengan un funcionamiento fluctuante con
altibajos regulares, de modo que determinadas funciones de nuestro organismo "a
veces están bien y a veces están mal".
La música nos sumerge en un mundo fascinante, nos hace vibrar y despierta en nosotros sensaciones emocionantes, tanto para quien la escucha como para quien la interpreta y provoca en nosotros cambios en el estado de ánimo. Está comprobado científicamente y ya lo dice el refrán que"la música amansa a las fieras".
Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre o nos parece triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud. La idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de los que reproducen la enfermedad, a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 de nuestro siglo se utiliza como rama de medicina recuperativa, con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo a un equilibrio piscofísico de las personas.
Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios, aunque todavía es necesario profundizar mucho más en el tema. El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo.
El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del propio cuerpo.La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal.
Los armónicos son los que generan el timbre característico de una fuente de sonido (ya sea una voz humana, un instrumento musical, etc.). Son los que permiten diferenciar un tipo de instrumento de otro, o reconocer el timbre de la voz de una persona.
La mayor parte de los estudiantes de música y de los músicos aprenden la teoría de los armónicos, y algunos son incluso capaces de producir armónicos con sus instrumentos. La guitarra producirá armónicos cuando se rasgan sus cuerdas mientras que el dedo de la otra mano regula las cuerdas a lo largo de uno de los trastes. Una flauta, un saxofón u otro instrumento de viento a menudo pueden producir un armónico cuando se sobre-sopla, es decir, cuando se aplica demasiada presión de aire, el sonido saltará un a una octava más alta completa, o más. El bajo es tal vez el más conocido productor de armónicos en la música moderna amplificada.
Aquí os dejo una lista de obras clásicas y su virtud por si os interesa:
INSOMNIO
Nocturnos de Chopin (op. 9 n.º 3; op. 15 n.º 22; op. 32 n.º 1; op. 62 n.º 1)
Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy
Canon en Re de Pachelbel .
HIPERTENSIÓN
Las cuatro estaciones de Vivaldi
Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart Depresión:
Concierto para piano nº5 de Rachmaninov
Música acuática de Haendel
Concierto para violín de Beethoven
Sinfonía nº8 de Dvorak
ANSIEDAD
Concierto de Aranjuez de Rodrigo
Las cuatro estaciones de Vivaldi
La sinfonía Linz, k425 de Mozart.
DOLOR de CABEZA
Sueño de Amor de Listz
Serenata de Schubert
Himno al Sol de Rimsky-Korsakov.
PROBLEMAS GÁSTRICOS
Música para la Mesa de Telemann
Concierto de Arpa de Haendel
Concierto de oboe de Vivaldi
ENERGÉTICAS
La suite Karalia de Sibelius
Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky
Obertura de Guillermo Tell de Rossin
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