Óleo en lienzo pintado por mi padre.
Hace tiempo que tenía pensado llevaros de excursión a un pequeño pueblo, con categoría de ciudad, que está situado en el valle de Tobalina, a unos 1oo km al nordeste de Burgos capital, y a orillas del río Ebro.
Frías es una de las poblaciones más hermosas de toda España. Es uno de esos conjuntos con encanto en que parece que el tiempo se detuvo hace muchos siglos y perderse por sus calles es una auténtica delicia. Además de traerme muy gratos recuerdos, volver a pasear por ella es un homenaje a unos de los cuadros más laboriosos que hizo mi padre a principios de los ochenta y que decora ahora las paredes de mi casa.
Siempre os digo que Burgos es una ciudad donde la temperatura es bastante fresca, sin embargo ahora en primavera puedes encontrar mañanas soleadas en las que apetece visitar sitios como éste con calles estrechas y empinadas y por encima de todo llenas de historia, ya que Frías adquirió importancia a partir de la concesión de su fuero por Alfonso VIII de Castilla en 1202. Y como curiosidad Frías tiene el título de ciudad desde 1435, por disposición del rey Juan II.
La ciudad de Frías, además de destacarse por ser la más pequeña de España, nos impregna a su visita de un exquisito sabor medieval que debe su origen a Alfonso VIII, quien a comienzos del S.XIII la erigió sobre la roca, a fin de proteger y repoblar esta linde de la Vieja Castilla. Dicha estrategia reportó a esta ciudad numerosos privilegios a sus pobladores, además de la imponente fortaleza compuesta por el Castillo, la Iglesia de San Vicente, el Puente y la Muralla, lo que facilitó la defensa de sus intereses, aumentando progresivamente su economía, hasta el punto de llegar a abastecer las necesidades de los más de 2.000 habitantes con que contaba a la entrada del S. XVI.
Calzada Romana
Por Frías pasa una importante calzada romana, vía de comunicación entre la meseta castellana y el norte de la Península Ibérica, que atravesaba el río Ebro por el puente fortificado.
Puente Romano Fortificado
Uno de los más valiosos monumentos de la Ciudad de Frías es su puente sobre el Ebro. Puede decirse que su origen fue de construcción romana y reconstruido varias veces en la Edad Media.
Pasa por él, la calzada romana, que era una vía de comunicación, muy importante para el comercio entre la Meseta y la costa Cantábrica. Venía por el Portillo de Busto, Tobera, Frías, pasa por el desfiladero de Herrán y llegaba hasta Orduña, desde donde pasaban los mercaderes a Bilbao. Además esta vía enlazaba con la de La Rioja que venía desde Encío, Cubilla, Valderrama, Frías. El de Frías es uno de los mejores ejemplares de puentes fortificados de España.
El Castillo Medieval de los Duques de Frías
La historia del castillo se remonta a la de las primeras fortalezas del siglo X.(año 867) Situado sobre una peña que domina el Valle de Tobalina, es uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla, teniendo un gran valor estratégico.
La fábrica que actualmente se observa es de finales del siglo XII, principios del XIII, durante el reinado de Alfonso VIII. El carácter defensivo de esta construcción, comenzada en el siglo XII y modificada en los sucesivos, se aprecia en todo su conjunto. Se accede a su interior por medio de un puente levadizo sobre un foso excavado en la roca. La defensa se basa en una estratégica ubicación de una roca parte de la torre del homenaje. Todo el perímetro del castillo tiene altos muros, con numerosas saeteras, rematado por un cuerpo almenado. En torno al amplio patio de armas quedan restos de sus antiguas dependencias como graneros, bodegas o estancias de servicios. Desde la parte superior de la torre del homenaje y desde los tres ventanales de sus muros, rematados por capiteles románicos, la vista de la ciudad es excelente. Está situado en la plaza de Alfonso VIII, soberano que concedió los fueros de Logroño a la ciudad en el año 1202.
El castillo aparece coronado por la majestuosa y siempre alerta torre del homenaje, símbolo de Frías en toda España. En su interior se halla una estancia abovedada e iluminada por una ventana enrejada con arco propio de la última etapa del gótico, y sobre la sala, la terraza almenada desde donde se contempla una indescriptible panorámica.
Torre del Homenaje: Es el último reducto de las defensas de la ciudad. La parte inferior de la Torre puede ser la más antigua de la totalidad del castillo, mientras que la superior se remonta a la segunda mitad del siglo XV .
Torre del Reloj
En la torre sur del flanco de acceso, se encuentra un reloj que ha estado presente en la vida de Frías durante varios siglos, marcando el ritmo de la existencia de sus habitantes. Sin poder precisar exactamente la fecha de su construcción, sí se puede asegurar que es bastante antiguo, pudiéndose remontar al siglo XVI o XVII.
Las casas colgadas
De las más bellas de España, situadas sobre la muela, entre la iglesia y el castillo son muy interesantes. Las casas, de toba y madera, han aprovechado el reducido espacio de tal manera que están construidas en los mismos extremos de la roca, pareciendo que forman parte del precipicio.
Iglesia de San Vicente
La iglesia de San Vicente fue la principal de Frías y parte de la fortaleza de la ciudad al situarse en uno de los extremos del cerro, a modo de espolón.
Se trataba de un templo románico del que se conservan escasos restos, ya que por desgracia se desplomó su torre en 1904 y se reconstruyó nuevamente.
Para colmo de males, la puerta románica, como otros valiosos patrimonios románicos castellanos, fue a parar al Museo de los Claustros (Museo Metropolitano) de Nueva York.
Por ello, más que la arquitectura hay que fijarse en los bienes muebles que atesora, como imágenes religiosas, retablos, sepulcros, cuadros, etc.
Gastronomía
La gastronomía de Frías se basa en la cocina típica castellana. Su rico cordero lechal asado, morcilla y legumbres del país, siempre acompañados de vinos de la Ribera del Duero y dulces de lo más variado.
Bonitas fotos se pueden hacer.
Mi padre pintó el cuadro de Frías en memoria de mi hermano.