Voz de mi hija. Los sonidos del silencio

Voz de mi hija. Los sonidos del silencio.

martes, 30 de agosto de 2022

PROMESA. Nuevo aporte para Sindel. Semana 35

Te conocí en primavera, aún no sabía qué rumbo iba a tomar mi vida, qué camino tendría que seguir para espantar los fantasmas del miedo, para demostrarme a mí misma lo que sola y sin ayuda sería capaz de hacer.
Terminé de dejar el último currículum en un conocido hospital y me regalé un buen café en una terraza.
No parabas de quitar tus ojos de mi mesa y por fin te levantaste arrastrando los pies. -"Una aspirina, necesito una aspirina"- Abrí el bolso y te la ofrecí. -"Es que tengo una jaqueca horrible, ayer me pasé un poco con la bebida, acepte mis disculpas". Y acepté eso y más.

La bebida... ahí empezó todo, tu ruina y la mía.

Volvimos a vernos en aquel café en primavera y a él siempre le temblaban las manos. Yo sabía que el temblor del alcohol puede provocar una caída del azúcar en sangre y que a niveles muy bajos provoca hasta convulsiones.
"Hiciste una PROMESA muy importante para los dos y no la has cumplido".
Me marché y se quedó solo mientras sus dedos seguían tintineando en el vaso. "No volveré a beber, lo prometo".

El tiempo pone a cada uno en su sitio. Me llamaron de la sala de urgencias. Alguien había sufrido un grave accidente al derrapar su coche en una curva cerrada.
Bajé deprisa por si podía llegar a tiempo.
Sentí un ligero olor a café al acercarme, una mezcla que no me era desconocida. Era él, yacía con un hilo de vida, y clavando sus ojos en los míos, como pudo me habló:
"Lo siento, no he sabido cumplir mi PROMESA".


lunes, 22 de agosto de 2022

VOCES. SEMANA 34. Para SINDEL.

Dicen que no tengo bien la mente
que hablo sola y escucho VOCES
a veces son susurros y otras gritos
susurros del viento cuando aletea
gritos de infantes enloquecidos.

VOCES que llevo dentro conmigo
que aceleran en mi corazón los latidos
que me llevan a un mundo desconocido
donde hace falta soñar 
cuando la realidad pesa.

Hace falta reír cuando la soledad abruma
hace falta llorar cuando la tristeza ahoga
hace falta sentir el calor de las emociones
hace falta aplaudir cuando se saborea el triunfo
hace falta asumir el valor de la paciencia.

Dicen que padezco Esquizofrenia por eso oigo VOCES.
¿Será esto tener la mente enferma?.
Pues no me falta valor para luchar por la supervivencia.




martes, 16 de agosto de 2022

CUERPO

Como dormida en un pozo
la vida se te va.

Tiendes tu CUERPO en la yerba 
aprovechando la luz más tenue del crepúsculo
solamente para mirar 
cómo nace el lucero o el pequeño rumor del agua
 en el sendero.

Tiendes tu CUERPO sobre la yerba
 cuando ya tus cabellos comienzan a sentir
el frío en la nuca, la caricia y el beso de una mano
 y el sueño entrevelado de la luna.

Tu CUERPO yace sobre la yerba, 
cuando apenas puedes sentir en tu costado 
el húmedo color del grano que germina 
y el amargo crujir de la rosa ya marchita.

Tu CUERPO tendido sobre la yerba
cuando el viento apenas contiene su fuerza
al rozar los muros de tu torso
y el sol ni se detiene a calentar 
la helada sangre del silencio.

Vienes de donde crece la azucena y el romero
 entre la nieve y el jazmín
 y un mar de espumas te trajo hasta aquí 
para que nos hables
 para que aumentes nuestra risa.

Pero tu CUERPO duerme en la tierra
  tu corazón sangra gota a gota 
ya sin dolor, encima de tu sueño, 
ya sin dolor, se muere la violeta .




Tu CUERPO yace dormido, la vida se te va.




martes, 9 de agosto de 2022

PUNTO EXACTO


No sé qué resulta más placentero, ver un amanecer en el mar o quedarse embelesado mirando como se esconde el sol tras un rojizo cielo. No sé... creo que las dos cosas son sublimes, sobre todo para los que no vivimos en la costa. 

El mar... cuántos recuerdos desde que aquella niña con coletas de la mano de su padre, recorría la playa de Laredo, cuántos castillos en la arena y cuántos veranos han pasado ya. No lo sé, no quiero contarlos, no me apetece saberlo, casi es mejor guardarlos entre conchas y caracolas.

Ahora el mar tiene otros sabores distintos. Son sabores de experiencia, de madurez, de algo que se llama aferrarse a la vida para que puedas salvar los mayores maremotos que vayan llegando.

Este es mi mar. Qué importa no jugar con las olas como cuando era niña, lo importante es que siga calentando el sol todos los días y seguir teniendo un mínimo de ilusión por todo lo que tengo y me falte por tener. 

Este es el PUNTO EXACTO donde encuentro el placer, el mar, el azul del cielo con nubes deshilachadas, la espuma de encaje de las olas, algas que se enlazan a mis pies y en medio de todo, yo, uniendo la infancia con la madurez.