Contemplemos el ocaso, o mejor el anochecer. Nada más relajante que el brillo de una estrella y su reflejo en el mar. La noche se acerca y para muchos será un momento agradable, sinónimo de descanso y tranquilidad, en cambio otros cerrarán las ventanas y la única puerta que podrán abrir es la que conduce a la soledad más absoluta.
Esa soledad que se adueña de todo lo que fue, lo que existe y lo que vendrá. Pero cómo podría describir esta palabra tan deseada muchas veces y tan impuesta, otras. El caso es que tiene nombre de mujer, es necesaria de vez en cuando, pero es a la vez temida por todos cuando nos vemos sometidos a ella.
Y qué entendemos por soledad, ¿se puede decir que a pesar de vivir en una sociedad tan amplia, cada día más unida al progreso, en la que las distancias están superadas por las nuevas tecnologías, que estamos realmente solos? Sí, porque hay una soledad externa y otra interna, que quizá es la verdadera soledad. Si el hombre es social por naturaleza, por qué nos cuesta tanto sentirnos parte de un todo. Estamos rodeados de compañía y seguimos sintiéndonos solos. Sin embargo necesitamos de ella como válvula de escape en nuestros estados ansiosos y aunque sea muy importante sentirse queridos y encontrar de vez en cuando un punto de apoyo en los demás, es bueno que el hombre esté solo, que temple su estado de ánimo y relaje su espíritu.
Cuando el sonido se rompe porque un corazón se lamenta, sentimos el dolor sordo de la ausencia. La soledad es amarga y dulce a la vez, se bebe en vaso largo y hasta se saborea. Cuántas veces en esa ausencia acunamos sueños imposibles que nunca llegan... Lo que tengo claro es que la soledad es la única que nos entiende y nunca jamás cuestionará todo aquello que pensemos.
La noche tiene el encanto de la quietud más pacífica y relajante. Mientras el sueño intenta adormecer los pensamientos, tratamos de sumergirnos en las sombras más profundas. El día tiene demasiadas horas estresantes, demasiados minutos agobiantes y por ello necesitamos vivir la noche con el único fin de dejar la mente libre de tensiones y preocupaciones, procurando apartar las obsesiones, fantasmas que viven encadenados a la mente desde siempre y que el exterior nunca muestra, ni lo mostrará, porque rechazamos los pensamientos que nos agobian y no queremos transmitirlos a los que tenemos cerca, ellos seguramente no lo entenderían jamás. Aprovechar los momentos de soledad, nuestra soledad, es beneficioso y es un acierto aferrarse a ella pensando que no hay soledad triste cuando de verdad lo deseamos.
Me pregunto cuánto tiempo tiene que pasar para que una mente recupere la estabilidad que necesita. Creo que ya no soy la misma, las vicisitudes me han cambiado. Antes mi alma se llenaba de energía, ahora necesito que alguien la llene.
El silencio tiene rostro
La soledad lo dibuja en el recuerdo
El silencio tiene múltiples colores
La soledad solo plasma el gris de las sombras
El silencio no crea pentagramas
La soledad es toda una sinfonía
El silencio tiene un cuerpo delicado
La soledad lo acaricia noche a noche.
El silencio tiene labios de esperanza
la soledad lo besa en la penumbra
El silencio camina entre nubarrones
La soledad va dejando la huella
El silencio canta en verano y primavera
La soledad llora en otoño y en invierno
Sin ti, si ya no estás... La agonía de un corazón solitario. Una forma de soledad que duele mucho.