El 21 de septiembre ha sido el día del Alzheimer. Un día en el que deberíamos reflexionar sobre la dura realidad de una enfermedad que amenaza con convertirse en la epidemia del siglo XXI, y ante la que debemos dedicar todos los esfuerzos posibles para tratar de vencerla.
Antes de que nos haga olvidarnos de nosotros o de los que más queremos.
Me consta que muchos blogueros mencionaron en sus entradas y comentarios esta cruel enfermedad que cada día presenta más casos en parte debido al aumento de la esperanza de vida. Vivimos más años pero ¿con calidad?.
Nuestra amiga Chela del blog http://www.jubiladajubilosa.com/ ha realizado un post magistral contando sus experiencias como cuidadora durante años de una paciente de Alzheimer muy especial: su madre. Me uno a ella en conocimiento y dedicación en cuerpo y alma a nuestros respectivos familiares.
El alzheimer, por si todavía queda algo por aclarar, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta con deterioro cognitivo y trastornos conductuales, se agrava a medida que las células nerviosas del cerebro, conocidas como neuronas, van muriendo.
Hay un progresivo deterioro de la memoria y serios problemas con el lenguaje. La persona afectada pierde la capacidad de discernimiento, de tomar decisiones e incluso la personalidad.
Entre los principales factores de riesgo figuran la edad y los antecedentes familiares.A medida que se envejece, el ser humano sufre mayor riesgo de desarrollar el mal de Alzheimer, no obstante, ese riesgo no forma parte del envejecimiento normal.
Hay otros factores cuyo grado de riesgo no ha sido comprobado lo suficiente pero que deben también considerarse. Son tener la presión arterial alta por mucho tiempo, poseer antecedentes de traumatismo craneal o también el pertenecer al género femenino.
Pero ¿por qué se deterioran las neuronas?. Parece que el desgaste debería de ser más lógico en personas que han ejercitado poco su memoria, personas que no leen, escriben o se mantienen activos en este ámbito, sin embargo no es verdad, las neuronas se deterioran progresivamente hasta que mueren. Los últimos datos aportados por un estudio británico apuntan a que, en el caso del Alzheimer, parece que sobreviven meses e incluso años al deterioro generado por la enfermedad.
Todavía se sabe poco acerca de cómo mueren las células nerviosas, aunque esta nueva investigación, publicada en la revista ‘Brain’ , revela que primero pierden su habilidad para comunicarse entre ellas y luego comienzan un proceso de deterioro más profundo.
Ocurre lo mismo en las neuronas del cerebro cuya conexión eléctrica se ha perdido o dañado. Una vez que las vías de comunicación se estropean, las neuronas nunca volverán a trabajar para aprender y memorizar, porque no se regeneran.
Todos conocemos personas cuya vida ha estado dedicada a cultivar especialmente la memoria y curiosamente sus neuronas han sufrido un deterioro alarmante, tal es el caso de actores, políticos, investigadores, etc, etc.
En una entrada titulada "Rabitos de pasas" ya hice alusión a la memoria, pero hablando del envejecimiento de las neuronas no hay más remedio que volver al tema.
La memoria como otros procesos orgánicos puede presentar alteraciones, existen trastornos que borran la memoria en el cerebro provocando que sea difícil recordar los sucesos, nombres, direcciones etc. La mayoría de desordenes de la memoria son provocados por la edad y por un desorden en la circulación sanguínea e irrigación de la misma al cerebro.
Los factores de riesgo de padecer este tipo de pérdida de la memoria son la edad, presión alta, diabetes, niveles altos de triglicéridos y colesterol. Hablo de factores posibles, porque todavía está en investigación y nada hay seguro.
Cabe destacar que la irrigación sanguínea del cerebro también puede disminuir con la ingesta excesiva de drogas y alcohol, así como con la formación de coágulos y principalmente el tabaquismo.
Si no se mejora y restablece la irrigación sanguínea del cerebro la pérdida progresiva de la memoria puede llegar a ser irreversible hasta llegar a la demencia por Alzheimer, donde la memoria muy reciente comienza a verse afectada dado a que los hechos pasados están más grabados y marcados en ella respecto a los recientes. Sin embargo con la progresión del Alzheimer también se pierde la memoria pasada.
Es de suma importancia que se cuide durante toda la vida a partir de los 35 años la irrigación sanguínea del cerebro para evitar la degradación de la memoria y el Alzheimer, es necesario que la gente entienda que la demencia no es el resultado del proceso normal de envejecimiento si no de la falta de irrigación adecuada al cerebro durante alguna etapa de nuestra vida.
Incluso muchos médicos cometen el error cuando son consultados por una persona de edad avanzada a la que se le olvidan las cosas, cuando dictaminan que esta situación es un hecho normal en el anciano y no a la falta de irrigación sanguínea adecuada del cerebro de estos pacientes, que por lo general tienen el colesterol alto o son fumadores veteranos.
Es necesario atender la irrigación de sangre del cerebro desde que se empieza a notar la perdida de la memoria para prevenir y evitar el inicio y desarrollo del Alzheimer.
Pues además de cuidar la alimentación, es necesario proporcionar al cerebro ejercicios adecuados para que, en conjunto con un mejor riego cerebral, se mantenga activo a pesar de los años transcurridos. A continuación algunos de estos ejercicios:
*Leer algo todos los días e intentar recordar una parte de la lectura
*Hacer operaciones matemáticas,
*Aprender teléfonos de memoria
*Resolver crucigramas
*Esconder un objeto y rescatarlo a los tres días.
*Lavar los dientes con la mano contraria a la que se suele hacer
*Hacer un camino distinto al de todos los días cuando se sale al trabajo.
Dame tu mano. Déjame que te enseñe las flores, los patos del estanque y te lleve a pasear lentamente entre los árboles.
No puedes hablar, pero no importa, yo hablaré por ti.
No puedes reír, no importa, tus ojos brillan al mirarme.
No puedes andar, no importa, yo te llevaré hasta las estrellas.
No sé si me entiendes, si me conoces, si sabes mi nombre, pero no importa, yo sí sé quien eres tú, querida madre.