Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

viernes, 25 de enero de 2008

AQUELLA MELODÍA ......

Curioseando por este mundo de los blogs observo que somos muchos los que nos preguntamos qué fue de aquella música de tiempos pasados, de aquella melodía y aquella canción que en algún momento de nuestra vida significaron algo para nosotros. Lo he dicho muchas veces, la música es indispensable para mi y me encanta buscar vídeos de hace años, enseguida ubico la fecha y comienzo a pensar qué ocurría en mi vida por aquel entonces.

Una misma canción suena diferente cada vez, cada día, cada momento...todo depende del estado de ánimo, de la situación que estés viviendo, del clima, de la calle por la que vayas caminando, de quien tengas al lado, de la ciudad donde estés e incluso de ese café que te estás tomando.


La música, esa sucesión ordenada de sonidos, nos toca una fibra sensible que nos enamora, que nos agita y nos conmueve, que nos hace llorar unas veces,
y otras reír.


La música se ha creado para ser escuchada.

Y tú, ¿recuerdas alguna melodía?




Contestando a las preguntas de Gatadangora ...



Lo que me sorpprende: La falta de respeto.


Lo que me eriza: La avaricia y la prepotencia.


Lo que me excita: ¡qué pregunta! ...


Lo que me suelta: La mala educación.



Lo que me hace reír: Mis propios defectos.


Lo que me hace llorar: La soledad y el recuerdo


Lo que me da náuseas: La humillación.



Lo que me hace falta para ser feliz: La salud y el éxito de mi familia.

Lo que me trae infelicidad: El sufrimiento.


Lo que me da lástima: El hambre y la miseria.


Lo que deseo: Estabilidad y paciencia

Lo que temo: El dolor y la impotencia para aliviarlo.

Lo que no quieres perder: La salud y el respeto.


Lo que quiero alcanzar: La luna, pero es imposible


La fecha que odias: El día 6 de julio


La festividad que adoras: El aniversario de mis hijas.


Una mentira que hayas dicho: " Te pondrás bien ..."


Una nostalgia: Mi jardin y mi guitarra.






Hoy que el tiempo ya pasó,

hoy que ya pasó la vida,

hoy que me río si pienso

hoy que olvidé aquellos días,

no sé por qué me despierto

algunas noches vacías

oyendo una voz que canta y que,

tal vez, es la mía.



Gracias amigo Tork por esta canción que me ha hecho recordar.

lunes, 14 de enero de 2008

MATICES


En las mañanas de otoño, un muchacho de catorce años esperaba sentado en la arboleda de una ciudad castellana, la oportunidad de contemplar como un gran artista dibujaba. Era un hombre de mediana edad, vestido casi siempre con ropa oscura que portando sus aparejos de pintura, nunca faltaba a la cita. Llegaba siempre al atardecer, colocaba una pequeña






silla junto a un viejo caballete y comenzaba a dar vida y color a un rincón cualquiera del paisaje de aquel otoño.

El muchacho se quedaba horas entusiasmado mirando el manejo de los pinceles, aprendiendo a combinar los colores, a ensombrecer y a iluminar un boceto y así poco a poco fue despertando su interés por la pintura. Ni siquiera sabía su nombre, el joven se conformaba con curiosear y estoy segura de que a él también le halagaba sentirse observado. Los años pasaron y un día visitando un conocido museo, reconoció aquellos cuadros que muchas tardes había visto pintar.



El artista se llamaba Marceliano Santamaría y el adolescente de ojos azules, era mi padre.

Este es el homenaje a una obra que jamás fue expuesta, la única crítica que tuvo fue la de su familia porque solo quiso pintar para nosotros. Aquí dejo algunos de sus cuadros.

Éste es mi homenaje a un pintor que hace cuatro años trasladó su estudio a las nubes, se llevó su paleta para dar las últimas pinceladas en otro estudio llamado Eternidad.

Un pequeño homenaje a mi pintor preferido: mi padre.

Catedral de Burgos. Óleo 1.10 x 71



Caminé por el largo tramo de la vida
por el que muchas veces me sentí perdida
entonces tomando mi mano
te sentáste a mi lado
y al sentir mi tristeza, pintaste sin decirme
siquiera una palabra, los más bellos paisajes
que pude imaginar.
 
Me dibujaste mares con sus acantilados
aparecieron lagos por los que por momentos
como en un bello sueño, me pude sumergir
y me sentí sirena recorriendo sus aguas
y poco a poco fui limpiando mi alma
y lentamente recobrando la calma.

Hoy me siento en paz, tú hiciste el milagro,
y te agradeceré siempre, mi gran pintor,
que con pinceladas de amor y ternura
llenaras mi vida de dulzura
tiñendo de arco iris el más sensible corazón.
 
Por eso, al contemplar cada día tu cielo
recuerdo aquellos bellos parajes
y te recuerdo a ti que con tus manos hábiles
fuiste creando hermosos paisajes para mi.
 
Hoy pinto cada día sin que tú lo sepas
nubes de cariño, mares de alegría y aires de paz.
Dibujo aguas, dorados ocasos y rosas marchitas,
como muestra de amor... hacia ti.


Pienso en aguas,
escribo vientos,
dibujo nubes....
Pinto aires,
invento montañas,
diseño un horizonte....
Tiño de azul la noche,
juego a ser un dios,
escapo de mis sombras....
Con mi pincel,
matizo tu boca
dejo al final una nube
que cuide mis rayos....
Y si este viaje,
me convirtiera en estrella,
vagaría en la noche....
con nocturnos lienzos rojos,
con velos de púrpura,
y no dejaría nunca de soñar.

martes, 8 de enero de 2008

INVIERNO




¿Por qué pensamos que el invierno es triste? .... yo diría que es algo melancólico, de una melancolía blanca muy íntima. El invierno no es el frío y la nieve, es un olvidar la gallardía del verde, un volver a empezar siempre esperanzado. Es la paz, las ciudades y los pueblos arropados en el silencio, las casas y las estancias se vuelven acogedoras por el calor de ese silencio. Tan solo se escucha las notas de la melodía que silba el viento.

Y la gente mira por las ventanas como la nieve unifica el horizonte y lo vuelve todo sobrecogedoramente próximo y asequible. Y tú recuerdas como hacías dibujos aprovechando el vaho de los cristales , aquel rosal vestido de guijarros y un solitario banco de madera enmohecida.


El jardín en el invierno también puede ser hermoso. Todavía conserva los ocres del otoño y hay plantas y flores que se pueden cultivar. Recuerdo la escalera llena de macetas de un color rosa muy vivo. A pesar del clima los ciclámenes se conservaban bien.



Si hay una planta propia de los meses fríos del año, ésa es el ciclamen. Pese a su fama de difícil cultivo, el hecho de traer un ambiente colorido al gris invierno hacen de esta bulbosa una flor perfecta para cualquier jardín. Cierto es que necesita unos cuidados especiales y diferentes al resto de las flores pero, con sus múltiples variedades y tamaños, puedes crear una buena combinación de flores para devolver al jardín el brillo típico de la primavera.


Vuelvo a mirar por la ventana del pasado y en estos momentos estoy recogiendo las macetas que adornan el borde de los peldaños de la escalera de piedra. Hay que protegerlas de las próximas nieves y las heladas. Bajo el alféizar de la ventana que da al porche, una hermosa planta es la admiración de toda la gente que curiosa se asoma para mirar el jardín. La Alocasia, llamada también "oreja de elefante", unas grandes hojas de un verde intenso que llegan a alcanzar los dos metros de altura y que no es muy común al clima duro de estas tierras castellanas.




Una tarde mientras comíamos, la planta comenzó a moverse, se desplazaba y corría de un lado a otro. Salimos rápidamente y vimos con sorpresa que la planta estaba siendo arrastrada con una cuerda, era evidente que alguien pretendía llevársela. Un hombrecillo de pequeña altura nos dijo que quería regalársela a su mujer. Parece que la buena señora estaba enamorada de la planta y no había día que al pasar no se asomara a verla.
Aún recuerdo las palabras pacientes de mi padre:" Usted quiere hacer feliz a una mujer sin pensar que puede dar un disgusto a otra ..." Y tenía razón porque la Alocasia era la planta preferida de mi madre.







Invierno crudo, luces pasajeras.

Invierno repetido y monótono.

La hierba humedecida

y mis ojos cansados de mirar.

La juventud como un dios sonámbulo

o la vida, quizás la vida,

como un sol que se extingue.

Veo duendes jubilados

saltando entre la harina dulce de los días,

dormido en una habitación de hotel

con un cuerpo desnudo a mi lado.

Cerrar los ojos, hay que cerrar los ojos

si les sobra la luz,

hay que cerrar los ojos

y no mirar la anchura inabarcable

de este río de sangre cotidiano.

¡Qué pérfido y qué triste

el amanecer de lo prohibido.

A. Redondo Andújar


sábado, 5 de enero de 2008

CASA DE MUÑECAS










Es imposible cuando llegan estas fechas no recordar. A quién no le gustaría volver a ser niño, tener cinco años, abrir los ojos y encontrarse con un mundo de ilusiones y fantasías... Es imposible no recordar aquellos juguetes que nos hicieron felices en la infancia.
Entre todos mis regalos, si tengo que elegir uno sin duda me quedaría con mi casa de muñecas. Mi padre era un artista nato. Tenía una gran habilidad para hacer con las manos las cosas más increíbles que se pueda imaginar. Unos cuantos trozos de madera, clavos y pintura fue lo que necesitó para hacer mi preciosa casita de muñecas. Las ventanas vestidas con cortinas rojas, los techos con lamparillas hechas de cuerda y velas, la escalera, el jardín, los pequeños muebles de madera decorada hasta el más mínimo detalle .... Cuando aquella fría mañana del seis de enero me levanté después de una noche llena de nervios y de impaciencia, no podía creer lo que mi vista tenía delante.




Fue una sorpresa que no esperaba; yo era tan chiquita que no alcanzaba ni a tocarla. Un regalo artesano que me hizo mucha ilusión y que durante años estuvo conmigo hasta que el tiempo y mi inocencia fueron pasando.

La tecnología ha avanzado y aquellos juguetes que muchos de nosotros disfrutamos ya se han quedado obsoletos pero nosotros jamás podremos olvidarlos. Los bebés antes solo lloraban, ahora comen, ríen y hablan, las muñecas se limitaban a cerrar y abrir los ojos y la gran parte de ellos no tenían ningún movimiento, pero nos hacían ejercitar nuestra imaginación.. Hace unos meses visité uno de tantos museos del juguete antiguo y disfruté como una niña pequeña. Me fijé sobre todo en aquellas muñecas de cara de porcelana, que no me resultaban muy agradables y en las de cartón piedra como la famosa Mariquita Pérez que fue una muñeca española nacida en 194o que marcó una época.


Diseñada por Leonor Coello de Portugal y fabricada por el artesano Onil Bernabé tras la Guerra Civil Española, Mariquita constituyó un auténtico fenómeno social al tratarse de la primera muñeca que contaba con biografía, padres, hermano (Juanín) y un extenso fondo de armario. El primer modelo lanzado en 1940 era de cartón piedra, tenía los ojos fijos de cristal y cabello de pelo natural. A partir de 1941 se comercializan modelos de muñecas articuladas o andadoras. A partir de 1959, se empieza a fabricar en plástico duro. Su compra, sin embargo, solo podía ser costeada por las clases más pudientes debido a su elevado precio elevado.

Os confieso que nunca la tuve, entre otras razones porque nací mucho después y por entonces ya quedaban muy pocas y la mayoría se vendían para colección.


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Voy a cerrar un momento los ojos ... cerremos por unos instantes todos nuestros ojillos y volemos con nuestra imaginación a nuestros años infantiles ...... ¡eeeeh, no me empujeis que me resbalo con los patines!, mirad qué chulos, tienen las ruedas de aluminio para que no pesen y las correas son rojas y azules ..... y mi cajita de música no para de sonar.



Un juguete, una ilusión.


"En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta."

Pablo Neruda.