Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

miércoles, 11 de febrero de 2009

COVENT GARDEN





Hace tiempo que no hacemos un viaje, una escapada como dice nuestro amigo Tork-Martín. Después de unas ajetreadas fiestas navideñas, de un mes de enero helado por el frío y la crisis, en definitiva después de un comienzo de año con un incierto e inestable futuro, por qué no nos vamos a permitir un capricho y de paso salir de la monotonía en la que estamos inmersos, unos más que otros, desde luego, pero casi todos con necesidad de cambio.

Contando con que a nadie le amarga un dulce y si además te gusta viajar, pues ¡venga, ánimo! prepara tu mochila y el calzado más cómodo que tengas que nos vamos de excursión.
Ah! pero viajaremos por el aire, siempre por el aire. Volar es un placer, sí, lo es; a ti que tanto te impone, o tú que prefieres otro medio de transporte en el que encuentras mayor seguridad, te recomiendo que lo pruebes, Dicen que el ser humano si no tiene los pies en el suelo nunca se encuentra seguro, pero el aire lo es y mucho, las estadísticas lo dicen constantemente y está comprobado.

La nave que propongo es una gozada. Un Dassault Falcon 7X, un avión de negocios de última generación con un interior lujoso y confortable.




Y el comandante esta vez no voy a ser yo. Tenemos al mejor...¿ no lo conoceis?... pues es Bowman, of course !. Espero que me haga el favor de pilotarlo.



Eco Charlie Alfa India Romeo. Ascienda en rumbo de pista, nivel de vuelo inicial uno, cuatro, cero. Espere autorización para nivel de vuelo tres, cinco, cero y directo Nantes para Londres Heathrow. Viento calma, autorizado despegue pista tres seis izquierda.

Eco Charlie Alfa India Romeo. Autorizado despegue. Gracias y buenos días.




El destino Londres, Heathrow airport. Y una vez allí iremos descendiendo hacia el Támesis desde Trafalgar Square hasta llegar a Charing Cross, que está considerado el centro oficial de Londres, el kilómetro cero para el cálculo de distancias entre las distintas ciudades del país, para llegar a nuestro objetivo principal que es visitar una de las zonas más famosas, de Londres: Covent Garden. Conocida sobre todo por su mercado, compuesto en otra época por vetustas calles que solo se animaban cuando llegaban los vendedores. Fue en principio un mercado de flores, frutas y verduras y con el tiempo ha ido reformándose hasta que en 1980 abrió sus puertas hasta hoy, con un gran éxito. Fuera, en la plaza, artistas de todas las variedades y pequeñas orquestas exponen todo su talento para distraer a los numerosos turistas y muchos de ellos esperando una oportunidad.



No sabría deciros las veces que he estado allí, es casi obligatorio pasear por sus calles, hacer alguna compra, repostar en uno de sus pubs y recordar las escenas de la película My Fair Lady rodada en el año 1964 y basada en la obra teatral Pygmalion que convirtió Covent Garden en un gran mercado de flores.


Bienvenidos a Covent Garden, uno de los distritos con más encanto de Londres. Tanto los londinenses más elegantes como los turistas más avispados acuden a los bares más fabulosos, los restaurantes más chic, las tiendas más a la moda y los actos culturales que logran que hasta los que más saben vuelvan por esta zona una y otra vez. Desde el verdadero desfile de moda que es Floral Street hasta los sencillos placeres de estar al aire libre en la Piazza y los muchos tesoros de sus callejones escondidos, Covent Garden sorprenderá incluso a los visitantes más asiduos. Entre y descubra todo lo que le ofrece esta encantadora zona…






En el interior se encuentran dos mercados: Apple Market y Jubilee Market Hall.



Apple Market, situado en el ala norte del Covent Garden Market, ofrece gran variedad de antigüedades, joyas, accesorios, artesanía y ropa hecha a mano, con diseño original.




Jubilee Market Hall situado en la zona sur de la Piazza, podemos comprar ropa, calzado, articulos para el hogar y artesanía. Un buen grupo de artesanos exhiben en sus puestos joyas, objetos, pinturas y toda clase de manualidades.


En la plaza, artistas ambulantes y pequeñas orquestas despliegan todo su talento para distraer a los numerosos turistas y todavía se puede ver alguna florista vender un pequeño ramito de violetas.


Pero Covent Garden no es solo un famoso mercado, es todo un barrio. A pocos metros, se encuentra la Royal Opera House, que ha sido restaurada varias veces. El edificio actual se debe al arquitecto E. M. Barry (hijo del arquitecto del palacio de Westminster, Charles Barry), que la construyó en 1858. Famosa por su excepcional acústica, esta considerada una de las óperas más prestigiosas. Las mejores localidades para la Royal Opera House son muy difíciles de conseguir a pesar de su elevado precio.


Royal Opera House

La Royal Opera House, uno de los teatros más grandes del mundo. Erigido en el siglo XVII y reconstruido en 1858. Hoy en día acoge a la compañía del Ballet Real y los ensayos de la Orquesta de la Opera de Londres.




No muy lejos, el Royal Drury Lane Theatre acoge una de las salas más grandes de la ciudad y una de las más encantadas: se dice que los artistas fallecidos continúan paseándose por este escenario curiosamente inclinado.

















Y el Teatro Liceo


Frente a la gran nave, las arcadas del antiguo mercado de flores de Covent Garden albergan hoy en dia, el London Transport Museum. En su interior se exponen los primeros modelos de los autobuses rojos londinenses, antiguamente tirados por caballos, así como las locomotoras de vapor y vagones de los tiempos de la Belle Èpoque.












¿Estais cansados?... Londres es una ciudad demasiado grande y hay que recorrer las zonas a pie para conocerla bien. Propongo un merecido descanso en uno de sus innumerables Pubs. En Covent Garden hay varios, pero vamos a tomar una pinta a uno que me gusta mucho: Papageno.

¿A que es precioso?..... como todos ellos está cuajado de flores y muy cuidado. Así que vamos todos adentro, las mesas y los asientos son cómodos y una tapicería lujosa decora confortablemente paredes y suelos.

Pints of Courage for all of us, please !










On the Street where You Live


Con la música de My Fair Lady, espero que os haya gustado el recorrido.
Hasta la próxima escapada y gracias por vuestra compañía.



martes, 3 de febrero de 2009

ONE DAY



Un día, sentada a la orilla del mar, en una hermosa tarde de verano, contemplando cómo el sol se hunde lentamente más allá de las montañas y una dulce brisa acariciar la superficie de las aguas, me sentía verdaderamente bien, en paz conmigo misma. Siempre me han gustado los atardeceres y cuando se presenta la ocasión procuro aprovechar el poco tiempo que duran.





De pronto, alguien arranca ruidosamente su motora. El escándalo de la máquina rompe al momento todo el encanto. Y me siento molesta, irritada contra el inoportuno personaje, incapaz de apreciar como yo, la tranquilidad de la caída del día. Al cabo de unos momentos se alejó el ruido y todo vuelve a la calma.

Es en ese momento cuando me viene al pensamiento que mis vacaciones se acaban y que pronto tendré que reemprender el camino de mi ciudad y volver a la rutina de siempre. Me veo otra vez levantándome pronto, bebiendo un café a toda velocidad y subiendo a un autobús abarrotado. Es entonces cuando comienza la tristeza, los pesares y el nerviosismo.

¡Ya está!, se ha desbaratado la tarde; empiezo a sentirme inquieta, incluso angustiada. La serenidad del momento ya no me seduce nada; me noto agitada, con ganas de moverme de un lado para otro sin rumbo , sin saber a dónde dirigirme y termino por volver a mi habitación con el ánimo por los suelos.

Infinidad de secuencias como ésta se producen contínuamente. Conocemos en el curso de unos minutos una serie de estados interiores que han ido de la sensación de paz a la ansiedad, pasando por la irritación y la tristeza; tales estados interiores son las emociones.

Intentemos saber en qué consisten estas emociones, que casi siempre están presentes en nosotros y que tejen la trama de la felicidad y de la infelicidad en nuestras vidas.

Empezaremos por reconocer una distinción elemental de ellas: emociones agradables y emociones desagradables. Tan importante es para un ser humano sentir paz, alegría, serenidad y jovialidad como el poder evitar la ansiedad, la tristeza y la irritación. Conseguir un estado desprovisto de toda emoción, sería no solo imposible, sino desastroso. Pero buscar las maneras de que disminuyan o desaparezcan las emociones desagradables sería el objetivo realmente beneficioso para todos nosotros, seres pensantes y por tanto inteligentes.
Los tres estados emocionales de euforia, irritación y tristeza se producen de forma casi simultánea.
Si queremos controlar las emociones desagradables
podríamos hacerlo de muchas maneras:

En primer lugar puede uno valerse de medios químicos (por ejemplo, y aunque muchos seamos reacios, los fármacos). Para controlar el organismo no faltan drogas de todo tipo destinadas unas a tranquilizar (ansiolíticos como las benzodiacepinas) y otras a producir efectos antidepresivos regulando los niveles de serotonina, o cócteles a base de plantas medicinales bastante tonificadores y sin efectos secundarios.

En segundo lugar, podemos conseguir un cierto control de las emociones actuando sobre el sistema sensorio-motor: hacer ejercicios de relajación, distender los músculos, hacer expresión corporal, rítmica, yoga, danza, etc,etc.
Y en tercer lugar y más importante, esforzarnos en modificar los pensamientos, comprobar si éstos corresponden a la realidad y cambiarlos cuando no están de acuerdo con ella.
El tercer método es el más difícil y en el que hay que insistir más, sobre todo porque los otros dos restantes no producen sino efectos transitorios. Cuando cesa el efecto del medicamento o se interrumpen los ejercicios físicos, la ansiedad y/o la depresión tiende a volver. En la mayoría de los casos, para cambiar los estados emotivos desagradables - como la depresión - la persona habrá de modificar su pensamiento, su filosofía de vida, echando de su mente los pensamientos no realistas y reemplazarlos por otros más estrechamente ligados a la realidad.

¿Quiere ésto decir que, mediante el pensamiento, podríamos llegar a liberarnos de todas las emociones desagradables?. Pues no. Vivimos en un mundo demasiado imperfecto, y un buen número de emociones desagradables que vamos a sentir durante toda la vida, se deberán a la dura realidad del universo en que estamos insertos. Vivimos en un mundo en el que hay bebés que nacen deformes, hombres que se matan unos a otros, en el que hay calamidades naturales: incendios, inundaciones y demás.
Vivimos en un mundo poblado de personas cuya inteligencia y juicio son muy limitados. Es muy fácil imaginarse un mundo mejor, pero hay que reconocer que los aspectos más desagradables de él escapan a nuestro control, pero si yo me sirvo de mi razón de una forma apropiada, puedo disminuir notablemente el número e intensidad de mis sentimientos negativos inapropiados. No se trata de hacerse impasibles, de llegar a una atonía emotiva en la que no se sintiera nada.
¿Qué sentido tendría entonces la vida? ¿Qué valdría una vida en la que no pudiéramos llorar de alegría, en la que no pudiéramos amar, o contribuir a la felicidad de los que nos rodean ?.


Creo que las personas sí podemos evitar experimentar la ansiedad profunda, la angustia, la depresión acentuada, la culpabilidad, la desesperación, los sentimientos de inferioridad, sentimientos todos desagradables y la mayoría de las veces inapropiados. De esta forma, aunque no podamos esperar ser completamente felices, podemos al menos aspirar a serlo lo más posible o, tal vez a ser lo menos desgraciados posible.
El objetivo, en resumen, no puede ser más claro: maximizar las emociones positivas apropiadas y minimizar las emociones negativas inapropiadas





Este mes de febrero hace un año que empezaron mis crisis de ansiedad ligadas a una fuerte depresión. Lentamente he tratado de ir saliendo de este infierno que ahora comprendo mucho mejor que antes. La ayuda de mi familia y amigos ha hecho posible que siga creyendo en la maravilla de la vida


Dedicado a todos los que en este momento necesitan una psicoterapia mediante la razón.



AYÚDATE A TÍ MISMO