Seguro que ante cualquier problema y más cuando a la salud se refiere, habéis oído que hay que sacar fuerzas, a veces de donde no las hay, que de la positividad depende el éxito y que siempre hay que seguir adelante cueste lo que cueste, claro que no es lo mismo vivirlo en primera persona que en segunda o tercera. Estoy de acuerdo solo en parte, ser positivo cuesta muchísimo, así en superlativo, y desechar los pensamientos negativos que son los que más nos acechan, es una meta que hay que conseguir a fuerza de mucho tesón y sacrificio.
He repasado algunos apuntes de psicología porque considero importante saber canalizar las emociones. Cuando la vida te pone a prueba sin previo aviso, hay que ahuyentar los miedos que como ser humano se tienen y es necesario controlar la situación como muchas veces he tenido que aconsejar.
Los pensamientos negativos son automáticos e involuntarios, aparecen en la mente sin desearlos. Es como si invadieran tu conciencia en contra de tu voluntad.
Un
pensamiento negativo NO SE BASA EN LA EVIDENCIA. No hay datos que demuestren la
veracidad de tales pensamientos y normalmente se encuentran pruebas en contra de
ellos.
Los
pensamientos negativos PROVOCAN EMOCIONES DE TRISTEZA Y DESESPERANZA MUY
ELEVADAS, que descontrolan a la persona, haciéndole sentir un gran nivel de
sensaciones desagradables y le impulsan a hacer determinadas cosas, casi siempre erróneas.
El
pensamiento negativo es INUTIL. Boicotea todos tus objetivos. A corto plazo
provoca malestar. A largo plazo te produce infelicidad.
El
pensamiento negativo se EXPRESA EN UN LENGUAJE ABSOLUTISTA. Muchas veces los
pensamientos negativos se expresan utilizando términos absolutistas, extremos,
dicotómicos o catastróficos: NUNCA estaré bien, SIEMPRE me equivoco, SOY un desastre,
SEGURO que lo hago mal, NO PUEDO soportarlo.....
Pensar de otra
manera utilizando la lógica y la cientificidad para ver si
esos pensamientos son realistas o si, por el contrario, más que provenir de
los datos demostrables, se basan en tu estado de ánimo deprimido, sería lo más acertado.
Resumiendo: primero hay que localizar el pensamiento negativo, analizarlo, examinarlo, cuestionarlo y discutirlo. Después buscar un pensamiento alternativo que explique realistamente la situación.
Son nuestros pensamientos los que determinan cómo nos sentimos y cómo actuamos, por ello cambiando la forma de ver las cosas se puede conseguir superar las dificultades y liberar nuestra mente de lo que realmente nos está haciendo daño.
Me gustaría que esta entrada, que parece estar escrita para mí, sirva de ayuda a todo aquel que lo necesite y aprovecho de paso para agradecer los ánimos y palabras de aliento que muchos de vosotros me habéis dado.
Sigue, después de la lucha "el vencedor se lo lleva todo". The winer takes it all.
GRACIAS.