Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

lunes, 27 de agosto de 2012

PERSEIDAS

 
 
Es curioso, cuando volvemos a la ciudad después de unos días de descanso y miramos el cielo, no parece el mismo, la mole de edificios y esas enormes colmenas, no te permiten disfrutar de las estrellas. Mientras estaba al aire libre y rodeada de árboles, me he dado cuenta de lo que significa tener el privilegio de verlas, su brillo rodeado de silencio te llena de paz. Durante esos días de vacaciones llegaron las Perséidas, las Lágrimas de San Lorenzo, como también se las

conoce y asomada a la ventana estuve un buen rato observando,  deseba ver esos cometas que iluminan la noche todos los veranos más o menos por la misma fecha y no ví nada de particular. Dicen que hay que pedir un deseo, el mío no era fácil pero tampoco imposible y tuve que guardármelo para otra ocasión.



 

Precioso anochecer de un verano, en este trayecto sin rumbo fijo ni marcado final que es la vida.


Noches serenas de verano, mientras el mar va dejando perdidas sus olas y permite contemplar la grandeza de un cielo solo iluminado por clavos
de plata que son las estrellas.

¿A quién no le gustaría robar una....... solo una ?
Decía Antoine De Saint Exupery:

"¿Y de qué te sirve poseer las estrellas? -me sirve para ser rico-¿y de qué te sirve ser rico? -me sirve para comprar más estrellas".

Más allá del cielo
las nubes son besos,
la lluvia es de fuego,
la luz es silencio.

Más allá del cielo
el infinito marca
el fin del universo,
el sol es niebla oscura
y obscuro el blanco invierno.

Más allá del cielo,
el rostro de la magia
se palpa entre los dedos,
el amor es sublime
y la ilusión destello.
 

Electra




viernes, 17 de agosto de 2012

EL TREN DE LA VIDA



Acabo de decir adios al mar y como todos los años me gustaría haberme traído un pedacito. La tranquilidad que se respira mientras el sol termina de esconderse, no tiene definición, creo que no hay nada que iguale ese azul brillante reflejado en sus aguas, así, como la fotografía que he puesto arriba.
Y de nuevo volvemos al bullicio, a las vistas de siempre, al cielo que ya conocemos y que no deja de tener también su encanto. Volvemos a continuar un trayecto en el que no hace falta preparar ningún equipaje, el camino se recorre sin más ayuda que nuestro esfuerzo y pese a los túneles intentamos que sea fructífero y sobre todo no entrar en vía muerta.



Alguna vez he comparado la vida como un viaje en tren basándome en un conocido escrito. Los postes que van pasando rápidamente son los contratiempos y trabas que surgen en ella, porque está claro que  llegar a nuestro destino sin pasar por barreras, baches y obstáculos es imposible. Y ¡qué pesadas son esas hileras de postes que flanquean las vias del tren de la vida!.Son como rejas que tratan de aprisionar la visiòn y mantenerla encerrada en un plano cercano. Uno quiere dejar volar la mirada y la mayor parte de las veces, las pobres rebotan contra esos rìgidos centinelas del camino. Solo hay una manera de liberarse de su tiranìa... ignorarlas, ¡qué importa que existan barreras si uno no se deja aprisionar!.



Creo que saber encajar los golpes de la vida no significa ser insensible. Se necesita resignación y sobre todo paciencia para poder enfrentarse a ellos. Tener paciencia, que es decisiva para la propia maduración, con nosotros mismos y tener paciencia con todos (sobre todo con los que tenemos más cerca). Necesitamos armarnos de esta virtud, prepararnos para soportar contratiempos sin caer en la amargura.



 La paciencia, queridos amigos, como la de este pescador, otorga paz y serenidad interior. Hace al hombre capaz de ver la realidad con visión de futuro, sin quedarse enredado en lo inmediato. Le hace mirar por sobreelevación los acontecimientos, que toman así una nueva perspectiva. Son valores que cobran fuerza en nuestro paso por la vida para saber encajar los golpes y para mantener la esperanza y la alegría en medio de las dificultades.
  Cada uno, viajero de su propio tren, hemos de ser capaces de escapar a esas ataduras tan cercanas, que si vivimos pendientes de ellas nos llegan a marear. Solo cuando nuestras miradas se funden con el infinito somos libres de disfrutar todos los paisajes de nuestro respectivo trayecto.

Bienvenidos al tren de la Vida, sin reserva de asiento, ni billete y pasando por las estaciones que son las diversas etapas de nuestra existencia.



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La vida es como una caja de Pandora, llena de sorpresas. Hay que vivirla, nunca sabemos cómo, cuánto, ni cuándo nos puede sorprender.

viernes, 3 de agosto de 2012

AROMA A FLORES





Mar espejo del cielo,
de aguas danzando entre olas,
de brillante espuma de nácar,
de gotas dibujando cabriolas.

Hoy voy a cubrirte de rosas,
cambiaré tu azul por ámbar,
tu arena por perlas,
llenaré de música las caracolas.

Un perfume a flores me rodea,
como todos los tres de agosto,
aromas cálidos de sales
perfilan tu blanco rostro.

Esta vez serán las gaviotas,
quienes levantando el vuelo,
llevarán hasta ti, madre,
un beso con sabor a violetas.


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