Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

martes, 27 de diciembre de 2016

Reflexionando

 

Veo la vida como una gran sala
dentro de un espacio imaginario de luz.
Una gran sala decorada
con los sentimientos del mundo.

La puerta principal el Amor
las paredes los sentidos.
En las ventanas pájaros y sueños. 
En los sueños el alma del poeta.
 
Veo la vida como una gran sala.
Dentro, amor con tiempo para amar
amigos, familia, compañeros,
canto y poesía pura. 


 Veo la vida así, amigos y a pesar de todas las vicisitudes que presenta no se me ha olvidado sonreír, a veces no tengo ganas ni me apetece, entonces suelo estirar con las manos la comisura de los labios hasta conseguir al menos un gesto agradable.
Una mirada a la vida  en un momento difícil puede cambiar temores y dudas, dicen que los ojos son el espejo del alma y la forma de mirar es su modo de expresión.  
Hay que mirar la vida para extraer la belleza de todo lo que hay en ella. La bondad de un corazón, la sensualidad de una piel, la fragilidad de una flor, la sabiduría de un alma, y filtrar como un rayo de luz la belleza de los sentimientos para penetrar como un scanner en las emociones positivas.

En mi trayectoria he recorrido muchos caminos, mi mirada tiene pinceladas de intensos colores, valles, praderas, mares, estuarios, obras de arte, museos, iglesias, gentes de tantos lugares que ya ni las recuerdo. He leído y aprendido de sabios, de justicia, estadísticas y más saberes, que casi tengo olvidados. He buscado un lugar distinto, diferente, un guiño y una sonrisa que cuando apoyas las palmas en otras palmas, florecen ternuras. Y también he aprendido que cuando sueñas, acumulas cariño, y lo distribuyes al levantarte.

No se si es posible encontrar un mundo sin oscuridad, sin malos entendidos, ni prejuicios, donde la mentira no existe, ni la desconfianza, un lugar donde en el aire flota la música al compás de los latidos del corazón, donde puedes ver el alma de cada ser, traslúcida y etérea. Cerrando los ojos atraviesas distancias, todo está cerca, muy cerca y no existe el miedo. Un lugar donde te sientes protegido por la misma vida y cuando miras arriba, la luz de las estrellas ilumina el rostro más triste y es que son tan hermosas que parecen flores de terciopelo .

Lo que sí se es que la belleza  de la vida tiene forma y además contamos con la mirada para contemplarla. Si tuviera que elegir una manera de ver la vida, escogería los ojos del alma, con ellos no es difícil imaginarla.

Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es
creer que todo es un milagro. - Albert Einstein
-


Adiós 2016, qué poco te queda ya, déjame que te diga que aún tengo tiempo para lograr mis sueños.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

FELICIDADES A TODOS

 
 

Se acercan las Fiestas y empiezan los preparativos: los regalos, la decoración, el menú de la cena, el lugar donde reunirse...
Y surge la pregunta inevitable: "¿Cuántos somos el 24?".
Y en la respuesta aparecen, inevitablemente, las "sillas vacías", las personas que no están.
La persona que se fue lejos, la que la vida llevó por otro camino, la que eligió no estar, la que se enemistó, la que falleció.
Y comienza la tristeza.
 Las "sillas vacías" duelen y mucho. Es entonces cuando
necesito ese abrazo contenido y prolongado que no va a llegar...
Y extraño su sonrisa...
Y los ojos se llenan de lágrimas... duele...
Pero es la realidad, y la realidad hay que aceptarla.
Entonces suspiro hondo y girando la cabeza veo las "sillas ocupadas".
Son las personas que me aman. Y sonrío.
Así es la vida: pérdidas y ganancias...

Así voy a brindar el 24, con lágrimas contenidas por las "sillas vacías" y sonriendo desde el alma por las "sillas ocupadas".
Si, feliz a pesar de la tristeza.
Porque ser feliz no es necesariamente estar alegre. La alegría es una emoción pasajera que termina cuando el buen momento finaliza. La felicidad es otra cosa. Es un estado del alma. Ser feliz es estar en paz sabiendo que estoy recorriendo el camino correcto, el que coincide con el sentido de mi vida, el de mis errores y triunfos, con mis miedos y mi coraje... Mi camino, el que yo elegí.
Un camino en el que hice todo lo que pude por los que no están, a los que me brindé sin condiciones, a los que amé...

Posiblemente tú tendrás, como yo, "sillas vacías" en tu mesa este 24 de diciembre.
A pesar de eso, y por eso, te deseo una FELIZ NAVIDAD.
Ojalá puedas estar en paz  contigo mismo.


Yo elijo ser feliz mirando las sillas que aún están llenas y levanto mi copa agradeciendo a la vida, tenerlas. Y las vacías las completo en mi corazón con los buenos recuerdos cuando estaban ocupadas.



 FELICIDADES A TODOS.



lunes, 5 de diciembre de 2016

Hoy toca salud.


   Llega el frío y con él los dichosos resfriados, gripe y demás disfunciones respiratorias. Además el tiempo nublado y con menos horas de sol tiende a agravar los problemas depresivos y ansiosos, si encima el ritmo cotidiano lleno de prisas nos lleva a estar más estresados, solemos acudir a remedios que en contra de lo que parece, no sirven ni surgen el efecto deseado.

¿Quién no ha escuchado alguna vez el consejo de “tomar suplementos vitamínicos en las épocas de más estrés”? Es una de las indicaciones que vemos en la publicidad de los complejos vitamínicos, como si con ello se redujeran o eliminaran los síntomas asociados. ¿Es así? ¿Realmente necesitamos de estas pastillas vitamínicas para afrontar el día?
El sabio consejo de nuestras abuelas “come de todo” es básico para “sobrevivir” en el día a día, en cualquier época del año. Quien no dedica tiempo a una alimentación adecuada, carece de vitaminas básicas para desarrollar su vida con optimismo y energía.
Las vitaminas son sustancias químicas que se encuentran en pequeñas cantidades en los alimentos y son necesarias para la vida, la salud, la actividad física y para nuestro día a día.
Hay vitaminas vinculadas a componentes grasos de los alimentos, (liposolubles) y otras vinculadas a los líquidos (hidrosolubles). Entre las primeras, están las vitaminas A, D, E y K. En el segundo grupo se encuentran las vitaminas B1, B2, B3, B6, B12 y C.


Y cuál es la función de las vitaminas?, pues transformar los alimentos en energía, mantener en buen estado el sistema nervioso, mantener el sistema inmune aumentando las defensas, ayudar a un buen funcionamiento de nuestros neurotransmisores y todos sus componentes, son antioxidantes, mejoran la visión, son antibacterianas, protegen de enfermedades cardiovasculares,… Podríamos seguir así unos cuantos párrafos más, enumerando sus propiedades y beneficios para el sistema y todo con una finalidad: todo nuestro rendimiento físico y mental depende de ellas y, por supuesto, de una buena alimentación.
El ritmo de vida, el estrés y otros factores externos como el tabaco, café, té, alcohol y una determinada manera de cocer los alimentos en exceso, hace que las vitaminas no cumplan su función y pensamos, ante su carencia, que los complejos vitamínicos nos pueden ayudar. Pero ¿es realmente así?

 La dosis diaria de vitaminas que nuestro cuerpo necesita es de apenas un miligramo. Y como es inteligente, toda aquella dosis extra que no le hace falta, la excreta. Por ejemplo, la vitamina A es buena para la vista o para el crecimiento, tomada en exceso provoca náuseas y dolor de cabeza. Lo mismo ocurre con la vitamina D, buena para la absorción del calcio y formación de huesos, que en exceso puede producir calambres. Los aportes suplementarios solo deben estar indicados por un médico y en algunos casos son necesarios, por ejemplo, la B9 como suplemento de ácido fólico para las mujeres embarazadas, pues ayuda a la formación del sistema nervioso del feto.

Todos sabemos que el estrés es una consecuencia de un ritmo de vida que no somos capaces de soportar y la solución no es tomar vitaminas, sino reducir las vivencias que más ansiedad nos provocan, descansar y dormir las horas que nuestro cuerpo necesita para recuperar energía. La verdad es que cuesta mucho coger el sueño cuando las preocupaciones nos agobian, lo ideal sería desconectar cuando estamos en casa, si el trabajo es el culpable, y si no lo es, ayudarse con tisanas y procurar pensar en algo que nos guste, en algo positivo.

Y es vital mejorar nuestra dieta, comiendo de todo en la proporción correcta especialmente verduras, frutas y legumbres y si creemos que nos irían bien algunas vitaminas de más podemos obtenerlas de los alimentos que las contienen.
Os dejo una serie de alimentos beneficiosos para el cuerpo y acordes con la estación en la que nos encontremos:

  
    . Aguacate: rico en vitamina E, cuidará tu piel (más expuesta a los rayos de sol) y un excelente acompañante de ensaladas fresquitas.
  • Sardinas: Ricas en ácidos omega 3, son cardiosaludables.
  • Frutos secos: como nueces y avellanas, los primeros también ricos en ácidos omega 3 y los segundos en Vitamina E.
  • Sandías y melones: ricos en vitaminas C y A.
  • Tomates: ricos en vitaminas A, B, C, E y K. Uno de los mejores alimentos para el verano, además contiene antioxidantes y carotenoides, protectores del desgaste celular y del corazón.
  • Zanahorias: con antioxidantes y vitamina A, E y K, con abundante betacaroteno que protege tu piel y te ayuda a tener un tono más bonito en verano.

Ya sabes, mejora tu alimentación y mejorarás tu salud.
Hay veces que necesitamos vitaminas, pero para el alma.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Niebla

 


Noviembre en Madrid siempre ha sido un mes de nieblas. Ya estamos a finales y por el momento no hemos tenido días con este fenómeno atmosférico. Hace falta más frío, humedad y escasez de viento para poder disfrutarlo o padecerlo, porque la niebla influye en la salud, altera el estado de ánimo de las personas y no es amiga de los problemas respiratorios y circulatorios.


 


La niebla, el velo que oculta la imagen de bellos paisajes. Me gusta la niebla, caminar entre ella, sentirla húmeda y pegada, aunque esconda la cara de los tejados, borre la cima de las montañas y empavone el reloj de la torre. Mientras dura es como pasear por el misterio,  pero ese ocultamiento de las formas que no están próximas y que nos llenan de incertidumbre y desasosiego pronto se disipa, levanta y entonces todo vuelve a ser nítido.

 La niebla es comparable a nuestra mente, confusa de pensamiento y a veces demasiado ciega, pero tremendamente iluminada cuando se retira el velo de tristeza que la cubre y una nueva oportunidad comienza. Ya veis, así de generosa es la naturaleza y así de variable es la mente. Mi deseo es que nuestro ánimo no decaiga, que sigamos caminando por la vida si es posible con la nitidez de un amanecer, que en la niebla de los días un rayo de luz penetre hasta el fondo de los sentimientos y que a pesar de la espesura, podamos ver con claridad el camino que aún nos queda por recorrer.



 La niebla es misteriosa, atrayente... enigmática...
Su humedad fría hace que te encojas ante ella, que disfrutes tan solo de lo cercano, como si tuviese la facultad de anular el resto de los sentidos, es silencio, soledad y amor.
Adoro la niebla, con su sensación de indefensión, de incertidumbre. Un fenómeno que la naturaleza nos regala, como tantos otros.

En las noches de noviembre cuando se despeja la niebla, me gusta mirar las estrellas - porque en Madrid hay estrellas- y están todas, algunas vestidas de bruma y otras tan encendidas que casi pueden velarte los ojos.


 

domingo, 13 de noviembre de 2016

Homenaje a Leonard Cohen y su canción más representativa.




Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011


"Y entonces ya tenía una voz, pero no tenía el instrumento para expresarla, no tenía una canción.
Voy a contarles muy brevemente la historia de cómo conseguí mi canción.
Porque era un guitarrista mediocre, aporreaba la guitarra, solo sabía unos cuantos acordes. Me sentaba con mis amigos, mis colegas, bebiendo y cantando canciones, pero en mil años nunca me vi a mí mismo como músico o como cantante.
Pero un día, a principios de los 60, estaba de visita en casa de mi madre en Montreal. Su casa está junto a un parque y en el parque hay una pista de tenis y allí va mucha gente a ver a los jóvenes tenistas disfrutar de su deporte. Fui a ese parque, que conocía de mi infancia, y había un joven tocando la guitarra. Tocaba una guitarra flamenca y estaba rodeado de dos o tres chicas y chicos que le escuchaban. Y me encantó cómo tocaba. Había algo en su manera de tocar que me cautivó. Yo quería tocar así y sabía que nunca sería capaz.
Así que me senté allí un rato con los que le escuchaban y cuando se hizo un silencio, un silencio apropiado, le pregunté si me daría clases de guitarra. Era un joven de España, y solo podíamos entendernos en un poquito de francés, él no hablaba inglés. Y accedió a darme clases de guitarra. Le señalé la casa de mi madre, que se veía desde las pistas de tenis, quedamos y establecimos el precio de las clases.
Vino a casa de mi madre al día siguiente y dijo: “Déjame oírte tocar algo”. Yo intenté tocar algo, y él dijo: “No tienes ni idea de cómo tocar, ¿verdad?”. Yo le dije: “No, la verdad es que no sé tocar”. “En primer lugar déjame que afine la guitarra, porque está desafinada”, dijo él. Cogió la guitarra y la afinó. Y dijo: “No es una mala guitarra”. No era la Conde, pero no era una guitarra mala. Me la devolvió y dijo: “Toca ahora”. No pude tocar mejor, la verdad.
Me dijo: “Deja que te enseñe algunos acordes”. Y cogió la guitarra y produjo un sonido con aquella guitarra que yo jamás había oído. Y tocó una secuencia de acordes en trémolo, y dijo: “Ahora hazlo tú”. Yo respondí: “No hay duda alguna de que no sé hacerlo”. Y él dijo: “Déjame que ponga tus dedos en los trastes”, y lo hizo “y ahora toca”, volvió a decir. Fue un desastre. “Volveré mañana”, me dijo.
Volvió al día siguiente, me puso las manos en la guitarra, la colocó en mi regazo, de manera adecuada, y empecé otra vez con esos seis acordes –una progresión de seis acordes en la que se basan muchas canciones flamencas–. Lo hice un poco mejor ese día. Al tercer día la cosa, de alguna, manera mejoró. Yo ya sabía los acordes. Y sabía que aunque no podía coordinar los dedos para producir el trémolo correcto, conocía los acordes, los sabía muy, muy bien.
Al día siguiente no vino, él no vino. Yo tenía el número de la pensión en la que se hospedaba en Montreal. Llamé por teléfono para ver por qué no había venido a la cita y me dijeron que se había quitado la vida, que se había suicidado.
Yo no sabía nada de aquel hombre. No sabía de qué parte de España procedía. Desconocía porqué había venido a Montreal, porqué se quedó allí. No sabía porqué estaba en aquella pista de tenis. No tenía ni idea de porqué se había quitado la vida. Estaba muy triste, evidentemente.
Pero ahora desvelo algo que nunca había contado en público. Esos seis acordes, esa pauta de sonido de la guitarra han sido la base de todas mis canciones y de toda mi música. Y ahora podrán comenzar a entender las dimensiones de mi gratitud a este país.
Todo lo que han encontrado de bueno en mi trabajo, en mi obra, viene de este lugar. Todo lo que ustedes han encontrado de bueno en mis canciones y en mi poesía está inspirado por esta tierra.
Y, por tanto, les agradezco enormemente esta cálida hospitalidad que han mostrado a mi obra, porque es realmente suya, y ustedes me han permitido añadir mi firma al final de la página".

viernes, 4 de noviembre de 2016

Cipreses


Noviembre, un mes con fama de triste que comienza recordando a los que ya no están con nosotros. Mes que huele a crisantemos, a gotas de niebla y los cipreses se alzan al cielo, mientras a lo lejos se oyen los pasos de don Juan Tenorio.
Lloran los cipreses, sus copas bailan con el viento la canción más triste del otoño y un leve sonido sepulcral vigila el sueño de los muertos. 

Decía Ramón Gómez De La Serna que "un cementerio es una gran botica fracasada", una frase que puede parecer polémica pero que no le falta razón.


 
Entre cipreses caminé al compás del viento y con un movimiento encadenado, desfilaron ante mí escenas del pasado. Entonces, las palabras se congelan y siempre una lágrima se escapa. Aferrada al recuerdo apreté mis manos, cerré los ojos y sepulté el suspiro. Detuve el tiempo cerrando todas las compuertas, y en esa breve paz encerré con siete llaves todo el infinito. 

En noviembre el frío vuelve. Feliz mes.


sábado, 29 de octubre de 2016

LlUVIA

 

Por fin hemos tenido unos días de lluvia en todo el país, después de meses sin caer una mísera gota de agua. Ya hacía falta. Los paraguas estaban pidiendo a gritos salir de su rincón y en los armarios la ropa de abrigo comienza a ocupar su habitual espacio. Los días de lluvia marcan un ritmo diferente de vida y nos hacen pasar por momentos bastante incómodos en cuanto a tráfico se refiere y especiales al caminar entre charcos y esquivando gente que lleva el paraguas a la altura de las setas. No entiendo el revuelo que se forma cuando caen cuatro gotas, el agua es vida, la lluvia es vida.


La lluvia es el llanto del cielo, sus gotas llevan consigo una sana mezcla de melancolía y nostalgia. A qué huele la lluvia?, pues a ese inconfundible aroma que lo generan las propias plantas, las bacterias que están arraigadas en la tierra y en el suelo. Y a qué sabe la lluvia?, a madera mojada, a hojas secas, a lágrimas de árbol.
Sin embargo atendiendo a los factores climatológicos, se puede afirmar que la lluvia y la falta de luz tienen efectos negativos en el estado de ánimo. En los países o zonas demasiado lluviosas, el número de depresiones aumenta considerablemente en relación a otros en los que predomina el sol. Pero por otra parte, físicamente el agua nos aporta salud ya que es beneficiosa para la piel como para las vías respiratorias.
A mal tiempo, buena cara!. Así que cuando llueva, coge tus botas y chubasquero y sal a pasear, un día de lluvia es el mejor hidratante que hay y además es gratis.
 
Hay muchas formas de lluvia, sí, varias, la lluvia de estrellas, las Perseidas o "lágrimas de S. Lorenzo". La lluvia de corazones, para que nunca dejemos de decir te quiero. Lluvia de abrazos, que recorren el mundo llenando vacíos, regalando sueños. Lluvia de sonrisas, que cambian los días grises por un sinfín de luces de colores. Lluvia de deseos, llena de gotas de suerte. Lluvia de aplausos, para los que triunfan en el gran teatro de la vida.
Y lluvia de bendiciones, para todos vosotros.
 

 
 

 



 

jueves, 13 de octubre de 2016

Un ramito



Oye, dime, ¿te gustan las violetas ?. Aunque no estemos en la estación propicia, siempre se encuentran flores y plantas que alegran los días nublados, lluviosos y con temperaturas bajas. Las dalias por ejemplo, altas y de un colorido diverso, el pensamiento, la flor del otoño por excelencia, que por su dureza resiste bien el frío y la humedad, el hibisco, el crisantemo, la caléndula... hay muchas, en otoño no solo vemos dorados y ocres, también hay otros coloridos que nos alegran la vista.
Te he preguntado si te gustan las violetas porque después de mucho tiempo, años, mi violeta africana ha muerto, me la regalaron en una comida que todos los junios tengo con mis compañeros y siempre en todas las estaciones estaba cuajada de flores. Las violetas africanas son unas bonitas plantas que florecen todo el año y que pueden vivir perfectamente en interiores. La mía cumplió su ciclo de vida y la echo de menos. Puedo comprar otra, ya lo sé, pero ésta era especial. En aquella comida celebrábamos la recuperación de una querida amiga y compañera, que había sufrido una delicada intervención y llenamos el lugar de violetas. A los pocos meses ella se fue y sus violetas han estado conmigo hasta ahora.
Me gustan las violetas,  sus flores crecen en las montañas situadas al norte de Madrid a finales del mes de febrero.

En el pasado las violeteras -vendedoras de violetas- eran muchachas humildes que esperaban en el exterior de los teatros para vender esas flores a las personas pudientes.
Basado en esta tradición, el pastelero Mariano Gil Fernández decidió hacer un caramelo con el sabor de las violetas.
En la actualidad este es un símbolo de Madrid que tiene su leyenda: el rey Alfonso XIII acostumbraba comprar caramelos de violeta para regalárselos a su esposa… Y también a sus amantes. 


Por si alguno no lo conoce todavía "La Violeta" es una bombonería  de Madrid de toda la vida, decorada en madera y con detalles dorados, conocida por sus caramelos de violeta.
Merece la pena darse una vuelta por la Plaza de Canalejas 6, tienen todo tipo de detalles, regalos y sobre todo dulces de violeta.
¡ Que los disfrutéis !

jueves, 6 de octubre de 2016

Flor de otoño

                                       
 

 

En un otoño caliente, como de momento estamos teniendo, da gusto pasear por la mañana cuando todavía el astro rey no calienta, caminar entre árboles desnudos que continuando su ciclo dejan caer las hojas muertas. Tomar un café y observar al anciano, fiel a su banco leyendo la prensa, mientras a la par que sus manos las páginas tiemblan. Tardes aún de terrazas aromatizadas por el tráfico y noches en las que ya refresca para dar paso al gran festival de las sombras.


En las noches de octubre
una tímida luna extiende
su manto de gasa negra
y largos silencios de plata
se  cubren de sombras funestas.
 
Allá en el firmamento
las estrellas parpadean
semejando brillantes pupilas
que inmóviles nos contemplan.
 
Las aves nocturnas emiten
llantos lúgubres y quejas
vibrando en la negrura
temblorosas e inquietas.
 
El señor de las sombras
de su letargo despierta
invisible a nuestros ojos
con su capa revolotea.
 
Entonces, entre mil hojas muertas
 tímidamente cubierta
una flor despistada
abre su corola marfileña.
 
Corola que en el día
al amanecer se cierra
para reabrirse  al helado
contacto con la tiniebla.
 
Una flor solitaria
de las pocas que ya quedan
siempre ansiosa de luces
siempre de sombras sedienta.


 
 
 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Me gusta,no me gusta.

 
Hace tiempo que no recibía un obsequio este humilde blog. En noviembre "Sueños de aire azul" cumplirá diez años. Muchas gracias a Manuel Díaz por haberme incluido en sus cinco blogs amigos http://eraseunhombre.blogspot.com.es/.

Hoy toca recordar a propósito de este regalo. No hace mucho tiempo, cuando te daban un premio tenías que contestar a una serie de preguntas, que sinceramente nunca eran de mi agrado. La mayoría de las veces evadía aquellas preguntas como buenamente podía, creo que solo una vez contesté a un amigo chileno que su amistad ha traspasado fronteras y aún se mantiene pese a la distancia por el cariño recibido desde hace ya varios años.
Y aquí están para que me conozcáis un poquito, solo un poquito.


6 COSAS QUE SI Y 6 COSAS QUE NO ME GUSTAN

ME GUSTA: Salir a comer con mi familia.

Escuchar música de piano, sobre todo tocada por mi hija .


Volar, hasta con la imaginación.

Escribir.
La decoración y las flores
La pintura, el dibujo y el arte en general.

NO ME GUSTA: La mala educación.

La violencia.

La avaricia.
La humillación
.

El sufrimiento




Y la vagancia (no la soporto)





Besos a todos



lunes, 5 de septiembre de 2016

Feliz regreso.



Cuando llega septiembre, muchos ya hemos tenido unos días para desconectar de la rutina, aunque sean pocos es suficiente para habernos deleitado la vista con un paisaje distinto, un acantilado, un puesto de flores o un pequeño arbolillo lleno de manzanas. Y vuelven recuerdos de veranos pasados con imágenes imborrables que a mi en concreto me emocionan. Pasear por la playa de la mano de mi madre recogiendo conchas, por ejemplo. Años libres de problemas, tiempos felices que mientras la luna correteaba entre las nubes, mi silueta se columpiaba entre arbustos y matorrales, mi sombra perseguía el sol veraniego, el jadeo inflaba mis sienes al correr por la orilla, el viento cerraba los párpados y mis fuertes rodillas se amoldaban en la arena. Aquellos recuerdos, buscan ahora al niño que dejamos construyendo castillos, entre el pestañeo del mar y las huellas de unos piececillos descalzos.

 

A la vuelta de las vacaciones se habla mucho del síndrome postvacacional,  algo que se ha puesto de moda y que antes ni se conocía, ni se daba importancia. A todos nos cuesta volver, pero la depresión por la vuelta al trabajo en los tiempos que corren no tiene ningún sentido, más bien debería ser todo lo contrario, aunque el cuerpo reaccione con rechazo, tener un trabajo más o menos estable hoy día es un tesoro. Pensemos en ello y para todos aquellos que sufran esta, digamos "enfermedad", voy a marcar una pauta que de verdad recomiendo:

-Al levantarse, beber un vaso de agradecimiento.

-Al llegar al trabajo, tomar una cucharada de paz.

-A cada hora, ingerir un comprimido de paciencia y una tacita de humanidad.




Al llegar a casa, inyectarse una dosis de amor.




Y antes de acostarse, tomar dos cápsulas de conciencia tranquila.




Un tratamiento fácil de seguir si uno se lo propone, no hace falta dietas, ni somníferos, ni tranquilizantes, el organismo es muy inteligente si le damos oportunidad.

En la puerta de la consulta voy a colgar este cartel:

"Vive siempre al máximo, el amor que te presenta la Vida."




Las fotografías son pinturas del pintor impresionista Pino Daeni.

lunes, 29 de agosto de 2016

Fin de agosto

 

¿Existe la casualidad?. Decía Hermann Hesse que cuando alguien de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello. ¿Casualidad o destino?,  pues no lo tengo claro, creo que las cosas ocurren y punto. Fleming descubrió la penicilina por casualidad, porque se contaminó con un hongo y Newton la ley de la gravedad, cuando descansaba bajo un árbol de la Universidad de Cambridge y le cayó la famosa manzana… El destino son todos esos acontecimientos que van sucediendo sin que podamos controlarlos, guía nuestra existencia y la de cualquier ser a un fin no escogido.

De lo que sí estoy segura es de que todo pasa por alguna razón. Por eso, si te dan una nueva oportunidad agárrala fuerte y no la dejemos escapar, si cambia tu vida, dejemos que cambie, porque nadie dijo que la vida es fácil, solo prometieron que vale la pena vivirla. Las cosas no funcionarán a no ser que tú creas en ellas, la fe dicen que mueve montañas y todo llega, todo pasa y todo tiene solución cuando uno cuenta con la fuerza de la voluntad.

La vida es un continuo retorno de nuestros pasos, como si quisiéramos vivir de nuevo nuestra historia. Sin embargo ésta se va escribiendo poco a poco en cada suspiro, y nada ni nadie puede volver a redactarla. Podemos emborronar alguna parte, cerrar la puerta de nuestros sentimientos, pero siempre aparecerán en el fondo de nuestro inconsciente. Dicen que es posible recorrer varias veces el mismo camino, realizar el mismo viaje, pero aunque así fuera siempre sería distinto, nunca sería lo mismo. Todo puede encontrarse igual: el paisaje, la gente, nuestra predisposición ... pero nosotros no somos los mismos. Somos una nueva historia, elementos en constante evolución, vasijas que se van llenando y rellenando. Nos equivocamos cuando buscamos repetir las sensaciones que acompañaron nuestros pasos. No es posible recrear tiempos pasados, no es posible hacer copias exactas de dos instantes que se conjugan en diferente tiempo, momento o situación, no es posible detener el agua con nuestras manos, no es posible vivir eternamente en primavera, ni es posible llorar con las mismas lágrimas.

Pero...
 


¿Qué más puedo decir? Se termina agosto y en las noches de verano se lo cuento todo a la luna y a vosotros.

 
 
 

lunes, 15 de agosto de 2016

Reflexiones de agosto.


Hubo un tiempo que
 
Pensé que no podía...y no pude
Creí que no sabía nada... y nada supe
Pensé que no tendría fuerzas... y flaqueé
Creí que era demasiada la carga... y me caí
Subestimé mi capacidad... y no fui capaz.
 
Luego aprendí...
 
Que si creo que puedo, puedo
Que sé más de lo que ni siquiera imagino
Que tengo las fuerzas que decido tener
Que no hay carga que mis hombros no puedan soportar y
Que puedo llegar a donde yo me lo proponga.
 
 



viernes, 5 de agosto de 2016

Aprendiz de poeta

 
 


Dicen que tenemos lo que merecemos
que recogemos lo sembrado
una pregunta sencilla y lógica
 ¿en qué me he equivocado?.

Llamé amor a un pasado
 y perdí mi identidad,
en el afán de a todos agradar,
dejando mi YO olvidado.

Intento hacerme amiga,
de una soledad que todo lo invade
pero unas lágrimas traidoras
 me alejan más de la vida.

Juro que lo intento,
  que si pudiese cambiaría
cualquier futuro descubrimiento,
por un abrazo, una caricia y un te quiero.

No deja de ser una cruel ironía
que ahora que soy más sabia,
me sienta fracasada,
después de dar todo por nada.

Llueve desánimo sobre mi alma,
sé  bien– lo habré leído en algún lado-
que hay un arco iris esperando,
con un fuerte color negro,
por los besos que me han faltado.

La vida es un continuo de aciertos y errores, pero los más duros nos llevan a la tristeza o al desánimo. Todos lloramos a ratos hasta que nos convencemos de que hay que sonreír, la propia vida nos reclama por encima de nuestras miserias y flaquezas. Pero también es verdad que lo que nos ayuda y no siempre encontramos, es una mano, un beso, una sonrisa, una palabra amable y cariñosa.

 

Admirable el arte de la poesía. Creo que todos somos capaces de componer, pero nos saltamos la métrica y la métrica y la rima son el más puro estilo de un poema.

Si la Naturaleza perdiera los pájaros, los poetas inventarían nuevas aves, harían volar almas con forma de paloma, sacarían perlas de los pozos más profundos, harían sangrar a la música y resucitarían cánticos ya desaparecidos.

Si el hombre perdiera las flores de la tierra, los poetas las devolverían envueltas en nubes de atardecer, regadas con unas brillantes gotas de rocío y pintadas una a una con el color que deben tener los sueños.
 

 


martes, 2 de agosto de 2016

Mi recuerdo.



 
 

Huele a rosas todos los tres de agosto.
Huele a flores.
Hay pétalos dorados que alfombran
 el suelo
 que el viento arremolina para escribir con ellos
 tu nombre.
 Un aroma dulce que percibo y que embriaga

 mi alma.
 

Un cálido olor a rosas, como siempre el día tres de agosto.

 

 
 
 

Un acorde de nubes,

suspende sobre el cielo,
hay sonidos de arpa
vibrando entre tus dedos.
 
Zafiros son las estrellas,
reflejos plateados, los luceros
y todo el azul presenta
su belleza, ante el fuego.