75 ANIVERSARIO DEL VUELO DEL CUATRO VIENTOS.
En la madrugada del 9 al 10 Junio de 1933 y del aeródromo de Tablada, (Sevilla, Spain)
despegaba el BREGUET XIX, SUPER BIDÓN, bautizado "CUATRO VIENTOS". Comenzaba así, una de las mayores gestas de la Aviación española. El raid, consistía fundamentalmente en dos etapas; primera llevar a cabo un vuelo, que hasta la fecha, no se había realizado: ESPAÑA-CUBA, segunda etapa, CUBA-MEXICO.
Sería, sin duda, uno de los raids más complicados de la aviación. Fue la mayor distancia recorrida, punto a punto sobrevolando, el mar. Un alarde de pilotaje y sobre todo de navegación.
despegaba el BREGUET XIX, SUPER BIDÓN, bautizado "CUATRO VIENTOS". Comenzaba así, una de las mayores gestas de la Aviación española. El raid, consistía fundamentalmente en dos etapas; primera llevar a cabo un vuelo, que hasta la fecha, no se había realizado: ESPAÑA-CUBA, segunda etapa, CUBA-MEXICO.
Sería, sin duda, uno de los raids más complicados de la aviación. Fue la mayor distancia recorrida, punto a punto sobrevolando, el mar. Un alarde de pilotaje y sobre todo de navegación.
Sea este el más merecido homenaje, a unos hombres y a una máquina que elevaron a lo más alto a la Aviación española y a la ciudad de Madrid.
Mariano Barberán y Joaquín Collar
La hazaña que hace 75 años protagonizaron los aviadores españoles Mariano Barberán y Joaquín Collar, primeros en cruzar el Atlántico por su parte central, uniendo Sevilla y Camagüey en el vuelo más largo realizado hasta entonces: 8.095 kilómetros, recorridos en 39 horas y 55 minutos en un Breguet XIX Superbidón fabricado por Construcciones Aeronaúticas (CASA), al precio de 150.000 pesetas. La "tremenda gesta" del Cuatro Vientos fue celebrada el martes por todo lo alto en la ciudad de Camagüey, tercera de Cuba, con 320.000 habitantes, adonde viajó una comisión del Ejército del Aire.
El mecánico de vuelo
Por primera vez desde 1959, dos aviones militares españoles -un Hércules y un avión de carga C-295- aterrizaron en suelo cubano para rendir homenaje a Barberán y Collar. Hubo lanzamiento de paracaidistas y numerosos actos en tributo a los dos aviadores, que son considerados casi héroes adoptivos de Camagüey. "Si en aquel entonces Barberán y Collar quisieron con su aventura unir España y Cuba, hoy la historia se repite", afirmó el general en la reserva José Sánchez Méndez, uno de los protagonistas de los festejos.
Sorprende que muchos en Camagüey -gente de avanzada edad pero también jóvenes como la enfermera Marbeti- conozcan al dedillo la historia del Cuatro Vientos. "Lo que ellos hicieron equivaldría hoy a viajar al espacio. Nadie hasta entonces había intentado un vuelo tan complejo y tan largo", dice el historiador cubano Franklin Aramís Picapiedra, autor de tres libros sobre el mítico avión. Barberán y Collar salieron de La Tablada, en Sevilla, en la madrugada del 10 de junio, y aterrizaron en Camagüey a las cuatro de la tarde del 11 de junio. "Fue un vuelo perfecto, todo calculado al milímetro, y ellos fueron recibidos como héroes", asegura Picapiedra.
Sorprende que muchos en Camagüey -gente de avanzada edad pero también jóvenes como la enfermera Marbeti- conozcan al dedillo la historia del Cuatro Vientos. "Lo que ellos hicieron equivaldría hoy a viajar al espacio. Nadie hasta entonces había intentado un vuelo tan complejo y tan largo", dice el historiador cubano Franklin Aramís Picapiedra, autor de tres libros sobre el mítico avión. Barberán y Collar salieron de La Tablada, en Sevilla, en la madrugada del 10 de junio, y aterrizaron en Camagüey a las cuatro de la tarde del 11 de junio. "Fue un vuelo perfecto, todo calculado al milímetro, y ellos fueron recibidos como héroes", asegura Picapiedra.
El 20 de junio, los aviadores salieron de La Habana hacia México para cumplir la última etapa de su vuelo, pero nunca llegaron. La hipótesis más creíble es que el avión cayó al mar debido al mal tiempo, aunque al parecer la semana de comilonas y fiestas en su honor, ofrecidas por la colonia española y las autoridades, fue fatídica. En la prensa de la época Barberán decía: "Sueño con montañas de bicarbonato".
El avión desapareció. El radiador del "Cuatro Vientos" es lo único que se pudo recuperar. Éste, junto a la carta de navegación, que quedó en Cuba, y una reconstrucción del desgraciado avión, son los únicos recuerdos de este viaje y se exhiben actualmente en el Museo del Aire de Cuatro Vientos (Madrid).
75 años después, Barberán y Collar siguen siendo un mito. Su proeza fue reeditada por 11 tripulantes del Ejército del Aire español que cruzaron el Atlántico en un C-295 -último modelo construido por CASA-. A su llegada a Camagüey, como entonces, los aviadores fueron agasajados, a tono con la tremenda gesta del Cuatro Vientos.
El BREGUET XIX SUPER BIDÓN, era derivado de los anteriores BREGUET GRAN RAIDS números 71 y 72, que tan excelentes resultados habían dado en los anteriores vuelos. Fue un proyecto con licencia BREGUET, encargado a C.A.S.A. (Construcciones Aeronáuticas S. A.).El proyecto fue realizado en la factoría C.A.S.A. de Getafe, Madrid.
Valga este pequeño homenaje para elevar la valía de unos hombres que, con su saber y destreza, abrieron una ruta que "acercaba dos mundos". Esperemos que, hoy día, cuando se lleva a cabo esa ruta, quizás en menos de la cuarta parte de tiempo, y con "algo más " de instrumentación, (ellos solo contaban con una brújula), quede un hueco en el corazón de aquellos que saben de aviación y recuerden la hazaña de unos héroes españoles hace ahora 75 años.
Ésto es volar .....