Voz de mi hija. Los sonidos del silencio

Voz de mi hija. Los sonidos del silencio.

martes, 27 de diciembre de 2016

Reflexionando

 

Veo la vida como una gran sala
dentro de un espacio imaginario de luz.
Una gran sala decorada
con los sentimientos del mundo.

La puerta principal el Amor
las paredes los sentidos.
En las ventanas pájaros y sueños. 
En los sueños el alma del poeta.
 
Veo la vida como una gran sala.
Dentro, amor con tiempo para amar
amigos, familia, compañeros,
canto y poesía pura. 


 Veo la vida así, amigos y a pesar de todas las vicisitudes que presenta no se me ha olvidado sonreír, a veces no tengo ganas ni me apetece, entonces suelo estirar con las manos la comisura de los labios hasta conseguir al menos un gesto agradable.
Una mirada a la vida  en un momento difícil puede cambiar temores y dudas, dicen que los ojos son el espejo del alma y la forma de mirar es su modo de expresión.  
Hay que mirar la vida para extraer la belleza de todo lo que hay en ella. La bondad de un corazón, la sensualidad de una piel, la fragilidad de una flor, la sabiduría de un alma, y filtrar como un rayo de luz la belleza de los sentimientos para penetrar como un scanner en las emociones positivas.

En mi trayectoria he recorrido muchos caminos, mi mirada tiene pinceladas de intensos colores, valles, praderas, mares, estuarios, obras de arte, museos, iglesias, gentes de tantos lugares que ya ni las recuerdo. He leído y aprendido de sabios, de justicia, estadísticas y más saberes, que casi tengo olvidados. He buscado un lugar distinto, diferente, un guiño y una sonrisa que cuando apoyas las palmas en otras palmas, florecen ternuras. Y también he aprendido que cuando sueñas, acumulas cariño, y lo distribuyes al levantarte.

No se si es posible encontrar un mundo sin oscuridad, sin malos entendidos, ni prejuicios, donde la mentira no existe, ni la desconfianza, un lugar donde en el aire flota la música al compás de los latidos del corazón, donde puedes ver el alma de cada ser, traslúcida y etérea. Cerrando los ojos atraviesas distancias, todo está cerca, muy cerca y no existe el miedo. Un lugar donde te sientes protegido por la misma vida y cuando miras arriba, la luz de las estrellas ilumina el rostro más triste y es que son tan hermosas que parecen flores de terciopelo .

Lo que sí se es que la belleza  de la vida tiene forma y además contamos con la mirada para contemplarla. Si tuviera que elegir una manera de ver la vida, escogería los ojos del alma, con ellos no es difícil imaginarla.

Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es
creer que todo es un milagro. - Albert Einstein
-


Adiós 2016, qué poco te queda ya, déjame que te diga que aún tengo tiempo para lograr mis sueños.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

FELICIDADES A TODOS

 
 

Se acercan las Fiestas y empiezan los preparativos: los regalos, la decoración, el menú de la cena, el lugar donde reunirse...
Y surge la pregunta inevitable: "¿Cuántos somos el 24?".
Y en la respuesta aparecen, inevitablemente, las "sillas vacías", las personas que no están.
La persona que se fue lejos, la que la vida llevó por otro camino, la que eligió no estar, la que se enemistó, la que falleció.
Y comienza la tristeza.
 Las "sillas vacías" duelen y mucho. Es entonces cuando
necesito ese abrazo contenido y prolongado que no va a llegar...
Y extraño su sonrisa...
Y los ojos se llenan de lágrimas... duele...
Pero es la realidad, y la realidad hay que aceptarla.
Entonces suspiro hondo y girando la cabeza veo las "sillas ocupadas".
Son las personas que me aman. Y sonrío.
Así es la vida: pérdidas y ganancias...

Así voy a brindar el 24, con lágrimas contenidas por las "sillas vacías" y sonriendo desde el alma por las "sillas ocupadas".
Si, feliz a pesar de la tristeza.
Porque ser feliz no es necesariamente estar alegre. La alegría es una emoción pasajera que termina cuando el buen momento finaliza. La felicidad es otra cosa. Es un estado del alma. Ser feliz es estar en paz sabiendo que estoy recorriendo el camino correcto, el que coincide con el sentido de mi vida, el de mis errores y triunfos, con mis miedos y mi coraje... Mi camino, el que yo elegí.
Un camino en el que hice todo lo que pude por los que no están, a los que me brindé sin condiciones, a los que amé...

Posiblemente tú tendrás, como yo, "sillas vacías" en tu mesa este 24 de diciembre.
A pesar de eso, y por eso, te deseo una FELIZ NAVIDAD.
Ojalá puedas estar en paz  contigo mismo.


Yo elijo ser feliz mirando las sillas que aún están llenas y levanto mi copa agradeciendo a la vida, tenerlas. Y las vacías las completo en mi corazón con los buenos recuerdos cuando estaban ocupadas.



 FELICIDADES A TODOS.



lunes, 5 de diciembre de 2016

Hoy toca salud.


   Llega el frío y con él los dichosos resfriados, gripe y demás disfunciones respiratorias. Además el tiempo nublado y con menos horas de sol tiende a agravar los problemas depresivos y ansiosos, si encima el ritmo cotidiano lleno de prisas nos lleva a estar más estresados, solemos acudir a remedios que en contra de lo que parece, no sirven ni surgen el efecto deseado.

¿Quién no ha escuchado alguna vez el consejo de “tomar suplementos vitamínicos en las épocas de más estrés”? Es una de las indicaciones que vemos en la publicidad de los complejos vitamínicos, como si con ello se redujeran o eliminaran los síntomas asociados. ¿Es así? ¿Realmente necesitamos de estas pastillas vitamínicas para afrontar el día?
El sabio consejo de nuestras abuelas “come de todo” es básico para “sobrevivir” en el día a día, en cualquier época del año. Quien no dedica tiempo a una alimentación adecuada, carece de vitaminas básicas para desarrollar su vida con optimismo y energía.
Las vitaminas son sustancias químicas que se encuentran en pequeñas cantidades en los alimentos y son necesarias para la vida, la salud, la actividad física y para nuestro día a día.
Hay vitaminas vinculadas a componentes grasos de los alimentos, (liposolubles) y otras vinculadas a los líquidos (hidrosolubles). Entre las primeras, están las vitaminas A, D, E y K. En el segundo grupo se encuentran las vitaminas B1, B2, B3, B6, B12 y C.


Y cuál es la función de las vitaminas?, pues transformar los alimentos en energía, mantener en buen estado el sistema nervioso, mantener el sistema inmune aumentando las defensas, ayudar a un buen funcionamiento de nuestros neurotransmisores y todos sus componentes, son antioxidantes, mejoran la visión, son antibacterianas, protegen de enfermedades cardiovasculares,… Podríamos seguir así unos cuantos párrafos más, enumerando sus propiedades y beneficios para el sistema y todo con una finalidad: todo nuestro rendimiento físico y mental depende de ellas y, por supuesto, de una buena alimentación.
El ritmo de vida, el estrés y otros factores externos como el tabaco, café, té, alcohol y una determinada manera de cocer los alimentos en exceso, hace que las vitaminas no cumplan su función y pensamos, ante su carencia, que los complejos vitamínicos nos pueden ayudar. Pero ¿es realmente así?

 La dosis diaria de vitaminas que nuestro cuerpo necesita es de apenas un miligramo. Y como es inteligente, toda aquella dosis extra que no le hace falta, la excreta. Por ejemplo, la vitamina A es buena para la vista o para el crecimiento, tomada en exceso provoca náuseas y dolor de cabeza. Lo mismo ocurre con la vitamina D, buena para la absorción del calcio y formación de huesos, que en exceso puede producir calambres. Los aportes suplementarios solo deben estar indicados por un médico y en algunos casos son necesarios, por ejemplo, la B9 como suplemento de ácido fólico para las mujeres embarazadas, pues ayuda a la formación del sistema nervioso del feto.

Todos sabemos que el estrés es una consecuencia de un ritmo de vida que no somos capaces de soportar y la solución no es tomar vitaminas, sino reducir las vivencias que más ansiedad nos provocan, descansar y dormir las horas que nuestro cuerpo necesita para recuperar energía. La verdad es que cuesta mucho coger el sueño cuando las preocupaciones nos agobian, lo ideal sería desconectar cuando estamos en casa, si el trabajo es el culpable, y si no lo es, ayudarse con tisanas y procurar pensar en algo que nos guste, en algo positivo.

Y es vital mejorar nuestra dieta, comiendo de todo en la proporción correcta especialmente verduras, frutas y legumbres y si creemos que nos irían bien algunas vitaminas de más podemos obtenerlas de los alimentos que las contienen.
Os dejo una serie de alimentos beneficiosos para el cuerpo y acordes con la estación en la que nos encontremos:

  
    . Aguacate: rico en vitamina E, cuidará tu piel (más expuesta a los rayos de sol) y un excelente acompañante de ensaladas fresquitas.
  • Sardinas: Ricas en ácidos omega 3, son cardiosaludables.
  • Frutos secos: como nueces y avellanas, los primeros también ricos en ácidos omega 3 y los segundos en Vitamina E.
  • Sandías y melones: ricos en vitaminas C y A.
  • Tomates: ricos en vitaminas A, B, C, E y K. Uno de los mejores alimentos para el verano, además contiene antioxidantes y carotenoides, protectores del desgaste celular y del corazón.
  • Zanahorias: con antioxidantes y vitamina A, E y K, con abundante betacaroteno que protege tu piel y te ayuda a tener un tono más bonito en verano.

Ya sabes, mejora tu alimentación y mejorarás tu salud.
Hay veces que necesitamos vitaminas, pero para el alma.