¿Existe la casualidad?. Decía Hermann Hesse que cuando alguien de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello. ¿Casualidad o destino?, pues no lo tengo claro, creo que las cosas ocurren y punto. Fleming descubrió la penicilina por casualidad, porque se contaminó con un hongo y Newton la ley de la gravedad, cuando descansaba bajo un árbol de la Universidad de Cambridge y le cayó la famosa manzana… El destino son todos esos acontecimientos que van sucediendo sin que podamos controlarlos, guía nuestra existencia y la de cualquier ser a un fin no escogido.
De lo que sí estoy segura es de que todo pasa por alguna razón. Por eso, si te dan una nueva oportunidad agárrala fuerte y no la dejemos escapar, si cambia tu vida, dejemos que cambie, porque nadie dijo que la vida es fácil, solo prometieron que vale la pena vivirla. Las cosas no funcionarán a no ser que tú creas en ellas, la fe dicen que mueve montañas y todo llega, todo pasa y todo tiene solución cuando uno cuenta con la fuerza de la voluntad.
La vida es un continuo retorno de nuestros pasos, como si quisiéramos vivir de nuevo nuestra historia. Sin embargo ésta se va escribiendo poco a poco en cada suspiro, y nada ni nadie puede volver a redactarla. Podemos emborronar alguna parte, cerrar la puerta de nuestros sentimientos, pero siempre aparecerán en el fondo de nuestro inconsciente. Dicen que es posible recorrer varias veces el mismo camino, realizar el mismo viaje, pero aunque así fuera siempre sería distinto, nunca sería lo mismo. Todo puede encontrarse igual: el paisaje, la gente, nuestra predisposición ... pero nosotros no somos los mismos. Somos una nueva historia, elementos en constante evolución, vasijas que se van llenando y rellenando. Nos equivocamos cuando buscamos repetir las sensaciones que acompañaron nuestros pasos. No es posible recrear tiempos pasados, no es posible hacer copias exactas de dos instantes que se conjugan en diferente tiempo, momento o situación, no es posible detener el agua con nuestras manos, no es posible vivir eternamente en primavera, ni es posible llorar con las mismas lágrimas.
Pero...
¿Qué más puedo decir?
Se termina agosto y en las noches de verano se lo cuento todo a la luna y a vosotros.