La primera frase que decimos todas las mañanas al levantarnos, y quien primero recibe el saludo es siempre el mismo rostro todavía con secuelas de sueño, con los ojos entreabiertos y la boca seca. Un rostro que vemos reflejado en el espejo mientras tratamos de desperezarnos poco a poco. Una cara con apenas ganas de sonreír, porque la noche, demasiado corta, da paso otra vez a un largo día lleno de problemas, tropezones, risas, penas, alegrías y lo que se tercie, a pesar de que un nuevo día, es otra oportunidad con una caja llena de sorpresas
La verdad es que sería mucho mejor ver las cosas de diferente manera y mirarse con optimismo en otro espejo más importante, en el gran espejo de la vida y ser conscientes del regalo que supone un nuevo despertar, con todos sus alicientes y con todas sus decepciones.
Si fuera posible asomarse a ese espejo tan especial y poder ver nítidamente reflejadas las cosas que hemos dejado pendientes, bien porque Don Reloj marca las horas demasiado deprisa o porque la señora Voluntad se vuelve perezosa, encontraríamos la forma de reparar nuestra conciencia y estar mejor y más satisfechos.
Esta madrugada mientras escribo, (soy bastante noctámbula), aprovechando el silencio de la casa y la compañía única de mis dos agapornis, puede ser un buen momento para mirar a través del espejo de mi vida y observar algunas de esas anotaciones que infinidad de veces pasan desapercibidas, para reflexionar y estar agradecida por tener un cuerpo sano aunque a veces la mente juegue a confundirme.
Pero antes tengo que ponerme las gafas, los años se van notando y con el azogue veo todo más borroso. ¡Ya está!, unos lentes bien chulos que me han regalado por mi nuevo cumpleaños. ¡Cómo se desgasta la vista!, la presbicia se presenta demasiado pronto y pasa su factura cuando menos te lo esperas. Los ojos también se cansan.
Me asomo entonces al que tengo más cerca, más grande, por ejemplo a uno especial , una obra de arte hecha en madera con Pan de oro de hace muchos años. Un recuerdo de la casa de mis padres.
Distingo algunas puntualizaciones que el espejo me dicta:
- Intercambia una palabra amable con un amigo .... a pesar de la última faena .
- Regala una sonrisa ...... (bueno, ésto es fácil, no suele costar demasiado).- Revela un secreto ... (ahora mismo tendría que pensar cuál).
- Escucha lo que alguien trata de decir.... (ésto sí que me cuesta, me encanta hablar).
- Escucha de corazón lo que alguien no puede expresar ....( para eso estamos).
- Intenta algo nuevo .... (lo hago, pero me quedo al límite).
- Perdona a alguien que te haya herido .... (primero tendría que olvidar ).
- Olvida tus errores pasados .... (son demasiados... )
>Date cuenta de tus imperfecciones ....( las conozco y las acepto).
- Descubre tus posibilidades ... (las tengo, estoy segura, pero llevan tiempo escondidas).
. Haz un nuevo amigo .... cuando él quiera.
- Acepta la responsabilidad de todo lo que haces .... (no hay más remedio).
. Rechaza la responsabilidad de las acciones de los demás .... equivocarse es de sabios.
- Sueña un sueño .... siempre es necesario soñar.
- Contempla la puesta de sol .... no hay nada más perfecto.
- Valora lo que tienes .... el esfuerzo ya es suficiente valor.
- Valora lo que eres .... soy y estoy, que ya es bastante.
- Ama la vida .... por encima de todo.
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Para pasar al otro lado del espejo,
se necesita del valor temerario de un niño de siete años
de su facultad para convertir el azul en quetzal y la nube en garza.
Él sabe que tiene que ascender por la vertiente más peligrosa del espejo,
trepar cuidadosamente para no tropezar con el brillo,
afianzar con firmeza el pie para evitar hundirse en la garganta de los reflejos,
y eludir el encuentro cegador con los ojos de su doble
Entonces llegará a la cúspide y pasará al resplandor del otro lado,
descendiendo por la parte oscura de la luna.
El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tú encaras la vida es lo que hace la diferencia.
Para ti, que haces que recuerde cada mañana la suerte de estar bien y de seguir mirándome en el espejo de la vida. Gracias.