Amigos: A veces la vida te hace pasar por situaciones inesperadas que llegan a poner a prueba el valor y la resignación de lo que humanamente somos capaces. Estaré unos días ausente por motivos de salud. Una amiga les llama "los hombres de verde" cuando tiene que someterse a una intervención. Ahora me toca a mi ponerme en sus manos con la esperanza de salir airosa de esta visita inesperada. En estos momentos tengo que confesar mi debilidad y entiendo aún más cuánto se aprecia lo que tienes a tu alrededor, el valor tan grande de la salud y la importancia de cuidarla. De momento cuento con la suerte de estar aquí y la confianza de que todo va a salir bien. En estos momentos la fe me acompaña, deseo, necesito que no me deje. Se dice que si se desea mejorar la salud y vivir más años, hay que acostumbrarse a pensar en positivo, pero cuando llega un problema, por pequeño que sea, cuesta, ¡ya lo creo que cuesta!.
Estoy segura que podré seguir construyendo, aunque otros destruyan, sembrando aunque otros pisen la cosecha, dibujaré sonrisas en rostros con lágrimas, transmitiré alivio cuando vea dolor, regalaré motivos de alegría donde solo haya tristeza y levantaré los brazos a los que se han rendido. Porque después de una tormenta, el sol busca siempre la forma de salir y en medio del desierto puede brotar una planta.
y mariposas que nos brinden su belleza.
Pero si algún día, amigo, ves que ya no sigo, no sonrío, o callo, acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa;
con eso será suficiente.
RECUERDALO SIEMPRE.
Mientras, seguirá sonando la música de mi admirado Elvis que me sirve de relax.