Voz de mi hija.

Voz de mi hija.

viernes, 29 de junio de 2018

Otros mundos



Gira el mundo, gira, en el espacio infinito... así comienza la canción de Jimmy Fontana que seguro conocéis.  El mundo, que no para ni un momento, la noche muere y nace el día. El mundo, donde el pasado nunca vuelve, el presente es una lotería y el futuro espera impaciente. El mundo que parece que está enloqueciendo y que entre todos lo estamos destruyendo, con lo hermoso que es...



Nuestro  planeta Tierra, esa esfera que todos alguna vez hemos rodeado con las manos y que no faltaba en la mesa de cualquier colegial para señalar los continentes, los mares y los océanos. Un mundo donde se encuentran también otros muy diferentes, vivimos en ellos por eso merece la pena mencionarlos.
 

El Mundo del Arte: la literatura, la poesía, la pintura, la música... 
La poesía, un puro juego ingenioso de palabras y conceptos que no trata de enseñar verdades, sino de vivir de una manera despreocupada el presente dando una forma espiritual a la vida. El poeta tranquiliza y deja la frescura que nuestro sentimiento necesita.


Vicente Huidobro, poeta chileno, dice:”¿Por qué cantáis a la rosa, poeta?. ¡ Hacedla florecer en el poema!”.



En cuanto a la pintura, es poesía plasmada en un lienzo. El arte de pintar tiene su propio lenguaje, la manera de ver una pintura, sus formas y colores, es el modo de entender el lenguaje del pintor, no importa el tiempo o la época en que estemos, la pintura del pasado la vemos siempre con ojos contemporáneos, no podemos entrar en el espíritu de cada artista y ver a través de sus ojos. Nosotros estamos en el mundo de hoy y vemos el pasado a nuestra manera.




Y lo mismo ocurre con la música, oímos y escuchamos y hasta entendemos los sonidos musicales en el presente.  La música está hecha de vida y la vida de música y es la combinación perfecta de sonidos con ritmos. Todo en este mundo está basado en el ritmo, se suceden rítmicamente las estaciones del año, los días y las noches y por supuesto los latidos del corazón.

El mundo de la música nos sumerge en un mundo fascinante, nos hace vibrar y despierta en nosotros sensaciones emocionantes, tanto para el que la escucha como para el que la interpreta y provoca en nosotros cambios en el estado de ánimo. Está comprobado científicamente.





El Mundo del Niño , el reino de lo infantil es el reino de la falta de lógica. El niño es inconsciente de sus actos, vive fuera de la realidad, es imaginativo, su mente funciona de un modo primitivo. Su inocencia construye el mundo más hermoso y puro que se conoce.




Hay otro mundo no regido por la lógica, sino por lo absurdo: el Mundo de los Sueñoa y el subconsciente- aquel que popularizó Freud- un mundo lleno de magia y rebeldía porque en él el hombre no es siquiera dueño de sí mismo, está sujeto a lo que hay en la mente: fuerzas inconscientes y subconscientes que son imposibles de dominar.




El Mundo Natural: ese maravilloso mundo rodeado de gente activa, de los que toman la vida como es, como un niño que acepta y disfruta de lo natural y todo lo que le ofrece. A los naturalistas les encanta estar al aire libre disfrutando de la naturaleza, recorriendo todo lo que aún está intacto, que es original y todavía no ha sido estropeado. Aman las montañas, los atardeceres, los ríos, las flores, los árboles, los animales y toda la flora y la fauna. No andan ocupados buscando bares, tabernas, fiestas convencionales y cosas por el estilo, aunque también son muy capaces de disfrutar de ese tipo de actividades. Un mundo capaz de hacer apreciar lo que ya no tiene interés para los demás. Jamás se cansan de un atardecer o de un paseo por el bosque. La visión de un pájaro volando es siempre un espectáculo admirable. Se sorprenden de lo que la vida les va brindando para realizarse plenamente en el momento presente.




El Mundo de la Imaginación : que nos lleva a mundos que nunca existieron, pero sin ella no vamos a ninguna parte.  La capacidad de crear mundos fantásticos íntimos y propios, y donde no existe ni límites ni restricciones de ninguna clase para el impulso de su libertad.  Fundamentalmente consiste en formar representaciones de objetos, cosas, situaciones o afectos, etc. en ausencia de esos objetos o cosas.

 El Mundo real :  El que nos va dictando los pasos diariamente con toda clase de vicisitudes. La familia, el hogar, el trabajo, los compañeros, en definitiva todo lo que al presente se refiere y el responsable de que busquemos siempre la anhelada felicidad, algo que para muchos es una utopía pero que nos sentimos obligados a tratar de conseguirla. El historiador Will Durant, describe cómo buscó la felicidad en el mundo real. La buscó en el conocimiento y sólo encontró desilusiones. Luego en los viajes y sólo encontró cansancio, luego en el dinero y encontró discordia y preocupación. Buscó la felicidad en sus escritos y sólo encontró fatiga. Una vez vio una mujer que esperaba en un coche muy pequeño con un niño en los brazos. Un hombre bajó de un tren y se acercó y besó suavemente a la mujer y luego al bebé todavía más suave para no despertarlo. La familia se alejó luego en el coche y dejó a Durant con el impacto que le hizo descubrir la verdadera naturaleza de la felicidad. Se dio cuenta entonces de que todas las funciones normales de la vida encierran algún deleite.

Jorge Guillén decía:” Ser. Nada más. Y basta, es la absoluta dicha".

Y por último el Mundo Virtual:   un tipo de comunidad en línea que simula un mundo o entorno artificial inspirado o no en la realidad, en el cual los usuarios pueden interactuar entre sí a través de personajes o avatares, y usar objetos o bienes virtuales y donde he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa y en el que me faltan todavía muchos amigos a los que me encantaría dar un abrazo.





He comenzado con la letra de una canción  y termino diciendo una de mis frases favoritas: Hay tantos mundos como personas, porque cada persona es un mundo.




jueves, 21 de junio de 2018

ROSAS


Damos la bienvenida al verano y despedimos a una primavera húmeda, casi otoñal, pero las inclemencias del tiempo no nos han impedido disfrutar de las flores, de su colorido y de su aroma. Por favor, no te las lleves todas... déjanos alguna como recuerdo, déjanos petunias, lilas, margaritas... y sobre todo rosas, rojas, blancas y amarillas. 
Este año no he podido ir a la Rosaleda del Parque del Oeste, muy apreciada en Madrid, que fue construida por el Jardinero Mayor de la Villa, Ramón Ortiz, en 1956 y desde entonces se celebra en mayo el concurso internacional de Rosas nuevas. Recuerdo los paseos con mi hija mayor siendo muy pequeña, la nostalgia de aquel tiempo y los rosales trepadores de la casa donde crecí, me provocan la sensación de bienestar que a veces necesito. 
Primavera... no te lleves las rosas. Las flores hablan, ya lo he mencionado alguna vez. Esta mañana he salido al parque y el Tulipán me confesó que le gustaría tener una vida más larga, la Rosa liberarse de las espinas, el Clavel quiere una suave caricia y el Azahar un amor infinito. Todo está concentrado en ese silencio verde donde mis amigas las flores tienen su sinfonía. Me he acercado a las rosas y me han contado que se han reunido porque están de fiesta. ¿De qué fiesta se trata?, del cumpleaños de una de ellas, una muy hermosa que vio la luz del sol un 23 de junio. ¿Y a qué especie pertenece, tiene nombre?. --- Es especial, tiene un corazón enorme y se llama como tiene que llamarse, ROSA.

Buenos días - dijo el Nenúfar - acércate a mí -dijo la Violeta - tengo sabor a miel - sugirió el naranjo- y bailemos todos juntos nuestro vals, antes de que la primavera muera. 

A mi hija en su cumpleaños. MUCHAS FELICIDADES.

martes, 12 de junio de 2018

Sentimientos unidos


En una reunión de compañeros, de esas que se hacen de vez en cuando para reencontrarse, donde se nota la huella del tiempo,  se recuerdan los malos tragos pasados, que al final merecieron la pena y donde te cuentan quién de la última orla ya no está con nosotros, se cambiaron impresiones y hubo anécdotas y risas. Después de una agradable comida, se sugirió sacar un tema para comentar, que no fuese de política. Salieron a debate las virtudes, o mejor dicho, los sentimientos del alma.
Curiosamente no sabíamos cómo empezar. Somos gente acostumbrada al dolor, pero los años de experiencia no nos han convertido en seres insensibles, puedo asegurarlo, aunque se crea lo contrario y en más de una ocasión se ha dicho, el contacto con el sufrimiento no nos ha endurecido, nos ha permitido valorar mucho la vida y solidarizarnos con todo el que padece alguna necesidad.

Se nombró el amor, la ternura... Y ahí se detuvo el listado. Dos palabras y silencio absoluto, cosa rara con tanto personal. Unos minutos después fueron saliendo algunas palabras, pocas, estaba claro que el tema no interesaba mucho. Incluso alguien protestó diciendo que era algo ya pasado de moda.
En vista del éxito, optamos por cambiar la lista por otra con los defectos de la mente, ¿Un poco rebuscado? pues enseguida sonaron palabras como avaricia, envidia, odio, agresividad, injusticia... Es verdad que resulta más fácil reconocer los defectos que las virtudes, pero desde mi asiento yo pensaba: tanto nos hemos preocupado por las necesidades físicas, que nos hemos olvidado de los  sentimientos, de las virtudes principales que el ser humano necesita para ser una persona más completa. ¿Dónde han quedado nuestros sentimientos que ni siquiera somos capaces de recordar sus nombres.?

Piensa amigo en tus virtudes, cuál tienes aparte del amor y la ternura... si tú tampoco te acuerdas, hay que empezar a preocuparse y leer el listado a continuación para recordar esas palabras que parece que están en extinción y  tratar de no olvidarlas:

Amor
Ternura
Compasión
Generosidad
Bondad
Confianza
Paciencia
Tolerancia
Humildad
Gratitud
Serenidad
Honestidad
Sinceridad
Voluntad
Humildad



Vivimos en una sociedad en la que todo el mundo entiende que vayas al gimnasio para entrenar tus músculos. Pero si dices que estás trabajando “para transformarte en una persona más completa”, muchos te miran como si fueses “un rarito”. No lo comprendo. ¿Acaso hay algo más importante?. Añado entonces las que me hubiera gustado que salieran:



1.- Resiliencia: Seguir adelante cuando sólo vemos oscuridad en nuestro futuro. Aceptar que las decepciones y los reveses forman parte de cualquier vida humana. No asustar a otras personas con nuestros miedos. 
2.- Empatía: La capacidad de conectar con las experiencias de otra persona. Y también el coraje de ponerse en el lugar del otro y mirarse a sí mismo con honestidad.
 3.- Paciencia: Con frecuencia perdemos los nervios porque creemos que las cosas tendrían que ser perfectas. Los humanos hemos avanzado mucho en algunos aspectos (por ejemplo en la tecnología) pero muy poco en otros: por ejemplo, en la capacidad para aceptar que las cosas no siempre son como queremos.
 4.- Sacrificio: De forma natural, todos buscamos nuestro propio beneficio. Pero también tenemos una capacidad milagrosa para, en algunas ocasiones, olvidar nuestros intereses personales y sacrificarnos por otra persona o por una causa. 
5.- Buenos modales: Los buenos modales tienen mala fama. Normalmente asumimos que “ser educado” es sinónimo de “ser falso”. Pero los modales son una regla necesaria para cualquier civilización y están íntimamente asociados a la tolerancia: la capacidad de vivir junto a personas con las que nunca estaremos de acuerdo. 
6.- Sentido del humor. 
7.- Consciencia de uno mismo: No hacer responsables a los demás de todos nuestros problemas o cambios de humor. 
8.- Perdón. 
9.- Esperanza: El pesimismo no es necesariamente un signo de “inteligencia y profundidad intelectual”, ni el optimismo un reflejo de necedad. 
10.- Confianza: A veces no alcanzamos nuestros sueños por el simple hecho de que no nos atrevemos a intentarlos. La confianza no es arrogancia, sino la consciencia de que nuestras vidas son cortas y de que, en realidad, tenemos muy poco que perder cuando nos arriesgamos a luchar por lo que queremos. 

Fue una reunión agradable en la que el pasado y el presente se unieron. Todos hemos cambiado, menos nuestro corazón que sigue llorando cuando la llama de la vida se apaga y riendo con gozo cuando renace.
Y como nota de humor, todavía se emociona ante una deliciosa copa de helado.

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