Querido mes de junio: déjame que me asome a tu ventana y me cuele en el recuerdo, déjame que vuelva a ver aquel jardín lleno de colores, que vuelva a notar el soplo del viento que traía olor a manzanas y sabor a café recién hecho. Que vuelva a sentir la alegría de un diploma y el suave tacto de unas manitas que por primera vez me acariciaron, porque por encima de todo en junio nació mi primera hija.
Me gustan los ventanales amplios, las grandes ventanas que dejan pasar la claridad del día, ventanas de madera que a través de sus cristales te trasladan a la vida sin mover un solo pie, que te dejan disfrutar de la naturaleza y te permiten escuchar los gritos de las rosas cuando el viento las despeina.
Por ellas se filtran reflejos extraños formando espirales, ecos que se escapan del más allá y se funden con la tibieza del ambiente. Una sensación plena de libertad donde el paisaje parece tocar el cielo, una puerta abierta por la que pasan alegremente las notas de una melodía, los silbidos del viento y sentimientos que fluyen en busca de las caricias del sol, que toman formas confusas, que usan palabras exóticas,
que vuelan.
Es tiempo de cerezas. Junio recoge su fruto después de haber teñido de rosa los campos y los huertos. Todavía recuerdo aquellos árboles con las ramas cuajadas de pequeñas bolitas rojas. No era fácil cogerlas, la mayoría estaban demasiado altas y además tenían dueño. Nuestra casa no tenía cerezos, había un membrillo trenzado precioso donde colgaba un botijo de barro con agua fresca y tenía esas grandes ventanas para ver el cielo azul anunciando la llegada del verano. Ventanas que crujían con la lluvia, que llenaban de claridad mi habitación en época de exámenes y ventanas por las que me asomaba en las noches de junio para ver las estrellas.
Curioso panorama el del cielo plateado, seguro que lo habéis observado infinidad de veces.
Si miráis las estrellas, siempre hay una que brilla un poquito más. Cerrad los ojos entonces pensando en una cara bonita, en un rostro que hace tiempo que se esconde entre ellas, seguro que es fácil encontrarlo, porque en el reino de la mente nada es imposible, lo positivo atrae a lo positivo y rechaza lo que no lo es.
Junio, el mes sexto en el que os deseo treinta días felices. Que sin quererlo se va la primavera y a las puertas del verano nos ponemos.
Un recibimiento precioso, para un mes de cumpleaños (felicítala, cuando sea, de mi parte), una bienvenida poética, donde los recuerdos dan paso al presente, donde las estrellas y el cielo nos miran cuando les sonreímos, siempre una brilla un poco más. “Lo positivo atrae a lo positivo y rechaza lo no lo es” me quedo con esto y te mando flores y un abrazo
ResponderEliminarLa felicitaré de tu parte y seguro que tendrá el mejor de los regalos.
EliminarJunio me gusta, aunque este calor repentino no es propio, parece que el verano está empujando para entrar antes de tiempo.
Un abrazo grande.
El mismo cielo nos recibe año tras año. Un beso.
ResponderEliminarEl mismo cielo cada vez cargado con más recuerdos.
EliminarGracias.
Muy bella descripción de Junio. A mi también me gustan los ventanales y mirar el cielo que este mes es especial. Feliz mes también para ti. Bss
ResponderEliminarBienvenida Katy, ya está aquí tu estación favorita. Disfruta de ella.
EliminarAbrazos.
Que bonita entrada, a mi me recuerda el olor del pan de hogaza recién hecho, me da paz recordándome otros tiempos llenos de ella :)
ResponderEliminarBesos y salud
Qué rico ese pan de horno y no el que comemos ahora, de miga hueca y que se deshace con mirarlo.
EliminarSalud amigo que llega el calor.
Estamos casi a mediados, pero llego a tiempo de desearte todo lo bueno que tú nos deseas
ResponderEliminarMuchos besos.
Gracias Tracy, si algo tiene de bueno junio es que es un mes de transición, aunque este año nos está apretando el calor mucho antes.
EliminarAbrazos.
Tu publicación es amor, felicidad y hermosura e inspira muchísimo. Algo muy grande que te agradezco.
ResponderEliminarAirblue, mi abrazo hoy es familiar, deseándoles a cada uno todas las bendiciones posibles, para que siempre seas y estés asi.
Tu respuesta está llena de cariño y recibo tu abrazo con gran agradecimiento.
EliminarTe mando mis peonías de junio, aquellas que nacían este mes y que tantas veces he cuidado.
Gracias de corazón amiga.
Qué bonitas letras!!.
ResponderEliminarTe deseo un mes de Junio lleno de felicidad.
Un abrazo fuerte.
Y a ti Amalia, unas rosas blancas, aquellas que llenaban ambos lados de la puerta del jardín.
EliminarUn abrazo.
Hermosas letras, te deseo toda la felicidad del mundo, y que todos los meses del año, te lleguen cargados de felicidad.
ResponderEliminarAirblue, un cariñoso abrazo. Namaste,
Gracias Cristina, tus palabras son un remanso de paz cuando paso por tu blog. Me haces reflexionar.
EliminarNamasté, amiga.
Queridísima Airblue: ¡Que poético y hermoso post! lleno de reflexiones y descripción de miradas que ven más allá de lo inmediato, respira belleza, sentido estético, e irradia la ternura de tus hermosos recuerdos que se entremezclan en las frases como enredaderas floridas, que nacen en el corazón y trepan hasta las nubes para fundirse en el azul. Aunque escribas en prosa tienes alma de poeta.
ResponderEliminarFelicidades para tu hija por su cumpleaños y para ti también por la dicha de tenerla. Un fuerte abrazo.
Escribes tan bien que leo y releo lo que me dices una y otra vez. Muchas gracias por venir y por favor, no nos olvides, seguro que volveremos a vernos.
EliminarUn abrazo.
Juniooooo, un mes también es especial para mi ha sido mi cumple y dentro de poco será mi cumpleblog.
ResponderEliminarSi llego a tiempo felicita a tu hija de mi parte y si ya pasó, también .
Un abrazo a las dos.
Llegas a tiempo, lo haré y felicidades también para ti.
EliminarUn abrazo poeta.
Llegas a tiempo, lo haré y felicidades también para ti.
EliminarUn abrazo poeta.