El mar, el océano, no importa el nombre ni el lugar, el mar sigue siendo cómplice de tranquilidad, el alma se serena y el cuerpo se deja abrazar suavemente por su brisa.
Solo quien ha vivido cerca del mar conoce la parte dulce de la sal. Sus aguas me saben a lágrimas y su vaivén todo lo devuelve, especialmente los recuerdos.
El mar es el espejo de nuestros sentimientos. Los más melancólicos se sumergen para luego volver con una imagen menos triste, llena de esperanza, y además nos ofrece el mejor espectáculo de vida detrás de un horizonte infinito e inalcanzable, amenizado con la música de las olas y la magia del color.
Será porque sin agua, no hay vida, o porque el cuerpo humano está compuesto por entre un 65 y un 70 por ciento de agua. Lo cierto es que la inmensidad del océano siempre ha resultado una fuente de inspiración a la hora de escribir, de pintar, cantar o componer.
El mar ha inspirado libros enteros. Uno de los ejemplos más conocidos es “El viejo y el mar”, de Ernest Hemingway. Sin duda, el norteamericano fue un escritor que siempre vivió atraído por la costa.
Joaquín Sorolla
Pintores, muchos, pero quizá el más representativo sea Joaquín Sorolla. Para él el mar era su paraíso, comienza a pintar al aire libre, dejándose invadir por la luz y el color del Mediterráneo.
Y en el mundo de la poesía, yo citaría “Marinero en tierra”, del español Rafael Alberti. Sus poemas se encuentran, en su totalidad, dedicados al mar y a los marineros. Su añoranza por Cádiz cuando su padre le sacó de allí, inspiró este poema:
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Marineros. De mi padre.
acá?
Marineros. De mi padre.
El mar es cautivador, fascinante. Y tu entrada es un mar de reflexiones que me hacen emocionar y encontrar ese lado dulce que encierra y que tú le encuentras al vivirlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de azul de mar, vacacionista. Para que no se lo lleven las olas, te lo dejo sobre la línea del horizonte.
Ese abrazo azul lo recojo con todo el cariño que tú mereces, Sara.
EliminarGracias por estar siempre.
Si, es cierto, los que hemos vivido a la orilla del mar sabemos de lo que hablas, ahora, no vivo tan cerquita, pero tampoco lejos, a tiro de piedra tengo el mar... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Suerte que tienes. El Cantábrico no está muy cerca, pero desde Burgos son 173 km y además tengo a mi hermana en Santander, así que aprovecho para ver el mar cuando puedo.
EliminarSalud por encima de todo, amigo.
La parte dulce de la sal.
ResponderEliminar¡Feliz semana!
La frase es bonita porque es cierta. En todo lo salado hay que buscar ese ápice de dulzor que puede pasar inadvertido, pero que en el mar es fácil encontrarlo.
EliminarGracias.
Soy de secano por eso cada vez que llego al mar me asombra su visión .
ResponderEliminarVengo a visitarte con el perfil de mi nuevo y así aprovecho para prsentartelo . Un abrazo Chelo.
Al ver el nombre del perfil sabía que eras tú, poeta de
Eliminarojos claros serenos.
Gracias por venir.
Hermosa narración sobre el mar. El mar tiene una atracción especial que a casi todos nos encanta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad, no conozco a nadie que no se emocione ante esa maravilla.
EliminarGracias y un abrazo.
Inmensa la belleza del bar.
ResponderEliminarLo has descrito muy lindo.
Un beso.
Gracias Amalia.
ResponderEliminarQue bonito. precisamente ayer estuve mirando el mar y disfrutando su brisa, su olor y su inmensidad. Saludos! Un placer haberte leído. Buen día!
ResponderEliminarGracias por venir y comentar. Me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn saludo.
Blog Air
ResponderEliminarMM
mfr mfr
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mié 13/09, 22:09
Usted
Hola Air, que bien lo describes cuando dices: Los más melancólicos se sumergen para luego volver con una imagen menos triste, llena de esperanza. Así es Air yo digo que el Mediterráneo imprime carácter.
Después de 51 días tan cerca del mar el regreso me cuesta.
Hace años cuando los cuatro eran estudiantes, el aliciente del inicio del curso,preparación, libros, mochilas, etc el regreso siempre era más leve. Ellos viven su vida, aunque pasan por la Isla luego cada uno regresa a su casa.
Desde hace unos años los primeros días sueño con el mar,las puestas de sol,la luz y la Bahía que veo desde casa, el contacto con el agua trasparente de las calas.
Con el paso de los días todo va pasando. Cuando regreso y el avión despega sobre las azules aguas siempre digo en silencio Volveré.
Un Abrazo
Y volverás, mientras quieras y puedas, porque querer es poder. A mí me ocurre cuando voy a Burgos, el mar está cerca, a 170 km.suelo ir a casa de mi hermana , que tiene un piso precioso en Santander, pero Burgos es especial, me crié y hasta me enamoré allí. Qué cosas, parece que el tiempo no ha pasado cuando paseo por sus calles y sin embargo ya son 44 años los que llevo en Madrid.
ResponderEliminarMe alegra saber que no me olvidas, sabes lo mucho que te aprecio. Sé feliz a raudales y disfruta del presente.
Ése sí que NO vuelve.
Abrazos.