Voz de mi hija

miércoles, 1 de octubre de 2014

GRRR, BLA,BLA,BLA, BOING...


En octubre comenzaba hace décadas el curso escolar. Los libros forrados de azul con pequeñas etiquetas donde era obligado poner tu nombre y  apellidos, con las esquinas bien dobladas, casi perfectas, con cuidado para que no se despegaran y duraran al menos hasta el primer trimestre. Aquellos libros de la editorial Anaya, Santillana, S.M... ya casi ni me acuerdo. Cuadernos y blocks  de cuadrícula con margen rojo y un sinfín de material que se renovaba todos los años. Pero a mi memoria llegan escenas de fin de semana mucho más agradables, de domingo en concreto, cuando salía corriendo a comprar el último número de mi tebeo favorito, allí, en el kiosko del Espolón, la señora del pañuelo lo tenía reservado siempre. Eran las veinticinco pesetas mejor empleadas que me daba mi padre, porque en aquellos tebeos como muchos de vosotros comencé a leer, aprendí ortografía, gramática y además de ser una didáctica divertida empezó también mi afición a la escritura y al dibujo.

El tebeo, hoy llamado cómic, era un medio de entretenimiento, pero también un retrato de la época, una expresión de la ideología oficial y en ocasiones un reflejo crítico de la sociedad. El hambriento Carpanta, de Escobar, un vagabundo que vivía bajo un puente y siempre tenía un hambre canina, fue un buen ejemplo de ello. La verdad es que era una radiografía social de la España de aquellos años. Otro ejemplo lo encontramos en 13 rúe del Percebe del inefable Ibáñez. En la colección de personas no faltaba el caco, ni la patrona de pensión que mataba de hambre a sus inquilinos, ni la solterona y sus mascotas, ni el sastre sin escrúpulos, ni el comerciante que hacía trampas con el peso, ni el moroso, ni la portera cotilla.















¿Alguien conserva algún ejemplar?





Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, el botones Sacarino, las hermanas Gilda, Rompetechos... y así hasta muchos otros personajes de los tebeos que nos han entretenido y no han hecho reír. El mundo de esas revistas de humor lleno de imaginación y colorido ha perdido muchos lectores con respecto a otras épocas siendo, como son, unos estupendos instrumentos para crear hábitos de lectura y pasar un buen rato. La televisión, los ordenadores y las nuevas tecnologías nos ofrecen información y entretenimiento, pero ninguno de ellos nos presentan aquellas historietas con las que muchos hemos crecido.


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Este es mi homenaje, un merecido homenaje a ese peculiar mundo de las viñetas, a ese trocito de nuestro pasado donde la lectura del comic era nuestra diversión favorita. Para algunos la única que en aquellos tiempos nos podíamos permitir.

Cuando llegaba una nueva estación los más afortunados disfrutábamos del Almanaque. Otros en cambio se conformaban con ir a la pequeña librería donde colgaban el cartel de "compra y venta de tebeos usados" y por un precio módico podías adquirir tu ejemplar.

Aquellas fueron para muchos las primeras lecturas. Aprendímos expresiones como ¡Oh, ah, glup, bang, boom, o tierra trágame!. Aprendimos algo todavía mejor, la manera de empezar la semana con una sonrisa.
 
Dónde ha quedado aparcada aquella bendita lectura...
 
 
___________UN TEBEO, UNA NOSTALGIA, UNA ILUSIÓN.___________



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martes, 23 de septiembre de 2014

BELLEZA



Se dice, se habla, se comenta de melancolía cuando llega el otoño, no voy a repetir lo de siempre, escribir sobre dorados y ocres que entierran las hojas muertas. Mejor hacer alusión a la belleza. La belleza, una mirada mas allá de los ojos, una mirada del corazón. Es rico quien tiene la capacidad de admirar la belleza, sea cual sea la estación, sea cual sea el estado de ánimo que lo embarga. 


La belleza natural, la abstracta, la interna.


La belleza natural de las flores salpicadas de perfume y adornadas de gotas de rocío. De los pájaros, que agitan sus alas entre las ramas de los olmos, de la tierra, los animales, las plantas, la luz y el calor de los rayos solares, que dibujan formas en las laderas de los valles y montañas. La belleza de los ríos, cuando sus aguas parecen espejos y su ruido la sinfonía mejor interpretada con la partitura del viento y el ritmo de los remolinos. La belleza del aire cuando huele a lluvia, a flores o no huele a nada, solo al frescor que nos deja en la frente.
La de la luna, mientras la noche nace entre sombras y vapores de ceniza, la de las estrellas que parecen clavos de plata cubriendo el cielo. La belleza del mar, que onda tras onda va formando la espuma para besarte los pies en la playa.
La del arco iris, el azul del cielo, el amarillo de las arenas, el rojo del atardecer, el blanco de los almendros, el gris de las tormentas, el negro de la noche, los verdes primaverales y toda una gama de colorido que pinta la naturaleza.
Los olores del cerezo en flor,
del tomillo y la lavanda.
La belleza de las nubes, míralas, son como algodones, de muchas formas, redondas y blancas. Entre todas sostienen el mundo y son el destino del trueno y del rayo, de la lluvia lenta, de la nieve y el viento. Son todas iguales y a la vez distintas. Míralas, son como las olas del mar y como la espuma se disuelven.

 Y la belleza abstracta. Quién no conoce la hermosura de la inocencia, el brillo de una mirada, no se enternece ante la paz de un niño dormido y no se estremece con el compás de una música romántica. Demasiada belleza a nuestro alrededor. Ya solo me queda nombrar la belleza de un corazón noble y la más pura de todas y quizá la que más pasa desapercibida, la belleza del alma.
 

 Decía Óscar Wilde estas hermosas palabras:
La belleza es la única cosa que el tiempo no puede dañar. Las filosofías se dispersarán como arena, las creencias se sucederán unas a otras como las hojas marchitas del otoño; pero lo que es bello representa un goce para todas las estaciones y una posesión para toda la eternidad.
 


Feliz otoño

lunes, 22 de septiembre de 2014

TE RECUERDO




Una vez más hay que hacer alusión a la fecha de ayer 21 de septiembre, día mundial del Alzheimer. A pesar de la información que tenemos, nunca será suficiente, es necesario recordar que más de 600.000 personas sufren esta enfermedad en España y se calcula que unos 200.000 enfermos están sin diagnosticar. Según la Sociedad Española de Neurología en el mundo afecta a 44 millones de personas. En España se diagnostican cada año unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer y el número de afectados por esta enfermedad aumentará de forma muy considerable en las próximas décadas, hasta el punto de que en 2050 podrían existir más de 1,5 millones de personas afectadas en España. Estos datos responde al envejecimiento de la población propia de las sociedades desarrolladas, ya que se trata de un desorden neurodegenerativo progresivo ligado a la edad. Vivimos más, la esperanza de vida ha aumentado y esta es una de las muchas facturas que hay que pagar.

Un paciente con Alzheimer necesita, de media, unas 70 horas semanales de cuidados y, en la mayoría de los casos, sobre el 80%, los responsables del cuidado del paciente suelen ser los familiares. El 50% de los pacientes son mayores de 85 años, aunque tengo que afirmar que cada vez se diagnostican más casos en edad temprana, son personas que padecen de Alzheimer de inicio precoz y que pueden desarrollar síntomas ya en los 30 o 40 años de edad, pero afortunadamente  y para no alarmar a nadie solo es un 5%, la mayoría están entre los 50 o 60 años.
¿Se puede prevenir?, no, lo que sí debemos es estar alerta para la detección precoz y tratar de ralentizar todo lo posible su evolución, hacer más lento el proceso, porque desgraciadamente en la actualidad no existe un tratamiento eficaz contra el alzhéimer, cuyos ensayos clínicos han fracasado en un 99,6%.
Sin embargo sí podemos mantener la salud de nuestras neuronas:
  • El ejercicio es fundamental cuando se trata de oxigenar al cerebro.
  • Cuidar la alimentación. Mientras se mantiene una dieta equilibrada, la posibilidad de que se presenten padecimientos que están ligados al desarrollo de Alzheimer, es menor.
  • Realizar actividad intelectual, como leer por lo menos una hora diaria, hacer crucigramas, resolver sudokus, hacer ejercicios de memoria al final del día, repasando las cosas que hemos hecho desde que nos levantamos.



Dame tu mano. Déjame que te enseñe las flores, los patos del estanque y te lleve a pasear lentamente entre rosas y jazmines. No puedes hablar, pero no importa, yo hablaré por ti. No puedes reír, no importa, tus ojos brillan al mirarme. No puedes andar, no importa, yo te llevaré hasta las estrellas. No sé si me entiendes, si me conoces, si sabes mi nombre, pero no importa, yo sí sé quien eres tú, querida madre.



martes, 9 de septiembre de 2014

VA POR TI




Escucha, atiende un momento y deja esa inseguridad que tanto te acongoja apartada bien lejos. La vida misma nos ofrece a diario infinidad de colores, sabores y escenas que nos pasan desapercibidas, hasta que un día las perdemos y entonces comienza una triste añoranza. No sé... cosas como el olor a hierba recién cortada, aquel arbolito cuajado de flores blancas, el viejo afilador que aún pasa por la calle haciendo sonar su armónica o la imagen de un niño oliendo las flores.



Sé que es difícil, pero el camino a recorrer en este mundo lo hace uno mismo tratando de crecer, madurar, de conocer, de aprender alimentándonos de cosas positivas y tratando de desechar lo negativo que nos presenta la ruta; ¡cuántas veces este camino tiene cuestas demasiado empinadas!, pero el tiempo me ha enseñado que con las situaciones difíciles se madura y se crece. Yo no sé si habré crecido suficiente, quizá todavía pueda subir unos centímetros más enriqueciéndome día a día con las trabas que voy encontrando. Tú y todos somos víctimas de este mundo loco pero a la vez maravilloso.



A veces una vieja estación deja de serlo y se convierte en un precioso lugar. A veces una sencilla comida servida sin mantel, es un sofisticado manjar lleno de glamour. A veces un parque es una ola azul donde sumergirnos entre risas. A veces, por tanto nada es lo que parece.

Somos nosotros los que dotamos de magia los momentos y les llenamos de vida. Somos nosotros los que nos entregamos en una sonrisa, en una mirada, en un silencio, en un abrazo, los que nos dejamos sorprender y sorprendemos, los que nos dejamos descubrir y descubrimos, somos nosotros los que encerramos toda la sabiduría del mundo y toda su ingenuidad, y yo me siento feliz por tan bella entrega.

Sentir, sentir, sentir sin miedo,... porque el miedo se fue al sentirse derrotado tal y como la vida le enseñó, y algunos guerreros valientes somos capaces de ganarle cuando él ya sueña con la victoria.

 



Con los ojos abiertos, con la sonrisa abierta, con la piel abierta, con el corazón y el alma bailando en una balada donde la música no necesita de violines para sonar sublime en nuestros oídos y donde ni siquiera se necesita seguir el ritmo, para sentir que estás bailando con el alma entre los brazos.

A veces solo a veces, la realidad puede ser más bella que lo imaginado y entonces rompes el silencio sin necesidad de palabras y sigues sonriendo y bailando sin moverte del sitio y sientes que sientes y sentir te hace feliz. Y echas de menos un abrazo o un beso, incluso antes de que se hayan separado de tu piel. Y sabes que la vida puede estar llena de momentos perfectos, solo tienes que dejarlos fluir, solo eso.
 
Por todo ello y por ti que sientes el latido de la vida, va esta entrada.




lunes, 1 de septiembre de 2014

REFLEXIONES DE SEPTIEMBRE


Estrenamos mes y para mi septiembre es especial. Aunque todavía el calor aprieta ya va siendo más soportable y los amaneceres más frescos, el verano va preparando el equipaje de salida y el otoño vendrá como siempre saludando con su tradicional colorido y además en este mes ¡me casé!, sí, a finales, hace ya doscientos años me casé.
Y después de un descanso largo o breve, es tiempo de reflexión. Mirar a lo lejos el rojizo color que tiene el cielo cuando cae la tarde, un panorama que nunca te cansa, aunque ya no sea a la orilla del mar, ni en la ladera de la montaña, sino en el mismo café de siempre sentada en la mesa también de siempre, me produce la sensación de bienestar necesaria para poder encontrar la verdadera paz mental y emocional que ando buscando y liberarme de esas adicciones, compulsiones, depresiones, celos, miedos etc…, que todos podemos padecer.

Soy observadora, a veces demasiado y me he dado cuenta de que a medida que aumenta la cantidad de pensamientos aumenta la experiencia negativa sin importar la polaridad de los pensamientos, es decir aunque los pensamientos sean positivos, si es muy rápido el flujo, producen estrés, desesperación, angustia, etc., y que a medida que disminuye el flujo de ellos por minuto, la experiencia es mucho más placentera y relajada, y la sensación de paz y tranquilidad es más fuerte, más sublime.
Quizá no sea fácil de entender, pero parece que para llegar a esa sensación de paz mental y emocional que tanto buscamos, es necesario aprender a disminuir la cantidad de pensamientos por minuto que pasan por la conciencia, que según la psicología son un promedio de 60 mil pensamientos por día en un adulto común. Pero resulta inevitable, el ser humano piensa y no cuenta la cantidad de veces que lo hace.


Paz mental y emocional en una vida que pasa demasiado deprisa, vuela más bien y de vez en cuando merece la pena meditar sobre ello y ser conscientes de que corremos sin freno ni medida, que no saboreamos momentos que jamás van a volver, que son irrecuperables, hasta podría decirse que olvidamos que estamos vivos, que seguimos respirando. ¿Será cuestión de falta de tiempo, o es costumbre?. Se dice que hay que hablar pausadamente, comer masticando bien y con calma, buscar un espacio para estar solos, leer o pensar tranquilamente y en una palabra saborear la vida.

La vida, la hermosa vida, la única que tenemos, aunque a veces sea como un dolor agudo y punzante, una espina clavada en el escaparate de nuestros corazones. Me pregunto por qué hay días que el amanecer suele ser más frío que de costumbre, días que sientes ese pinchazo en el alma más fuerte, que sientes un desgarro por un armario vacío, un amigo que se va en silencio o una huella que el tiempo borra. Aún así, la vida es una caja de sorpresas o como dice Tom Hanks en su papel de Forrest Gump "La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar", 
por ello buscar pequeños oasis donde poder recuperar fuerzas forma parte de la existencia.

Debemos estar preparados para cuando nos lleguen esos nubarrones que ocasionan grandes tormentas; la naturaleza de la vida nos enseñará golpeándonos donde más duele. Somos niños asustadizos que ante cualquier pesadumbre no sabemos la mayoría de las veces sobrellevar esta pesadilla, que se adueña de nosotros como un fantasma disfrazado de debilidad humana. Difícil situación cuando se presenta, pero debemos levantarnos heroicamente. Es nuestro preludio de satisfacción, porque no hay caminos con pétalos de rosa para llegar a la cima. A veces pienso que el gran éxito de la vida que todos nosotros anhelamos, solo existe y se alberga en nuestro corazón soñador y él es el que nos da el poder de cambiar tormentas por rayos de sol y heridas por pétalos .

Son reflexiones de septiembre, siempre tratando de encontrar el lado más positivo.
Septiembre tiene su encanto, huele a frescura, sabe a uva madura y tiene color de atardeceres rojizos, de espigas doradas. Reminiscencias de mar y arena, de montañas y campos, dan paso a aromas de hogar y vida familiar más recogida.

Felicitaciones a todos los que en este mes cumplen años, en especial a mis amigos del hemisferio sur que pronto tendrán su primavera.




La vida es hermosa si haces el esfuerzo por hallar hermosura en ella.



domingo, 24 de agosto de 2014

DONDE ESTÁN MIS ÁNGELES

 

Ella se definía en el perfil de su blog como :
"Alegre, soñadora, amiga de mis amigos y enemiga de nadie. Mi oficio: VIVIR"
Tenía el precioso don de escribir como los ángeles, sus poemas y relatos pudimos disfrutarlos los que por aquel tiempo nos paseábamos por los foros de amistad y después nos lanzamos a la aventura de los blogs.
Nos ha dejado y creo que merece un recuerdo. Os pongo esta bonita poesía que guardo, publicada el 28 de noviembre de 2007.

 
DONDE ESTÁN MIS ÁNGELES


Al caer en la tarde las horas
en la oscura penumbra del sueño,
entre nubes, las hojas se mecen,
los pájaros callan y susurra el viento.


Es la noche, teatro de luces
de estrellas veloces que fingen diseños,
vías lácteas de brumas azules,
y constelaciones de ayeres desiertos.


Cuando veo del cielo los guiños
en las madrugadas de mis desconciertos,
me parece que vuelan legiones,
de místicos ángeles con olor a incienso.


Pero luego, las luces del alba
pálida mortaja que ilumina el cielo,
me recuerdan las viejas verdades,
me despiertan de mis nuevos sueños.

Y mis ojos, perdiendo la infancia
se vuelven más duros, se tornan mas viejos,
donde están mis ángeles...  por qué no los veo...?
Solo quedan las hojas de un árbol
moviéndose al viento.
 

ELISA SAHAGÚN (Ely)






lunes, 11 de agosto de 2014

REMINISCENCIAS



Llevo despierta un buen rato, el calor, ¡ este maldito calor ! , tengo la camiseta húmeda, pegada a la espalda, miro el reloj, las 5,50, madre mía qué pronto, está aún oscuro, ya van alargando las noches. Decido levantarme y salgo a la terraza, parece que corre un poco de brisa, a lo lejos, una tenue línea de luz divide el horizonte separando el cielo del mar. Seguro que el amanecer va a ser precioso. Se me ocurre hacer meditación sentada en el suelo, cierro los ojos y empiezo a recitar los mantras que recuerdo. Mi perro, un precioso Lhasa Apso de suave pelo color champagne, me da un lametazo en la espalda que me desconcentra, ¡ vaya susto!, vuelvo a empezar los mantras, pienso en el calor que debe estar pasando el pobre con su abrigo de lana , me río, nada, no me concentro.

Poco a poco el horizonte se tiñe de rojo y en unos minutos se irá anaranjando. Como un espejo, el mar refleja los colores en la cresta de las olas, las nubes, antes invisibles, ahora moldean su volumen con los tonos del arcoíris. Y como un punto dorado de luz va apareciendo el sol, lentamente, majestuoso, dueño y señor del firmamento y poco a poco su brillo lo va inundando todo, lo transforma todo, lo que antes no era, ahora es, la oscuridad huye, la vida está aquí de nuevo.
Y yo me encuentro ante un amanecer de agosto en el Mediterráneo,  un mes donde solo a estas horas puedes liberarte un poco de la muchedumbre, del gentío, del bullicio de los descapotables y las motos.  Después vendrá  la lucha mañanera para encontrar un trocito de arena en la playa, pero la gente es feliz, las vacaciones cambian el ánimo, al fin y al cabo llevan esperando todo un año para ver el mar y aunque haya que pedir permiso para extender una toalla no les importa, quieren volver a verlo y olvidarse de la rutina de su ciudad. A mí me ocurre lo mismo, pero no, estoy equivocada, este mar no es el que me gusta, este no es el mar que me trae los mejores recuerdos de la infancia. Este es el mar abotargado de agosto y sus aguas templadas me recuerdan a una bañera y la espuma de sus olas a las pompas de jabón. El gentío me abruma y lo peor es que no puedo disfrutar de la belleza de su marco azul.

Bendito mar el de entonces, el de hace unas décadas, lleno de conchas y caracolas, de castillos de arena fina y de preciosas cabriolas donde tantas veces me he mojado los pies.



Recuerdo aquellos versos de Tagore:

Vengo a ti para que me acaricies antes de comenzar el día.
Que tus ojos se posen un momento sobre mis ojos.
Que acuda a mi trabajo sabiendo que me acompañas, amigo mío.
¡ Pon música en mí mientras atravieso el desierto de ruido !
Que el destello de tu amor bese las cumbres de mis pensamientos
y se detenga en el valle de mi vida, donde madura la cosecha.
¿ No has oído sus pasos callados ? Él viene, viene ...siempre vendrá.

Pero no le dejamos, enturbiamos sus aguas, oscurecemos su arena y hasta las gaviotas chillan y no se atreven a soñar.