Se oyen golpes en la puerta del otoño, golpes a puño cerrado, es el Comendador que ya está aquí con el nuevo mes. La apagada voz de Don Juan Tenorio, casi en el olvido, reclama entrar en la gran comedia de la vida.
Noviembre nace entre un cielo de piedra y un suelo cubierto de hojas muertas. Hojas caidas que calzan los árboles al concluir su existencia, recuerdos dolorosos y a menudo una herencia de buenos ejemplos que pueden entibiar nuestro corazón incluso en los momentos de melancolía. Seguimos asomándonos a la ventana del otoño, estación generosa en cambios, donde todavía quedan algunos restos de flores que cada mañana recogen ávidas el pálido fulgor de la última estrella. Árboles desnudos y campos lacios, en los que siguen apareciendo hilachos de rastrojos que añoran los últimos rayos de sol. Dicen que es un mes melancólico, que ya no hay magia en la naturaleza, la música de los ríos amaina, los pájaros pliegan sus plumas y en los valles solo queda la amarillez de los arbustos. Dicen que es un mes triste dedicado especialmente a los difuntos, que huele a crisantemos y aromas de cipreses. Dicen... dicen tanto, que se olvidan de los vivos. No nos entristezcamos por las hojas de los árboles que alcanzan el cúlmine de su dorada belleza, para luego morir, ya que solo nos muestran la conclusión de un ciclo de vida. La Naturaleza se despoja de su ropaje estival para enfrentarse a los próximos fríos y comienza a asomarse la primera nieve tímida, mientras que en lo alto de las montañas ya se observan la cimas con un cándido manto. Las nubes amenazan sobre el horizonte henchidas de lluvia, hasta que por fin se descarga el agua bienhechora que lava y regenera la naturaleza. Es un mes lleno de fenómenos atmosféricos.
Algo especial tienen los días de Noviembre. El placer de respirar su ambiente húmedo y la sensación de paz caminando por los parques y las alamedas solitarias. La vista se recrea mirando las ramas caídas, amontonadas en el suelo, caducas, doradas, pardas, antes vivas y ahora... dormidas. Y sus noches llenas de magia van entrando en un profundo sueño, tiñendo las sombras de un leve vapor de ceniza.
Sólo espero que Noviembre sea más luminoso y nos traiga la sonrisa que hemos perdido.
Feliz Noviembre a todos.
"Clamé al cielo, y no me oyó,
Mas, si sus puertas me cierra,
de mis pasos en la Tierra
responde el cielo, no yo."
Me he puesto triste al leerte, yo tampoco entiendo la muerte...
ResponderEliminarTe mendo un abrazo muy fuerte.
La muerte este mes ha llamado a algunas puertas, solo la fe nos consuela de la incomprensión que nos asola. El recuerdo es lo que queda. Un texto triste con rayos de esperanza y un final poético rememorando al Tenorio. Abrazos y cariños
ResponderEliminarCuando se pierden personas queridas de poco sirven los consuelos, es un dolor en el alma que solo el tiempo amaina.
ResponderEliminarMucho ánimo.
Cuando se pierden seres queridos el otoño sabe más amargo y más gris. Un texto precioso, onírico y ligero, con aroma a melancolía. Tenorio en las pupilas.
ResponderEliminarUn abrazo
Siento tus pérdidas. Un beso
ResponderEliminarEs muy duro. Estoy de acuerdo en el dicho que nadie muere definitivamente mientras se le recuerde...me ocurre con mis padres, hermanos y amigos, lo siento, sé cómo te sientes.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Estamos viviendo tiempos turbulentos, de eso que no sabes lo que va ha pasar al día siguiente. Al final todos tenemos que pasar por ello, pero cuesta perder a un ser querido. Solo nos queda los buenos momentos que vivimos junto a esa persona, y saber que ellos siguen ahí en cada paso que damos en el camino de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo de luz.Namaste.
El dolor de lo que se pierde, no sabe de estaciones. En todas ellas las lágrimas saben igual.
ResponderEliminarEs cierto que el otoño, tiene fama de triste, pero una estación más del año y tan necesaria como todas las demás.
Besos.
Una estación que además que los recuerdos, también admite las sonrisas.
Por lo que veo este mes se despide de forma triste.
ResponderEliminarMe encantan tus entradas.
Esperemos que noviembre se muestre más alegre.
Siento tu tristeza, todo lo que pueda decir no te va a consolar, pero al menos sabrás que hay mas de una persona que te abraza y te consuela, incluso en silencio, estas cosas pasan con mas frecuencia en la medida que nos vamos haciendo mas mayores, mucho animo amiga, y ellos, que descansen en paz.
ResponderEliminarBesos y salud
Me encanta tu forma de escribir al enfocar esta nueva estación.
ResponderEliminarEl otoño, para mí, pese a su bello colorido, de siempre lo he comparado con el declinar de la vida, es algo que no puedo remediar.
Pero hay fuerza en tus palabras, hay amor y esperanza en un nuevo ciclo de vida donde todo volverá a renacer en primavera.
Entiendo lo que te ha pasado y sé lo que duele perder a personas que se quieren, hace unas semanas he despedido a una amiga y es duro afrontarlo.
Agradezco tus palabras de apoyo y aliento para nuestra común amiga Ambar.
Abrazos en ese corazoncito que sabe expresar tan bien sus sentimientos.
Kasioles
Es la primera vez que paso por tu bella casa, he visto la catedral y me he detenido. Un placer contemplar este Otoño desde tu punto de vista.
ResponderEliminarSaludos.
Siento lo que has tenido que vivir. Te dejo un abrazo de mucha entereza, para que te sobrepongas lo antes y lo mejor posible. Hay pérdidas, son inevitables, duelen horrible. Estoy contigo, preciosa Airblue.
ResponderEliminarYo soy de quienes están convencidas de que la muerte no existe, es parte de la vida. Pero esto no calma el dolor que se siente cuando la muerte nos roza cerca, lo sé y muy bien. Ánimo.
ResponderEliminarSiento mucho todo lo ocurrido. Una tristeza morir.
ResponderEliminarMucho ánimo .
Deseo de corazón que Noviembre traiga cosas buenas.
Un abrazo fuerte.
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Hola Airblu, vengo del blog de Ester, y es la primera vez que te visito, y me encuentro con un noviembre muy triste, pues la perdida de alguien querido es dolorosa, y si encima ha sido más de uno, más dolor.
ResponderEliminarLa muerte es un misterio imposible comprender, yo perdí a mi mama hace un año y medio, y cada vez estoy más perdida yo.
Un placer visitarte aunque haya sido triste.
Te mando un fuerte abrazo.
Buenas noche.
Ya pasó Octubre, pese a la tristeza habrá dejado inmensas enseñanzas, tanto como la inmensidad de los que se fueron. Un abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuiero y debo pensar que la muerte sólo es el fin del primero de los dos grandes volúmenes de nuestra vida. Pensemos siempre en ese otro volumen que acaba de comenzar. Mucho ánimo aunque este no sea quizás el mes más alegre.
ResponderEliminarUn abrazo