Cordes - sur - ciel. Día de lluvia.
¿Por qué se dice que la lluvia es triste?, será porque el cielo cambia de color y se viste con un tenue velo grisáceo. O será porque el sol se esconde entre las nubes y deja un ambiente melancólico?
Hay días de lluvia que nos marcan un ritmo diferente de vida y nos hacen revivir momentos que casi teníamos olvidados. La niñez, por ejemplo. Quién no ha metido los pies en los charcos mojándose los zapatos nuevos, o quién no ha pegado su nariz en los cristales de una ventana, dejando sus huellas en el vaho, mientras jugaba con las gotitas que van resbalando por ellos.......
En los días de lluvia voy dejando que lleguen esos pensamientos, esa nostalgia, que siempre es recibida con los brazos abiertos. Pienso en todas esas cosas que quedaron atrás, ancladas en el recuerdo, y que sé que nunca volverán. Se quedaron prendidas en el fondo de mi corazón, permaneciendo allí inalterables para siempre. Esa nostalgia, la añoranza del recuerdo que nos acompaña siempre, bien sea una imagen, bien un sentimiento, la evocación de ese momento que nos marcó, que nos hizo avanzar o bien nos cambió. La emoción que regresa a nuestra mente, la emoción que simplemente regresa siempre con una dosis de tristeza, la suficiente para que evoquemos aquellos tiempos ya pasados.
Las gotas traen la magia, llevan consigo ese atisbo de pasión, de melancolía siempre sana.
Cordes-sur-ciel, situada al noroeste de la ciudad francesa de Toulouse. Fundada en 1222 en la cumbre de un cerro aislado, conserva la mayor parte de sus edificios medievales, mereciéndose el apodo de " ciudad de las cinco murallas y de las cien ojivas" . Cuando la visité el pasado verano, por sus calles estrechas y empedradas, llenas de flores, estandartes y artesanos, daba gusto caminar. A pesar de la lluvia que caía incesantemente, no dejó de tener su especial encanto.
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Flores bajo la lluvia.
Si el mundo pronunciase sólo eso,
si dentro de tanto ruido
pronunciase tal sugestiva belleza,
entonces todo puede recobrarse
y todo puede renacer,
en nuestros frondosos jardines,
como flores bajo la lluvia.
Roberto Malatesta