Escucha como llueve,
es el llanto del cielo
sus lágrimas llevan consigo
una mezcla de dolor y consuelo.
Llueve, con un aroma inconfundible,
huele a plantas y a tierra mojada
a jardín desnudo, a manojo de hierba
a sabor a río que humedece la boca.
Llueve, en los campos sembrados
en las ramas de los manzanos
entre olivares y trigo
en las viejas piedras de los tejados.
Calles vacías y suelos embarrados
espejos de plata parecen los charcos
nubes oscuras henchidas de agua
riegan con gotas rincones del alma.
Como si el cielo compartiera mis penas,
las lágrimas de los ángeles caen en silencio
detrás de mi ventana, llorando ausencias
imágenes distantes mojan mis venas.
El viento a su antojo el cuerpo mece,
a veces sin piedad me ahoga
con el corazón encogido la sangre teje
mientras la lluvia sigue cayendo
sorda a mis confidencias.
Llueve en primavera,
las hojas del árbol rocío emanan.
Llueve en verano,
el mar y la lluvia la arena bañan.
Llueve en otoño,
pajarillos posados en las secas ramas.
Llueve en invierno,
caen las gotas en blanco desierto.
Como el labrador al ver su campo perdido,
vuelve los ojos al cielo clamando lluvia
su cosecha ha muerto.
Llueve...
Desgraciadamente por estos lares llueve poco... Se echan en falta ese torrente de lágrimas de alegría para que tu labrador recoja los frutos de la tierra... Hermosa oda a la lluvia
ResponderEliminarAbrazo
Y que alegría de lluvia.
ResponderEliminarBesos
Hola Airblue. La naturaleza nos obsequia con sensaciones agradables que estimulan todos nuestros sentidos. Pero sin duda la lluvia, nos deja un oasis de nostalgia que se hace presente y en nuestros pensamientos. Momentos para mirar hacia la nada y llenarse del hechizo que este pequeño aguacero nos regala. Pero sin duda, el olor después de la lluvia es el favorito por la sensación de paz y tranquilidad que nos deja. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCompartimos título, pero no contenido. :)
ResponderEliminarUn poco de lluvia se agradece.
Un poema entre melancólico y agradecido. Llueve, y la mirada se tiñe de ayeres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojalá lloviera muchísimo más, en todas las estaciones como señalas.
ResponderEliminarUn abrazo.
La lluvia, motivo de alegría, por ser benefactora la mayoría de las veces, siempre adolece de una cierta tristeza, cuando es la protagonista de los poetas.
ResponderEliminarBesos.
Airblue, puedo sentir en tus inspiradas letras tu reflexión, tu tristeza, tu nostalgia, tu sentimiento inmenso por la vida. Tu gratitud a la naturaleza y al cielo por esa lluvia...y también siento la renovación interior a través de la lluvia que va cayendo. Somos naturaleza y el agua del cielo nos purifica, nos alienta, nos impulsa de nuevo a la vida, amiga...Tu poema es curativo, todo un ejercicio de amor, que nos llega a todos. Gracias por ello, Airblue.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y todo mi ánimo.
Es magnífico, es sencillamente magnífico ese poema. Enhorabuena. Me ha llegado. Lo malo es que no llueve nunca.
ResponderEliminarOjalá y a el cielo le de por llorar más, falta hace. Excelente poema Airblue, es un deleite venir a tus creaciónes.
ResponderEliminarGracias por tus bellos comentarios en mi blog. Un besazo y abrazo con mis mejores deseos.
Contrastes entre el beneficio de la lluvia y los sentimientos de tristeza, lluvia que no llegó a tiempo o que no fue suficiente para algún sembrado y este se pierde, mientras también embellece otra parte. Lluvia que se agradece y lluvia llanto de ángeles.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso!
La lluvia es necesaria y, además, tiene un encanto muy especial.
ResponderEliminarMuy hermoso tu poema, con esa dulzura que siempre desprendes.
Te mando un gran abrazo.