El principio de la Ley Fundamental de la Física, y el primero también de la Termodinámica dice que "la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma" frase que se asocia comúnmente con Albert Einstein.
La materia en cambio es la sustancia que forma los cuerpos físicos, en otras palabras, se trata de todo aquello que tiene masa y que ocupa un lugar en el espacio, la materia por tanto con el tiempo se deteriora y termina desapareciendo, muriendo.
No voy a entrar en dilemas científicos, ni filosóficos y mucho menos religiosos. La ciencia no reconoce la existencia del alma como una entidad espiritual, inmortal e independiente del cuerpo, la ciencia entiende como concepto de "alma"como una manifestación de la conciencia y la actividad cerebral. En concreto se está centrando y haciendo estudios de fenómenos como las llamadas "experiencias cercanas a la muerte".
Os preguntaréis por qué toco un tema tan delicado y hasta puede que conflictivo. Quizá sea para consolar y resignarme cuando pierdes a alguien muy querido e importante para nuestra familia, el duelo nos está costando mucho, mejor dicho muchísimo y todo aquel que haya tenido o tenga una mascota durante doce años y medio, lo comprenderá y sabrá entender lo duro que es perderla.
Era un miembro más de la familia, cuando llegó solo contaba con tres meses, era un beagle precioso que se pegaba a las paredes buscando un refugio que le diera seguridad. Aullaba con un leve sonido, de hecho nunca ladraba, no le oímos hacerlo salvo en raras ocasiones, un auténtico rastreador que empezó destruyendo zapatillas y paseando por donde fuere cualquier papel que encontraba, higiénico, servilletas y paquetes de kleenex, sus favoritos, le hacían feliz.
Un perrito cariñoso, bueno, leal y transmitiendo alegría siempre. Infinidad de recuerdos los que nos ha dejado, doce años y medio dan para mucho y la casa ahora no es la misma, desde hace unos días Káiser ya no está. Cumplió su ciclo de vida y en silencio se marchó abrazado a mi hija en busca del arcoiris.
Por el cariño que nos dió, por la compañía y sobre todo por la alegría que mi hija tuvo a su lado, mi tardía entrada está dedicada a él, nuestro perrito Káiser y si es cierto que la energía no se va, quiero creer que sigue a nuestro lado.
Es muy bonito todo lo que dices. Yo creo que tiene que haber un lugar especial en el cielo para estos angelitos que nos hacen la vida tan feliz. Se les echa de menos una barbaridad, desde que te levantas hasta que te acuestas. Yo doy las gracias por haber tenido la oportunidad de compartir con él todos estos años. Me ha hecho mejor persona.
ResponderEliminar