Voz de mi hija

miércoles, 16 de septiembre de 2009

DÉJAME QUE RECUERDE






A veces tengo que pedir permiso para recordar. Me dicen que no me viene bien rebuscar en el pasado, que hay que vivir el presente y no aferrarse a unas vivencias que inevitablemente el túnel del tiempo se ha encargado de ocultar. Pero el pasado amigos es historia, nosotros vivimos nuestra propia historia y somos historia.



Burgos. Piscinas de la Ciudad Deportiva
El final del verano se acerca. Atrás se van quedando los dias de sol y baño y es inevitable sentir un cierto sabor a nostalgia, de aquellos septiembres en los que comenzaban los primeros escalofríos. Asomada a la ventana de mi cuarto, borraba el incipiente vaho de los cristales para ver una hierba demasiado seca, tanto, que parecían hilachos de lana parda cubriendo el jardín. Los rosales ya estaban podados, se hacía antes del invierno para que floreciesen a principio de junio y el columpio, mi columpio azul, aquel que me hizo mi padre partiendo de un cajón de madera, solo lo balanceaba el viento al compás del leve crujido de sus cuerdas.



Barriada de chalets donde vivía



Aquello me entristecía porque los veranos burgaleses eran bastante cortos y los dias calurosos se contaban con los dedos de una mano. Tenía que ir pensando en guardar mi bicicleta, también azul, y preparar la próxima llegada del nuevo curso. Otra vez los madrugones, el autobús, el uniforme, la pila de libros y el frío

Estudié los primeros años en la Institución Teresiana y terminé en el Instituto Cardenal López de Mendoza que entonces era solo femenino.





IES Cardenal López de Mendoza donde estudié





Los cambios de estación son cambios de vida, es como iniciar una nueva etapa llena de oportunidades y expectativas. Aquellos finales de verano solo el tiempo y el paso de los años los hace distintos. Entonces miraba el jardín lleno de flores secas, hoy tengo otra clase de flores que nunca se marchitan. Necesitan otro tipo de cuidados y aunque a veces cuesta trabajo sacarlas adelante la mejor recompensa es verlas sanas y frondosas.



Nadie me puede prohibir que recuerde, ellos creen que me hace daño, sin embargo yo siento que el alma se serena y esta añoranza me hace sentir bien y sonreir. Aunque esta sonrisa venga con billete del pasado.






Y quien recuerda, busca y quien busca, halla.


He encontrado algo que escribí hace tiempo y que publiqué al principio de este blog que abrí hace ya tres años. Cuando llega septiembre las noches empiezan a ser más largas, se tiene más tiempo de disfrutar de ellas y la luna está más despejada que nunca porque por fin se ha liberado del calor, está feliz, libre de agobios y por ello danza entre el manto de la noche y el murmullo del agua. Yo la he visto bailar sobre el mar.



"La noche era cálida en la Nave de los Sueños mientras surcaba con una estela de color los cielos del planeta. Desde el infinito, las amarillas luces del cielo iluminaban todo. No había estrellas fugaces, no había deseos que cazar al verlas correr por la bóveda celeste.

Pero de la quietud de la noche sonó una ligera nota musical que rompió su calma.

Después de este tímido sonido, vino otro y otro… y así como las gotas del comienzo de una lluvia, sonó toda una melodía. Parecía que todo estaba dormido, pero la LUNA se despertó en la anaranjada noche urbana para, por un momento, posarse en el marco del firmamento y escuchar aquella música suave.

La LUNA, era especialmente hermosa esa noche. Como una cicatriz blanca en el cielo se elevaba saludando a todo el que deseaba contemplarla, amaneciendo en nocturnidad sobre los mortales durmientes. Sonriendo a todo el que dejó el mundo de los sueños, para poder soñar despierto al son de una dulce melodía.

La LUNA danza esbelta entre velos de nubes. Y la música que baila ralentiza el ritmo de la noche".

Felices recuerdos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

COLORES




Asomada a la ventana de la vida, me complace observar los colores y matices que atraen y alegran mi vista.

La montaña de cuerpo blanco y rosa, se levanta durante siglos entre el verde fluyente del agua y el color de los espigados árboles.

El rojo de las amapolas o el morado nazareno de las violetas.
Los naranjas de los atardeceres o el azul intenso del cielo, que presenta su belleza entre el blanco de las nubes.
El gris de una tormenta o el marrón pardo de una solitaria hoja seca.

























Pronto habrá cambio de estación y desaparecerán los azules y los verdes para dar paso a colores dorados, suelos rojizos y alfombras ocres que el viento teje al desnudar las ramas de los árboles.


Colores, silencio mágico en la melodía de la Naturaleza.
No sé cuál es el tuyo y por qué lo prefieres. En cambio tú sí sabes que me gusta el azul.





El azul de una mirada


El azul que el mar refleja


El azul del agua de un lago



El azul de noches de luna llena


El azul de la inocencia


El azul de una flor



Y el azul de este raro pez





Corazones turquesa
Besos celeste
Sentimientos lapislázuli
Amor añil
Pasión cobalto










domingo, 30 de agosto de 2009

REGRESO






MAR


de azules reflejos, de salados sabores, de conchas y caracolas.


MAR


de aguas danzantes, de barcos, faros y rompeolas.


MAR


donde se mira la luna y el viento amaina con su dulce brisa.


MAR


de bravas aguas que rompe en olas blancas acariciando la arena.







El mar es el espejo de nuestros sentimientos. Los más melancólicos nos los devuelve con una imagen menos triste, llena de esperanza, y además nos ofrece el mejor espectáculo de vida detrás de un horizonte infinito e inalcanzable, amenizado con la música de las olas y la magia del color.


Se quedó allí, como siempre. Esta vez me despidió sereno y mucho más azul que de costumbre. Me llenó de energía positiva - que buena falta me hace - Vuelvo de nuevo a Madrid y ahora tengo que mirar al cielo si quiero ver ... un mar de estrellas.











jueves, 20 de agosto de 2009

MEDITERRÁNEO




Estoy en una de las localidades más bonitas de la provincia de Alicante, considerada como un símbolo de la Costa Blanca. Estoy en Altea.

Dicen que es el paraíso de los artistas, porque aquí han buscado refugio desde siempre poetas, cantantes, pintores, escultores y ceramistas venidos de todos los rincones del mundo.
Me gustan sus aires bohemios y cosmopolitas. Estoy rodeada de galerías de arte, de calles empinadas y estrechas, de pequeños talleres artesanos donde me sorprendo viendo el colorido de toda la variedad de piezas que se exponen y venden.


Y las casas en Altea tienen un encanto especial, son de mampostería de piedra, blanqueadas con cal y con techos de teja árabe. En el centro histórico se encuentra la Iglesia de la Virgen del Consuelo, con una cúpula cubierta de estas tejas de cerámica azul.





Estoy en la blanca Altea, estoy en el mar, estoy en el Mediterráneo.


Y desde aqui, un saludo y un abrazo para todos vosotros.




domingo, 16 de agosto de 2009

NO TE OLVIDES




De nuevo me doy cuenta de que la vida pasa demasiado deprisa , conviene meditar sobre ello y ser conscientes de que corremos sin freno ni medida, que no saboreamos muchos momentos que jamás vuelven y que son irrecuperables, podría decirse que estamos tan ocupados que olvidamos que estamos vivos, que seguimos respirando. Indudablemente parece que se nos olvida vivir.


La vida, la hermosa vida, se dice siempre que es bella, aunque a veces es como un dolor agudo, una espina clavada en el escaparate dorado de nuestros corazones. Hay días que el amanecer suele ser más frío que de costumbre, días que sientes ese pinchazo en el alma más fuerte que otras veces y que sientes su desgarro. Un armario vacío, un amigo que se va en silencio o una huella que el tiempo borra . Aún así, la vida continua y buscamos pequeños oasis donde se pueda descansar para luego seguir en el camino de nuestro destino.

Debemos estar preparados para cuando nos lleguen esos nubarrones que ocasionan grandes tormentas; la naturaleza de la vida nos enseñará golpeándonos donde más duele. Somos niños asustadizos que ante cualquier pesadumbre no sabemos la mayoría de las veces sobrellevar esta pesadilla, que se adueña de nosotros como un fantasma disfrazado de debilidad humana. Difícil situación cuando se presenta, pero debemos levantarnos heroicamente. Es nuestro preludio de satisfacción, porque no hay caminos con pétalos de rosa para llegar a la cima. A veces pienso que el gran éxito de la vida que todos nosotros anhelamos solo existe y se alberga en nuestro corazón soñador y él es el que nos da el poder de cambiar tormentas por rayos de sol y heridas por pétalos .
No hay más que tres acontecimientos importantes en la vida:
nacer, vivir y morir.
No sentimos lo primero, sufrimos al morir y nos olvidamos de vivir.




La vida es hermosa si haces el esfuerzo por hallar hermosura en ella.



Más vale soñar la vida que vivirla, aunque vivirla también sea soñarla»



No te olvides de VIVIR.

miércoles, 5 de agosto de 2009

LA MELODÍA DE LA VIDA





La VIDA, la más hermosa melodía marcada al compás rítmico del corazón.
Cada vida es una melodía propia, que va improvisando día tras día nuevas notas que forman armonía. Y como en toda melodía, se aceptan corcheas, blancas, negras y redondas. Y algo fundamental en el pentagrama - cinco líneas paralelas y cuatro espacios que utilizamos para escribir los signos musicales: los silencios.

Algunas notas se escapan de la escala musical. Son los errores que cometemos que unas veces llegan a interrumpir la armonía y otras, son capaces de cambiar este pentagrama y elegir un nuevo destino, creando una nueva escala.

Los instrumentos que encajan en esta orquesta musical y dan toda la belleza a esta melodía, son las emociones.




Y así, hasta que llegue el final siempre genial y esperado. Llegará el momento en que culmine todo, llegará el silencio . El tan apreciado silencio que dará la última nota final.

Y después, los aplausos .....

La Vida es como una canción. Cualquier canción que nos hace estremecer el alma. La vida es una melodía encantada.


Silencio ....... Aplausos ....... Silencio ........







lunes, 3 de agosto de 2009

SIEMPRE ...







Huele a rosas todos los tres de agosto.
Huele a flores.
Hay pétalos dorados que alfombran el suelo y que el viento arremolina para escribir con ellos tu nombre.

Es un aroma dulce que percibo y que embriaga mi alma.

Un cálido olor a rosas, como siempre el día tres de agosto.






 Un acorde de nubes,

suspende sobre el cielo
 
al rumor intocado

de la voz que termina.
 
Todo el azul, presenta

su belleza, ante el fuego

que va a nacer ...


E. Prados