Voz de mi hija

sábado, 29 de octubre de 2016

LlUVIA

 

Por fin hemos tenido unos días de lluvia en todo el país, después de meses sin caer una mísera gota de agua. Ya hacía falta. Los paraguas estaban pidiendo a gritos salir de su rincón y en los armarios la ropa de abrigo comienza a ocupar su habitual espacio. Los días de lluvia marcan un ritmo diferente de vida y nos hacen pasar por momentos bastante incómodos en cuanto a tráfico se refiere y especiales al caminar entre charcos y esquivando gente que lleva el paraguas a la altura de las setas. No entiendo el revuelo que se forma cuando caen cuatro gotas, el agua es vida, la lluvia es vida.


La lluvia es el llanto del cielo, sus gotas llevan consigo una sana mezcla de melancolía y nostalgia. A qué huele la lluvia?, pues a ese inconfundible aroma que lo generan las propias plantas, las bacterias que están arraigadas en la tierra y en el suelo. Y a qué sabe la lluvia?, a madera mojada, a hojas secas, a lágrimas de árbol.
Sin embargo atendiendo a los factores climatológicos, se puede afirmar que la lluvia y la falta de luz tienen efectos negativos en el estado de ánimo. En los países o zonas demasiado lluviosas, el número de depresiones aumenta considerablemente en relación a otros en los que predomina el sol. Pero por otra parte, físicamente el agua nos aporta salud ya que es beneficiosa para la piel como para las vías respiratorias.
A mal tiempo, buena cara!. Así que cuando llueva, coge tus botas y chubasquero y sal a pasear, un día de lluvia es el mejor hidratante que hay y además es gratis.
 
Hay muchas formas de lluvia, sí, varias, la lluvia de estrellas, las Perseidas o "lágrimas de S. Lorenzo". La lluvia de corazones, para que nunca dejemos de decir te quiero. Lluvia de abrazos, que recorren el mundo llenando vacíos, regalando sueños. Lluvia de sonrisas, que cambian los días grises por un sinfín de luces de colores. Lluvia de deseos, llena de gotas de suerte. Lluvia de aplausos, para los que triunfan en el gran teatro de la vida.
Y lluvia de bendiciones, para todos vosotros.
 

 
 

 



 

jueves, 13 de octubre de 2016

Un ramito



Oye, dime, ¿te gustan las violetas ?. Aunque no estemos en la estación propicia, siempre se encuentran flores y plantas que alegran los días nublados, lluviosos y con temperaturas bajas. Las dalias por ejemplo, altas y de un colorido diverso, el pensamiento, la flor del otoño por excelencia, que por su dureza resiste bien el frío y la humedad, el hibisco, el crisantemo, la caléndula... hay muchas, en otoño no solo vemos dorados y ocres, también hay otros coloridos que nos alegran la vista.
Te he preguntado si te gustan las violetas porque después de mucho tiempo, años, mi violeta africana ha muerto, me la regalaron en una comida que todos los junios tengo con mis compañeros y siempre en todas las estaciones estaba cuajada de flores. Las violetas africanas son unas bonitas plantas que florecen todo el año y que pueden vivir perfectamente en interiores. La mía cumplió su ciclo de vida y la echo de menos. Puedo comprar otra, ya lo sé, pero ésta era especial. En aquella comida celebrábamos la recuperación de una querida amiga y compañera, que había sufrido una delicada intervención y llenamos el lugar de violetas. A los pocos meses ella se fue y sus violetas han estado conmigo hasta ahora.
Me gustan las violetas,  sus flores crecen en las montañas situadas al norte de Madrid a finales del mes de febrero.

En el pasado las violeteras -vendedoras de violetas- eran muchachas humildes que esperaban en el exterior de los teatros para vender esas flores a las personas pudientes.
Basado en esta tradición, el pastelero Mariano Gil Fernández decidió hacer un caramelo con el sabor de las violetas.
En la actualidad este es un símbolo de Madrid que tiene su leyenda: el rey Alfonso XIII acostumbraba comprar caramelos de violeta para regalárselos a su esposa… Y también a sus amantes. 


Por si alguno no lo conoce todavía "La Violeta" es una bombonería  de Madrid de toda la vida, decorada en madera y con detalles dorados, conocida por sus caramelos de violeta.
Merece la pena darse una vuelta por la Plaza de Canalejas 6, tienen todo tipo de detalles, regalos y sobre todo dulces de violeta.
¡ Que los disfrutéis !

jueves, 6 de octubre de 2016

Flor de otoño

                                       
 

 

En un otoño caliente, como de momento estamos teniendo, da gusto pasear por la mañana cuando todavía el astro rey no calienta, caminar entre árboles desnudos que continuando su ciclo dejan caer las hojas muertas. Tomar un café y observar al anciano, fiel a su banco leyendo la prensa, mientras a la par que sus manos las páginas tiemblan. Tardes aún de terrazas aromatizadas por el tráfico y noches en las que ya refresca para dar paso al gran festival de las sombras.


En las noches de octubre
una tímida luna extiende
su manto de gasa negra
y largos silencios de plata
se  cubren de sombras funestas.
 
Allá en el firmamento
las estrellas parpadean
semejando brillantes pupilas
que inmóviles nos contemplan.
 
Las aves nocturnas emiten
llantos lúgubres y quejas
vibrando en la negrura
temblorosas e inquietas.
 
El señor de las sombras
de su letargo despierta
invisible a nuestros ojos
con su capa revolotea.
 
Entonces, entre mil hojas muertas
 tímidamente cubierta
una flor despistada
abre su corola marfileña.
 
Corola que en el día
al amanecer se cierra
para reabrirse  al helado
contacto con la tiniebla.
 
Una flor solitaria
de las pocas que ya quedan
siempre ansiosa de luces
siempre de sombras sedienta.


 
 
 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Me gusta,no me gusta.

 
Hace tiempo que no recibía un obsequio este humilde blog. En noviembre "Sueños de aire azul" cumplirá diez años. Muchas gracias a Manuel Díaz por haberme incluido en sus cinco blogs amigos http://eraseunhombre.blogspot.com.es/.

Hoy toca recordar a propósito de este regalo. No hace mucho tiempo, cuando te daban un premio tenías que contestar a una serie de preguntas, que sinceramente nunca eran de mi agrado. La mayoría de las veces evadía aquellas preguntas como buenamente podía, creo que solo una vez contesté a un amigo chileno que su amistad ha traspasado fronteras y aún se mantiene pese a la distancia por el cariño recibido desde hace ya varios años.
Y aquí están para que me conozcáis un poquito, solo un poquito.


6 COSAS QUE SI Y 6 COSAS QUE NO ME GUSTAN

ME GUSTA: Salir a comer con mi familia.

Escuchar música de piano, sobre todo tocada por mi hija .


Volar, hasta con la imaginación.

Escribir.
La decoración y las flores
La pintura, el dibujo y el arte en general.

NO ME GUSTA: La mala educación.

La violencia.

La avaricia.
La humillación
.

El sufrimiento




Y la vagancia (no la soporto)





Besos a todos



lunes, 5 de septiembre de 2016

Feliz regreso.



Cuando llega septiembre, muchos ya hemos tenido unos días para desconectar de la rutina, aunque sean pocos es suficiente para habernos deleitado la vista con un paisaje distinto, un acantilado, un puesto de flores o un pequeño arbolillo lleno de manzanas. Y vuelven recuerdos de veranos pasados con imágenes imborrables que a mi en concreto me emocionan. Pasear por la playa de la mano de mi madre recogiendo conchas, por ejemplo. Años libres de problemas, tiempos felices que mientras la luna correteaba entre las nubes, mi silueta se columpiaba entre arbustos y matorrales, mi sombra perseguía el sol veraniego, el jadeo inflaba mis sienes al correr por la orilla, el viento cerraba los párpados y mis fuertes rodillas se amoldaban en la arena. Aquellos recuerdos, buscan ahora al niño que dejamos construyendo castillos, entre el pestañeo del mar y las huellas de unos piececillos descalzos.

 

A la vuelta de las vacaciones se habla mucho del síndrome postvacacional,  algo que se ha puesto de moda y que antes ni se conocía, ni se daba importancia. A todos nos cuesta volver, pero la depresión por la vuelta al trabajo en los tiempos que corren no tiene ningún sentido, más bien debería ser todo lo contrario, aunque el cuerpo reaccione con rechazo, tener un trabajo más o menos estable hoy día es un tesoro. Pensemos en ello y para todos aquellos que sufran esta, digamos "enfermedad", voy a marcar una pauta que de verdad recomiendo:

-Al levantarse, beber un vaso de agradecimiento.

-Al llegar al trabajo, tomar una cucharada de paz.

-A cada hora, ingerir un comprimido de paciencia y una tacita de humanidad.




Al llegar a casa, inyectarse una dosis de amor.




Y antes de acostarse, tomar dos cápsulas de conciencia tranquila.




Un tratamiento fácil de seguir si uno se lo propone, no hace falta dietas, ni somníferos, ni tranquilizantes, el organismo es muy inteligente si le damos oportunidad.

En la puerta de la consulta voy a colgar este cartel:

"Vive siempre al máximo, el amor que te presenta la Vida."




Las fotografías son pinturas del pintor impresionista Pino Daeni.

lunes, 29 de agosto de 2016

Fin de agosto

 

¿Existe la casualidad?. Decía Hermann Hesse que cuando alguien de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello. ¿Casualidad o destino?,  pues no lo tengo claro, creo que las cosas ocurren y punto. Fleming descubrió la penicilina por casualidad, porque se contaminó con un hongo y Newton la ley de la gravedad, cuando descansaba bajo un árbol de la Universidad de Cambridge y le cayó la famosa manzana… El destino son todos esos acontecimientos que van sucediendo sin que podamos controlarlos, guía nuestra existencia y la de cualquier ser a un fin no escogido.

De lo que sí estoy segura es de que todo pasa por alguna razón. Por eso, si te dan una nueva oportunidad agárrala fuerte y no la dejemos escapar, si cambia tu vida, dejemos que cambie, porque nadie dijo que la vida es fácil, solo prometieron que vale la pena vivirla. Las cosas no funcionarán a no ser que tú creas en ellas, la fe dicen que mueve montañas y todo llega, todo pasa y todo tiene solución cuando uno cuenta con la fuerza de la voluntad.

La vida es un continuo retorno de nuestros pasos, como si quisiéramos vivir de nuevo nuestra historia. Sin embargo ésta se va escribiendo poco a poco en cada suspiro, y nada ni nadie puede volver a redactarla. Podemos emborronar alguna parte, cerrar la puerta de nuestros sentimientos, pero siempre aparecerán en el fondo de nuestro inconsciente. Dicen que es posible recorrer varias veces el mismo camino, realizar el mismo viaje, pero aunque así fuera siempre sería distinto, nunca sería lo mismo. Todo puede encontrarse igual: el paisaje, la gente, nuestra predisposición ... pero nosotros no somos los mismos. Somos una nueva historia, elementos en constante evolución, vasijas que se van llenando y rellenando. Nos equivocamos cuando buscamos repetir las sensaciones que acompañaron nuestros pasos. No es posible recrear tiempos pasados, no es posible hacer copias exactas de dos instantes que se conjugan en diferente tiempo, momento o situación, no es posible detener el agua con nuestras manos, no es posible vivir eternamente en primavera, ni es posible llorar con las mismas lágrimas.

Pero...
 


¿Qué más puedo decir? Se termina agosto y en las noches de verano se lo cuento todo a la luna y a vosotros.

 
 
 

lunes, 15 de agosto de 2016

Reflexiones de agosto.


Hubo un tiempo que
 
Pensé que no podía...y no pude
Creí que no sabía nada... y nada supe
Pensé que no tendría fuerzas... y flaqueé
Creí que era demasiada la carga... y me caí
Subestimé mi capacidad... y no fui capaz.
 
Luego aprendí...
 
Que si creo que puedo, puedo
Que sé más de lo que ni siquiera imagino
Que tengo las fuerzas que decido tener
Que no hay carga que mis hombros no puedan soportar y
Que puedo llegar a donde yo me lo proponga.