Voz de mi hija

jueves, 21 de marzo de 2019

Ventana de abril



Me asomé a la ventana aquella mañana de finales de marzo, me encantaban los almendros en flor, ya temprano un sol rojizo pronosticaba un buen día de primavera. Aún había vaho en los cristales y dibujé una flor con los dedos. La hierba vestía de verde y las primeras margaritas asomaban tímidamente entre los tréboles. Me lavé los ojos todavía cegados por el sueño y me sujeté la melena con dos gomas de colores que había comprado al salir de clase, junto con dos barras de regaliz que luego compartiría con mi padre. Le gustaba esa golosina, era y es bueno para los ácidos estomacales y refrescar el aliento, aunque yo creo que lo tomaba para reducir el consumo de tabaco.
El desayuno estaba preparado y olía a café, bueno, eso creía, pero no era café, eran cereales malteados y las típicas galletas tostadas que mi madre sacaba de la lata todas las mañanas, en vano, porque nadie las comía. El desayuno era la primera lucha diaria, en mi familia no había forma de desayunar como es debido, craso error, ya lo sé, pero nos levantábamos con el tiempo justo para no perder el autobús, que venía cargado de colegiales, mochila al hombro y con pinta de no tener ninguna gana de oír la campana del patio, de hacer la fila perfectamente alineada y de entrar en silencio, porque no se permitía hablar en voz alta en los pasillos.
Supongo que a muchos todo esto os sonará y para otros estará más que pasado de moda, pero no puedo evitar rememorar escenas de aquellos tiempos, los recuerdos son fotografías grabadas en el corazón y parece que solo nos quedamos con los buenos eliminando los malos.

Las primaveras burgalesas no suelen hacen alarde de buen tiempo, pero su clima ayuda a fomentar aún más el verde de los jardines y parques. Me encantaba el que tenía la casa donde me crié. Había infinidad de plantas; un redondo y cuidado seto de florecillas blancas rodeando cuatro rosales, que por cierto, las rosas parecían de terciopelo cuando brotaban en los primeros días de junio, conservando un tímido aroma hasta bien entrado el verano. Los primeros en salir eran los lirios morados, esos que ahora veo a lo lejos cuando voy por la carretera, las frondosas peonías de un color rojo intenso y los alegres pensamientos, que dicen que son las flores del recuerdo, también conocidos por "no me olvides".
Después las caléndulas, dalias, petunias, gladiolos y sobre todo las lilas, mis preferidas, todo una paleta de colores que para mí eran una sensación de bienestar que los años no han podido  borrar. Aquello se llamaba libertad, yo lo llamaba libertad. A veces, si cierro los ojos, siento el confortable calor de un sol tibio rodeado de  nubes deshilachadas, el mismo de aquellos días de abril. Entonces pienso que estoy rebobinando la película de mi vida.



Sí, lo sé, siempre estoy recordando... pero es que la madurez llama a la puerta demasiado pronto y sin permiso alguno se presenta dejando atrás una larga estela de vivencias irrepetibles.
Cuando las cicatrices que va dejando la vida han surcado el corazón y ya hay menos brillo en los ojos, ponemos en marcha la memoria y comenzamos a buscar aquel momento que un día nos hizo felices, y es entonces cuando echamos en falta acariciar una simple flor, mordisquear una manzana, recorrer los caminos por donde fuimos aprendiendo de cada olor, cada textura, cada imagen y cada soplo de brisa.




Dicen que soy una soñadora
, pero no soy la única   
yo solo quisiera volar  
entrar despacio en los sueños
danzar con espejismos
dormir en caracolas
pintar arco iris 
y beber el rocío de una hoja.

Cepillar unicornios
jugar dentro de una ola
probar el sabor de las estrellas
 ahogarme en lágrimas de hadas
 beber el infinito,
recolectar sonrisas
y sumergirme en un suspiro
bajo un claro de luna. 
    
Ventana de abril, con aroma a lilas y sabor a leche malteada.
Ventana en la que ahora me asomo y solo un arbolito rosa me saluda.


lunes, 18 de marzo de 2019

Si eres padre.



Caminé por el largo tramo de la vida
y muchas veces me sentí perdida
entonces tomabas mi mano
sentándote a mí lado
y al sentir mi tristeza,
pintáste sin hablar siquiera
los más bellos paisajes que pude imaginar.

Dibujáste mares y acantilados
bosques, campos y lagos
en los que como en un sueño,
me pude sumergir,
y me sentí sirena
recorriendo sus aguas
poco a poco fui limpiando mi alma
y lentamente recobrando la calma.

Hoy me siento en paz,
tú hiciste el milagro,
y te agradeceré siempre, mi pintor,
que con pinceladas de amor y ternura
llenaras mi vida de dulzura
tiñendo de arco iris
el más sensible corazón.

Y al contemplar tus cielos
recuerdo esos bellos parajes
y te recuerdo a ti
 que con manos hábiles
pintabas hermosos paisajes
tiñéndoles de azul para mi. 

Hoy pinto cada día
sin que tú lo sepas
nubes de cariño,
 mares de alegría y aires de paz.
dibujo aguas, dorados ocasos
y rosas marchitas
como muestra de amor hacia ti.


Para ti, papá y para TODOS los padres.



Si eres padre, FELICIDADES

martes, 12 de marzo de 2019

La vida es música





Seguro que todos tenemos una canción preferida, bien porque nos trae a la memoria algún momento especial, un bonito recuerdo o símplemente porque al escucharla sentimos nuestra sensibilidad a flor de piel.
 La música es la melodía del alma, nos enternece, nos rodea en nuestra vida y cada pieza musical que escuchamos en un periodo u otro, nos evoca el momento en el cual esa interpretación nos rodeaba. ¡Cuántos bellos recuerdos nos traen las interpretaciones antiguas, aquellas que solían ser nuestras favoritas en otras etapas de la vida!, ellas resucitan alegrías, tristezas, amores, triunfos, fracasos, con la misma intensidad que alguna vez se sintieron. La música y la vida están ligadas, porque para mí  la música es vida y la vida tiene música. En las dos sencontramos la misma composición: Armonía, Melodía y Ritmo.



Friedrich Nietzsche decía que "Sin música la vida sería un error".

La vida, la más hermosa melodía marcada al compás rítmico del corazón. Cada vida es una melodía propia que va improvisando día tras día nuevas notas que forman armonía. Y como en toda melodia, se aceptan corcheas, blancas, negras y redondas. Y algo fundamental en el pentagrama, los silencios. Algunas notas se escapan de la escala. Son los errores que cometemos que a veces llegan a interrumpir esta armonía y otras, son capaces de cambiar el pentagrama y elegir un nuevo destino para crear otra nueva escala.

Los instrumentos que encajan en esta orquesta musical y dan toda la belleza a esta melodía, son las emociones.
 



  Y así hasta que llegue el final siempre genial y esperado. Llegará el momento en que culmine todo, llegará el silencio, el tan apreciado silencio que dará la última nota final. Y después, los aplausos .
 La vida es como una canción. Cualquier canción que nos llega a estremecer el alma. La vida es "una melodía encadenada".

Silencio... Aplausos... Silencio...

Si alguien me pregunta cuál es mi sonido favorito, la respuesta está en mi perfil, las notas del piano. Hay momentos que el pobre está mudo, hasta que las manos de mi hija le hacen sonar.

martes, 19 de febrero de 2019

Siempre adelante.



¿Quién de vosotros no ha tenido un momento de extremo dolor?. Quién nunca sintió, en alguna ocasión, ganas de desistir... Quién no se ha encontrado solo, extremadamente solo, y tuvo la sensación de haber perdido hasta la última oportunidad.
Ni las personas famosas, ricas, importantes, esas que llaman VIP, (término que por cierto no me gusta), están libres de tener sus momentos de soledad y de profunda amargura. Nadie, absolutamente nadie podrá decirme que en su vida todo es un camino de rosas y si estoy equivocada que eluda mis palabras y me permita felicitarle.
Tengo una amiga a quien la vida ha tratado duro que siempre me repite lo mismo, incluso por whatsapp,"siempre adelante, con brío, siempre positiva", su ánimo es envidiable.
  

 Las personas que son fuertes emocionalmente, se suelen levantar con facilidad, ya que ven la vida con optimismo pero en cambio una persona frágil, débil, sentirá que el mundo se le viene abajo y necesita bastante ayuda y apoyo moral.
Siempre se dice que ante cualquier problema por grave que sea, lo principal es tener pensamientos positivos. Difícil, desde luego, pero hay que intentarlo porque es un hábito que se puede desarrollar y cuyos beneficios son inmensos.

Pero, ¿ qué es pensamiento positivo?
Pensamiento positivo no es lo mismo que negación de lo negativo. Pensamiento positivo no es incapacidad para ser realista. Pensamiento positivo es simplemente la habilidad de concentrarse en los aspectos buenos y beneficiales de cada situación, de transformar una situación desventajosa en una productiva, y de esperar un resultado positivo en cada ocasión. El pensamiento positivo es motivante, inspirador y energizante.

En lo referente a la salud  pensar en positivo beneficia nuestro organismo al:

Aumentar la longevidad
Disminuir el riesgo de depresión
Disminuir los niveles de estrés
Fortalecer el sistema inmune
Mejorar la salud cardiovascular

Según los expertos, el pensamiento positivo le permite a la persona manejar las situaciones estresantes y difíciles de una mejor manera, lo cual reduce los efectos negativos del estrés en el organismo. Las personas optimistas también tienden a cuidarse más, lo cual los predispone a comer más sano, y a evitar conductas autodestructivas como el alcohol y las drogas.
A nivel energético, el pensamiento positivo en general también ayuda a manifestar nuestra realidad. Nuestra vida está llena de aquellas cosas que primero declaramos mentalmente. Una vida llena de pensamientos positivos, es también una vida llena de salud, prosperidad, amor y tranquilidad. 

¨Quien pena en este mundo tiene asegurado el Cielo¨. 


Dedicado a ti, a ti, a ti, y... a mi.   



martes, 12 de febrero de 2019

Sueños líricos




Si un día,
no importa cuándo ni en qué momento,
despiertas cobijada entre sueños,
no te preguntes qué haces en ellos.

Escurre  de la vida
brillo para tus pupilas,
Escurre  de tus ojos,
sintonías de alegría.

Regálale al viento,
el baile que ejercen tus pasos,
recoge del aire
el ritmo que marca el tiempo.

De nada sirve adelantar manecillas,
de nada sirve mirar hacia atrás,
recoge el fruto del aprendizaje,
y deja al reloj las horas marcar.

No sé donde viven los sueños,
entre nubes de nácar quizá,
pero entiendo cuando me cuentan
que de ellos no se quiere despertar.


Admirable el arte de la poesía. Creo que en los sueños todos somos capaces de componer, podemos además saltarnos la métrica y eso que la métrica y la rima son el más puro estilo de un poema. Pero en ellos todo vale.
Soy solo un aprendiz de poeta y admiro a quien sabe trasmitir sentimientos con pluma de oro.
Si la Naturaleza perdiera los pájaros, los poetas inventarían nuevas aves, harían volar almas con forma de paloma, sacarían perlas de los pozos más profundos, harían sangrar a la música y resucitarían cánticos desde el más allá. Si el hombre perdiera las flores de la tierra, los poetas las devolverían envueltas en nubes de atardecer, regadas con unas brillantes gotas de rocío y pintadas una a una con el color que deben tener los sueños.     

Es un placer pasear por los sueños,  dejar que brille el hilo invisible que nos une y abrazar la palabras, jugar con ellas y echarlas a volar.






viernes, 1 de febrero de 2019

Larga trayectoria.



Ha pasado un año y nunca es tarde para rebuscar entre los cajones y de paso hacer limpieza de tantas cosas que guardamos en un momento determinado y que no queremos deshacernos de ellas, por si pueden hacernos falta o algún día vuelven a estar actuales. Ropa y complementos, facturas y demás papeles. Todo pasa, aunque nos empeñemos en guardar, siempre al final hay que tirar. Todo tuvo su tiempo, su espacio y solo se libran de la quema las fotografías.
Las fotos enseguida se convierten en pasado, pero son una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado. Hojear un viejo álbum puede desencadenar sonrisas y también añoranza que a veces se convierte en tristeza. Es verdad que todo depende del momento y el estado de ánimo es fundamental. Es curioso que el paso del tiempo nos haga revivir nuestra historia, nuestras vivencias por las distintas etapas que de alguna forma han dejado su huella, como el vestigio de mi vieja guitarra y el ramillete de lilas recién cortadas por mi bendita madre.

En mi trayectoria he recorrido muchos caminos, mi mirada tiene pinceladas de intensos colores, valles, praderas, mares, estuarios, obras de arte, museos, iglesias, gentes de tantos lugares que ya ni las recuerdo. He leído y aprendido de sabios, de justicia, estadísticas y más saberes, que casi no recuerdo. He buscado un lugar distinto, diferente, una mirada y una sonrisa que cuando apoyas las palmas en otras palmas, florecen ternuras. Y también he aprendido que cuando sueñas, acumulas cariño, y lo distribuyes al levantarte.
No sé si es posible encontrar todavía un mundo sin oscuridad, sin malos entendidos, ni prejuicios, donde la mentira no existe, ni la desconfianza, un lugar donde en el aire flota la música al compás de los latidos del corazón, donde puedes ver el alma de cada ser, traslúcida y etérea. Cierras los ojos y atraviesas distancias, todo está cerca, muy cerca y no existe el miedo. Un lugar donde te sientes protegido por la misma vida y cuando miras arriba, la luz de las estrellas ilumina el rostro más triste y es que son tan hermosas que parecen flores de terciopelo .
¿Sabéis si existe un lugar así?.


viernes, 25 de enero de 2019

Viernes en sintonía




Mediterráneo. Septiembre 2018

 Se adentró en él, no importaba el nombre ni el lugar, el mar seguía siendo su cómplice. Pensó que necesitaba tranquilidad, escuchar ese suave murmullo que serena el alma y dejarse abrazar tímidamente por la brisa. Solo quien ha vivido cerca del mar conoce la parte dulce de la sal y ella venía de un lugar distinto, por eso probó sus aguas, saben a lágrimas se dijo y bailó con ellas, su vaivén envolvía los recuerdos dejando en su alma una huella imborrable. 
  Bendito mar el de entonces, el de hace unas décadas, lleno de conchas y caracolas, de castillos de arena fina y de preciosas cabriolas donde tantas veces te has mojado los pies.
No me extraña que vuelvas a él, mi preciosa niña.