Estamos en primavera, me encanta pasear por los bulevares , ver las plazas y las fuentes cuajadas de flores, admirar las filigranas que hacen esos magníficos diseñadores llamados jardineros y el placer de contemplar el arte floral y la diversidad de especies que la estación nos ofrece.
Sí, hoy he hablado con las flores.
Se dice que a las plantas hay que hablarlas para que mantengan su frescura y aroma y que ellas a su manera nos responden con un lenguaje rico en significados. Las flores simbolizan la expresión anímica de la naturaleza humana y nos conducen a la sensibilización del alma. Una flor es un símbolo para compartir, que nos bendice con sus beneficios para la salud emocional. Las flores nos hablan, nos cuentan relatos de vidas que hay que saber escuchar e interpretar.
Poseen un significado propio y expresan sentimientos diferentes; el mensaje cambia en función de si la flor está abierta o en botón, en combinación con otras, su color, su perfume, etc. Los poetas de todo origen y condición han coincidido en afirmar a lo largo de los siglos, que aquel que pierde la sensibilidad de asombrarse ante la belleza de una flor, deja morir un poco su alma. Un espíritu joven y ya no tan joven no deja de sorprenderse ante la belleza de una flor, que unas veces nos hablará de amistad, de amor, otras de la muerte, desamor, soledad... pero siempre de historias de grandes sentimientos. Rojo, azul, amarillo, naranja, morado...
Se dice que a las plantas hay que hablarlas para que mantengan su frescura y aroma y que ellas a su manera nos responden con un lenguaje rico en significados. Las flores simbolizan la expresión anímica de la naturaleza humana y nos conducen a la sensibilización del alma. Una flor es un símbolo para compartir, que nos bendice con sus beneficios para la salud emocional. Las flores nos hablan, nos cuentan relatos de vidas que hay que saber escuchar e interpretar.
El lenguaje de las flores hunde sus orígenes en Oriente y se ha transmitido de generación en generación, pasando por las culturas del Antiguo Egipto, Edad Media, Renacimiento...
Poseen un significado propio y expresan sentimientos diferentes; el mensaje cambia en función de si la flor está abierta o en botón, en combinación con otras, su color, su perfume, etc. Los poetas de todo origen y condición han coincidido en afirmar a lo largo de los siglos, que aquel que pierde la sensibilidad de asombrarse ante la belleza de una flor, deja morir un poco su alma. Un espíritu joven y ya no tan joven no deja de sorprenderse ante la belleza de una flor, que unas veces nos hablará de amistad, de amor, otras de la muerte, desamor, soledad... pero siempre de historias de grandes sentimientos. Rojo, azul, amarillo, naranja, morado...
Los pacientes monumentos del reino de los colores murmuran secretos entre ellas. Las abejas pasan habladurías entre una y otra, se vistieron hoy para el baile, el vals de la primavera, con floreados vestidos de tul para dar envidia a la orquídea. Cuando acaba el espectáculo recolectan los colores, roban algunos rayos amarillos de luz, una pincelada de un atardecer rojo, una pizca de mar azul, y un poco de negro nocturno para empezar su descanso. Después del largo baile los colibrís siguen rondando, buscando pareja para disfrutar de la danza.
Hermoso el vals de las Flores haciendo piruetas entre velos de aroma. Hay en los almendros un blanco aleluya, los tomillos y los chopos huelen a verdes de luna.
En mi poético pensar, dormiría en las hojas, jugaría por las arenas de los ríos, tocaría con mis manos los colores del aire y con alas invisibles, violetas y narcisos a las nubes subiría.
Hoy he hablado con las flores.
El Tulipán me confesó que quisiera alargar su vida, la Rosa no tener espinas, el Clavel pidió una suave caricia y el Azahar un amor infinito. Todo está concentrado en ese silencio verde donde mis amigas las flores tienen su sinfonía.
Buenos días- dijo el Nenúfar- acércate a mí -dijo la Rosa- tengo sabor a miel - sugirió el naranjo- y bailemos todos juntos nuestro vals, antes de que la primavera muera.
Un ramo frondoso para todas las madres.
Qué texto más hermoso. Un beso
ResponderEliminarEs cierto, yo les hablo a mis plantas en sus macetas y luego a veces les acaricio las hojas. Como nadie me ve no pensara que estoy loco. Pero sí.
ResponderEliminarSalud
Yo hablo con las plantas, con la luna y con el mar. Me identifico con su silencio.
ResponderEliminarQué precioso texto. Las flores son belleza y fertilidad, son madres de sus frutos. La amapola de mi blog no tuvo tanta suerte.
ResponderEliminarQue bonito lo has escrito, las madres, los brotes de las plantas y ese resultado que disfrutamos dando paseos. Unos abrazos
ResponderEliminarMe uno a ese homenaje a las madres que están y las sin estar siguen estando y a esas flores que nos hacen la vida más bella.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Está muy bien eso de hablar con las plantas, se merecen nuestro aprecio por alegrarnos la vista.
ResponderEliminarBuen paseo el tuyo.
Me has recordado el cura televisivo que decía aquello de: "las plantas necesitan cariño y alimentos"
Abrazos.
ola bom diaaa
ResponderEliminarNos regalas unas letras tan preciosas como todas esas flores que nombras que, seguro, estarán encantadas contigo.
ResponderEliminarCuídate mucho. Y recibe mi abrazo grande.
Maravillosamente definido y escrito, como tan maravillosamente es el amor de una madre con sus hijos. La naturaleza es bella e inteligente y las flores aunque parezca mentira puede que tengan hasta sentimientos. Algo de ello están descubriendo ultimamente.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana y Día de la Madre.
Qué bellos sentimientos expresas... Feliz día de la madre!! Besos
ResponderEliminarPrecioso post. Yo "hablo" (pienso en realidad) a las montañas y a los árboles en mis paseos: agradezco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que algo falla en Google pues ha desaparecido mi comentario anterior.
ResponderEliminarEstoy segura de que las flores estárán encantadas de hablar contigo. Bellas letras y grandes sentimientos.
Un gran abrazo.
.
Amalia, desaparecen comentarios, a mi también me ha pasado.
EliminarNo te preocupes y gracias siempre.
Mil gracias por lo que me toca y felicitaciones a ti también.
ResponderEliminarEn cuanto a tu escrito, recuerdo haber tenido un profesor que nos decía que teníamos que escuchar a las plantas, al agua, al sonido de las hojas cuando se balancean suavemente por el viento, quizás ellas también quieren transmitirnos algo bueno y que debemos escuchar.
La Naturaleza es tan sabia...
Ah! Se me olvidaba decirte que una madre como la tuya jamás se separará de tu lado, ella sigue estando en la distancia para que día a día te sientas mejor.
Cariños.
Kasioles
El mundo de las flores, tan unido a las madres en estos días, en los que se siguen echando de menos.
ResponderEliminarUn abrazo
Un buen ramo de belleza tu escrito
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por participar a t y a tu férula, ambas tenéis un gran mérito.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo que dices de que las flores son la expresión anímica de la naturaleza humana y nos conducen a la sensibilidad del alma.
Me gusta mucho tu participación, ha merecido la pena tu esfuerzo.
Cuídate
Un fuete abrazo.
No veo mi comentario...
ResponderEliminarEs muy lindo lo escrito a las flores. Buen ramo de sentimientos y fragancias.
Besos.