Voz de mi hija

martes, 2 de febrero de 2021

Lo esencial es invisible para los ojos.


Esta es una de las reflexiones más conocidas de “El principito”, de inmediato al escucharla o leerla la reconocemos. En un mundo como en el que vivimos tiene aún más sentido, ya que nos encontramos superficialmente unidos al materialismo, la competitividad y las apariencias.

“Lo esencial es invisible a los ojos”, nos recuerda que somos mucho más que este mundo de apariencias. Porque las cosas importantes son las que no se pueden ver, son las que se sienten; como el amor, la bondad, la generosidad y la amistad.

Los detalles están en las pequeñas cosas que a menudo pasan inadvertidas. Lo material es efímero, y valorar el entorno por lo material y la apariencia, sin duda, es un camino que nos llevará hacia el sufrimiento. El amor y la bondad, sin embargo, son dos aspectos, en principio invisibles, pero con el poder de cambiar el mundo.

Os traigo esta reflexión porque desde hace dos meses veo la vida desde un espejo distinto, comienzo ahora una manera nueva de ver la cosas, de aprovechar el tiempo, de amanecer cada día respirando aires renovados.

Una mirada a la vida en un momento difícil puede cambiar temores y dudas, sería hermoso verla con los ojos del alma, que son espejos que reflejan los secretos del corazón.

Hay que mirar la vida para extraer la belleza de todo lo que hay en ella. La bondad del inocente, la sensualidad de una piel, la delicadeza de una flor, la sabiduría de un libro, y filtrar como un rayo de luz la belleza de los sentimientos para penetrar como un escáner en las emociones positivas.
La belleza  de la vida tiene forma y además contamos con la mirada para contemplarla. Si tuviera que elegir la manera de ver la vida, escogería los ojos de un corazón sensible, con ellos podría dulcificar todas las penas.

"Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro."
- Albert Einstein 


Muchas gracias a todos por vuestros ánimos.



miércoles, 27 de enero de 2021

SI SABRÁ LA PRIMAVERA



 

Si sabrá la Primavera
que la estamos esperando...

Cuando llegue y no nos vea
ni en las calles ni en los barrios,
cuando no escuche en el parque
el paso de los ancianos,
o el bullicio siempre alegre
de los chiquillos jugando.

Si creerá que equivocó
la fecha del calendario,
la cita que desde siempre
la convoca el mes de Marzo.

Si sabrá la Primavera
que la estamos esperando...

Cuando estalle jubilosa
llenando de puntos blancos
los almendros, los ciruelos,
los jazmines, los naranjos,
y no vea que a la Virgen
la preparan para el Paso.

Que se ha guardado el incienso,
el trono, la cruz y el palio.
Y que Cristo, igual que todos,
está en su casa encerrado,
y no lo dejan salir
ni el Jueves ni el Viernes Santo...

¿Pensará la Primavera
que tal vez se ha equivocado?

¿Escuchará los lamentos
de quien se quedó en el paro,
de quien trabaja a deshoras
por ayudar a su hermano,

de aquél que expone su vida
en silencio y olvidado?
¿Escuchará cada noche
los vítores, los aplausos
que regalamos con gozo
al personal sanitario?

¿Pensará la Primavera
que tal vez se ha equivocado
y colgará sus colores
hasta la vuelta de un año?

Si sabrá la Primavera
que la estamos esperando...

Que se nos prohíbe el beso,
que está prohibido el abrazo;
el corazón, sangre y fuego,
el corazón desangrado.

Si sabrá la Primavera
que ya la estamos soñando...

Asomados al balcón
de la Esperanza, esperamos
como nunca, que ella vuelva
y nos regale el milagro
de ver florecer la vida
que hoy se nos va de las manos...

¡Bienvenida, Primavera!
Hueles a incienso y a ramos,
con tu traje de colores
y los cantos de tus pájaros.
Ven a pintar de azul-cielo
esta tierra que habitamos.

¿No sentís que en este mundo
algo nuevo está brotando?
Si será la Primavera
que está apresurando el paso...

Hna. LUCÍA (Carmelita Descalza)

Lo comparto, me parece precioso.

miércoles, 20 de enero de 2021

Cencellada en Burgos 2021



Tierra dura de Burgos
que en invierno casi se vuelve roca,
y en verano abrasa el pie desnudo.

Por el aire aún resuenan
los ecos de los cascos al cabalgar El Cid
con sus mesnadas camino del desierto.

Tú y yo vamos juntos por el camino,
pero Doña Jimena en mudo llanto
ve alejarse la nube polvorienta
ocultando jinetes y caballos.

Mis recuerdos se amontonan,
en las albardas de Babieca
en las riendas y bridas las manos
con los pies en las espuelas
por mi tierra castellana voy galopando.


lunes, 18 de enero de 2021

Gélida noche


Fría noche de enero, solitarias calles en las que el brillo de la escarcha anuncia un amanecer helado. Veo el techo de los coches cubierto con una boina blanca y aún queda alguna luz tenue en las casas. Tengo derecho a quedarme despierta hasta altas horas de la madrugada, nadie va a marcarme las horas de sueño, a nadie le importa si duermo o vigilo, entre otras cosas porque el silencio del momento me hace sentir bien, teniendo en cuenta la necesidad de un buen empujón de ánimo y nunca mejor que dando un paseo de la mano del recuerdo.

Sigue el invierno y a estas horas siento escalofríos y destemplanza.

Hace frío y me arropo en las sombras de la noche doblando su manto de estrellas y temblando coloco mi corazón al lado de la luna. Una luna velada por la niebla que mi propia mirada produce. Mis pensamientos
 me hacen dudar que haya un brillo especial en ellas, dudar que el sol vuelva a salir, dudar que la verdad sea una mentira disfrazada, sin embargo intuyo que mis sueños azules nunca desaparecerán.
Recuerdo ahora a mi padre que se fue una mañana de enero a un estudio llamado Eternidad, allí estará pintando un cielo nuevo para mi,  igual que el color de sus ojos.

Decía Baudelaire, “La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente apropiado para distraer la mirada sin cansarla jamás.”


Fría noche de enero, demasiado fría.

lunes, 4 de enero de 2021

Adios a un año muy difícil



La vida no es un continuo retorno de nuestros pasos, como si quisiéramos vivirla de nuevo. Sin embargo es una historia que se va escribiendo poco a poco cada día, y nada ni nadie puede volver a redactarla. Podemos emborronar parte de ella, cerrar la puerta de nuestros recuerdos, pero siempre aparecerán en el fondo de nuestro inconsciente. Es posible recorrer varias veces el mismo camino, realizar el mismo viaje, pero aunque así fuera siempre sería distinto, ni siquiera parecido. Todo puede encontrarse igual: el paisaje, la gente, nuestra predisposición... pero nosotros vamos cambiando porque como en la historia las etapas están en constante evolución, somos vasijas que se van llenando y rellenando. Nos equivocamos cuando buscamos repetir las sensaciones que acompañaron nuestras vivencias.

No es posible recrear tiempos pasados, no es posible hacer copias exactas de dos instantes que se conjugan en diferente plano, tiempo o situación, no es posible detener el agua con nuestras manos, no es posible vivir eternamente en primavera, ni es posible llorar con las mismas lágrimas.
 
Todos tenemos que volver a empezar a lo largo de la vida, no una, sino varias veces y no es fácil, sobre todo cuando ya sabes el terreno de juego que pisas y debemos sortear los obstáculos que aparecen en un nuevo y desconocido panorama. 
No existe un "para siempre" en ninguna faceta de nuestra existencia y hay que pisar fuerte en los escenarios de incertidumbre donde existen muchas incógnitas, sin saber de antemano el resultado final.
Dejamos atrás una pesadilla, un año difícil que pienso hemos perdido todos. Nunca he añorado más el pasado, incluso los momentos duros que siempre he tratado de olvidar. 
Nunca he añorado más los abrazos, la alegría, la familia, los amigos y sobre todo el apoyo de mi madre.
Comienza una nueva etapa que espero sea mejor, más lógica, con más sentido y libertad.
Para mi desde luego forzosamente lo va a ser.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Bendita despedida


Detrás de mi ventana veo pasar las últimas horas de este año, doce meses que se han ido desgranando poco a poco como las uvas de un racimo. Decir adiós nunca me ha gustado, sin embargo hay despedidas que no duelen, que hasta reconfortan y que te quitan un peso de encima. Esta noche sacando el pañuelo como antaño, digo adiós al 2020 sin pena ni gloria y mi recuerdo es para todos los que se han ido,  para los que han luchado salvando vidas poniendo en peligro la suya y reconfortando su soledad.

Como si el cielo compartiera mis penas,
las lágrimas de los ángeles caen en silencio.
Detrás de mi ventana, llorando su ausencia,
mi mirada plena de imágenes distantes.
 
Tengo el corazón encogido en las venas,
y la lluvia cae, sorda a mis confidencias.
Como si el cielo compartiera mis penas,
las lágrimas de los ángeles caen en silencio.
 
 
Feliz y saludable 2021 a todos.





martes, 8 de diciembre de 2020

El poder del amor.




A vosotros, a los que durante catorce años me habéis leído, a todos los que pasaron por aquí en silencio, o dejando su huella con unas amables palabras, a los que ya se fueron, a los que van llegando y a todos en general, mil gracias por vuestro interés y apoyo.
Muchas lunas ya dedicándome a la sanación y desde hace poco invirtiendo mis humildes conocimientos de medicina que a pesar del tiempo y de los avances de la ciencia, son tesoros que jamás se olvidan y se quedan prendidos en la memoria para seguir ayudando siempre.
Maldigo este 2020, ojalá se hubiera saltado el calendario porque es un año perdido, aunque me consta que hemos intentado contener la esperanza de volver a vivir de nuevo, sí, porque esto no es vida para nadie y mucho menos para los que han perdido seres queridos, amigos, trabajo y han sufrido toda clase de desastres económicos, ni tampoco para mí que no he tenido suerte en la salud desde últimos de octubre.
He pasado por el quirófano y aunque parece que el pronóstico no es del todo malo me obligará a vivir bajo la espada de Damocles a partir de ahora. Pido a la vida que me dé fuerza y ánimo porque siempre he dicho que la positividad en todo es lo más importante, pero cuesta afrontar los problemas y ahora más que nunca lo veo claro. A veces un blog puede ser un buen refugio para desahogarse, por ello quiero seguir escribiendo, es una buena terapia aunque puedan venir días que la mente se quede en blanco y se alejen las musas, aunque haya sol por las mañanas y yo solo vea el día nublado, prometo intentarlo. Es lo que deseaba deciros.
El poder del amor es infinito.

Que vuestra Navidad sea hermosa y por encima de todo que os cuidéis mucho.
Bendiciones para todos 

Airblue